La repentina muerte de la voz de Shamanes, MC Browen, nos hizo recordar otros casos en que músicos locales fallecieron en circunstancias inesperadas.
La absurda muerte del vocalista de Shamanes, Daniel Montero (MC Browen), nos hizo recordar otros casos en que músicos nacionales fallecieron en circunstancias inesperadas. Esto va porque es importante no olvidarlos. Aquí van 10 casos.
10. Guillermo “Willy” Oddó. Miembro de Quilapayún entre 1967 y 1987. Junto a la de Carlos Quezada, su voz se convirtió en uno de los registros característicos del proyecto. Murió asesinado el 7 de noviembre de 1991 producto de una estocada de un travesti. Tenía 48 años.
9. Luis Adriazola, “Ardilla”. El grupo Guachupé era parte activa de la escena de ska, cumbia y música pachanguera junto a bandas como Tomo Como Rey o Villa Cariño. La fiesta se detuvo el 18 de enero del año pasado cuando el guitarrista “Lucho Ardilla” perdió la vida al perder el control de su moto en el kilómetro 56 de la ruta 90, en Peralillo.
8. Eloy Alquinta: Hijo de “Gato” Alquinta. En los ’90 fue parte del proyecto Huaika junto a su hermano Ankatu y los hermanos Bosco. Tras la partida de su padre, Eloy comenzó a tocar instrumentos de viento en Los Jaivas. El 15 de marzo de 2004 murió sorpresivamente a los 33 años tras sufrir un infarto al miocardio.
7. Jaime Vivanco. Aún no nos recuperábamos de la muerte del “Gato” Alquinta cuando dos días después (17 de enero de 2003), la música chilena lamentaba una nueva pérdida. Esta vez se trataba de Jaime Vivanco. El tecladista que formó parte de Congreso y Fulano fue encontrado sin vida en su hogar de Recoleta, producto de un edema pulmonar. Tenía 42 años.
6 Julián Durney. En tiempos de gloria para el Nü Metal, Rekiem fueron la punta de lanza del fenómeno en Chile: organizaron el ‘Aggrofest’, su video “Traga” rotó con fuerza en MTV y firmaron un disco emblemático como Apgar:0. Julián fue el motor de todo eso hasta que la fama se fue. Entonces su motivación decayó y la depresión retornó a su cabeza. Durney se quitó la vida el 24 de octubre del 2004 arrojándose al vacío desde un edificio en pleno Providencia. Solo tenía 32 años.
5. Nelson Schwenke. Muertes absurdas y esta. El 21 de junio del año pasado, el músico, parte del dúo Schwenke y Nilo, cruzó con luz roja en la esquina de Lyon con Bilbao y fue arrollado por un auto. Tras diagnosticarse la muerte cerebral, al día siguiente su familia tomó la dura decisión de desconectarlo. El cantautor tenía 55 años.
4. Rubén Riveros. Un mito del rock chileno. Había muchas orejas puestas en el grupo Sien en la primera mitad de los ’90. Su forma de tocar la guitarra, heredera de My Bloody Valentine y Catherine Wheel, no se había visto en la escena local. Falleció a los 23 años en abril de 1995 en un accidente automovilístico. Tras su muerte, Sien lanzó un disco, pero ya no era lo mismo.
3. Gabriel Parra. Para muchos, el mejor baterista en la historia del rock chileno. Su virtuosismo y potencia se convirtieron en una escuela para muchos percusionistas nacionales. El 15 de abril de 1988, Gabriel murió a los 40 años en un accidente automovilístico en la denominada “curva del diablo” cerca de Lima, Perú. Su lugar en Los Jaivas sería ocupado por su hija, Juanita.
2. Andrés Bobe. Líder y compositor principal de La Ley. En el momento de mayor fama de la banda y con un plan de expansión continental, el 10 de abril de 1994 Bobe se estrelló con su moto en el sector de Monseñor Edwards, en La Reina. Su muerte fue instantánea. El músico tenía 32 años y el siguiente álbum del grupo (el extraordinario Invisible) está dedicado a su memoria.
1. Eduardo “Gato” Alquinta. Una de esas noticias que uno recuerda perfecto dónde y cuándo la supo. El “Gato”, el rostro más visible de Los Jaivas, el hombre detrás de “Mira Niñita”, se fue para siempre el 15 de enero del 2003 mientras se encontraba de vacaciones en el balneario de La Herradura. El músico estaba en unos roqueríos cuando sufrió un infarto al miocardio y falleció ahogado. Alquinta tenía 57 años.