Uno por década, a cuarenta años de su muerte.
Uno por década. A cuarenta años de ese 3 de julio de 1971, cuando Jim Morrison apareció muerto en la bañera de su piso en París. Acá recordamos al cantante y líder de The Doors con cuatro momentos épicos/datos mentor.
1. Cómo no partir con The Marriage of Heaven and Hell de William Blake, donde aparece el verso que inició todo: If the doors of perception were cleansed every thing would appear to man as it is: infinite. De acá viene el nombre The Doors, en medio de una conversa en la arena de Venice.
2. Una joyita: “Break on through (to the other side)” del homónimo desarmada por sus músicos originales, para aprenderse el truco del Hammond B3 y el Gibson G-101 de Manzarek. Ojo con el mapa de referencias:
Y otra genialidad: el guiño a la Aufstieg und Fall der Stadt Mahagonny de Bertolt Brecht, que el rey lagarto retituló como Alabama song, en la última parte de los Doors con Morrison vivo:
3. An American Prayer. Antes de París y sus poemarios, unos meses antes de que Pamela Courson lo encontrara tirado, vino su look Lebowski y su extraña obsesión con algunos muertos a los 27 años: Robert Johnson, Brian Jones, Janis Joplis, Jimi Hendrix. Ahí grabó varios de sus poemas que más tarde los Doors sobrevivientes musicalizaron en ese extraño disco del 78, que saca escalofríos.
4. Nada. Para terminar, un epílogo hecho documental. Pero que también funciona de prólogo. La puerta a The Doors: When you’re strange, para bajarse en 720p o cargar en Cuevana. Salud, Mr. Mojo Risin.