Los Hells Angels en el ojo de Hunter S. Thompson
En 1965, Hunter S. Thompson registró una de sus primeras grandes historias. Trabajando para The Nation, vivió con la más agreste pandilla de motoristas de Estados Unidos. Los Hells Angels. De ahí que al año siguiente Random House editara Hells Angels: the strange and terrible saga of the outlaw gangs, la narración de su larga temporada en la que anduvo con ellos y sobrevivió para contarlo: borracheras a tope, drogas a manta, peleas infernales, acoso y paranoia policial, fiestas en ácido y, claro, todo el entramado “gonzo” que postula al reportero no como un observador inerte sino como un participante central.
Peligrosamente central en este caso.
“Tensos para la acción, pelo largo al viento, barbas y pañuelos ondeando, aros, cadenas, cruces gamadas y Harleys desguarnecidas mientras el tráfico se abre por la 101, nervioso, para dejar que pase la formación como el estallido de una tormenta de polvo”, dice la solapa de su traducción al español Los Ángeles del infierno: una extraña y terrible saga, publicada por Anagrama.
Una historia que se desmorona cuando los motociclistas sospechan que el autor ganaba dinero con sus textos. Ahí la banda exigió parte de las ganacias, y todo terminó con Thompson recibiendo una salvaje paliza.
Este registro fotográfico de ese entorno fue captado por el propio Hunter S. Thompson e incluye algunos autoretratos.
