Juana Fe y el rosario del baile

por · Abril de 2012

Juana Fe y el rosario del baile

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De todos los artistas de este Lollapalooza, Juana Fe deben ser los que más se han presentado bajo la inclemencia del sol. Están acostumbrados a los espacios abiertos, a los festivales de día, a la gente bailando mientras ruega que le avienten agua, y eso se notó en su pasada por el Alternative Stage. El ensamble liderado por Juan Ayala, no tardó en acumular una cantidad importante de espectadores entregados a lo que ellos mismos han denominado la afrorumba chilenera.

Combatiendo la insolación, el repertorio de la banda se centró en sus últimas dos producciones, “Afrorumba Chilenera” y “La Makinita”, dibujando ese trazo que la banda ha recorrido desde una propuesta más cercana a la tecné para releer la cultura popular, desde la complejización, hasta la masificación de su espacio, llevándolos a construir melodías tanto radiables como neoclásicos de las fiestas mechonas. Desde la fusión jazz latina hasta el descubrimiento de la cumbia villera argentina, Juana Fe se ha ido desintelectualizando, por decirlo de alguna forma, lo cual les ha permitido alcanzar mayores audiencias en el último tiempo.

Callejero”, “La Makinita”, “Tengo Lukita”, se levantan como himnos catárticos, el público los corea, los salta, levanta el polvo. Himnos que, por muy bailables, tienen un contenido tan social como popular, denuncian, critican, llaman a la movilidad: es la misma banda que hace unas semanas tuvo un episodio algo patético con lo más rancio de nuestros políticos, en donde un alcalde los bañaba a garabatos tras una presentación por sus tierras. Algo así. Juana Fe dedica palabras a los estudiantes, hace alusiones a las marchas y a los enfrentamientos contra el Poder, en el más festival más neoliberal que nuestra historia local haya conocido. Todo disfrazado de baile.

Al terminar el show, los integrantes se bajan del escenario, saludan a una rubia y una morena que bailaron desde el costado más íntimo, donde solo comparten los amigos y parejas de banda, y que ahora corren para ir a ver el final de Foster the People en otro escenario. Y hay más porque Ayala y otros músicos piden a los guardias que abran la reja que separa todo y salen a compartir con la gente, se toman fotografías, les mandan saludos a los celulares, incluso dan algo así como una minientrevista. Son por lo menos unos 30 minutos, en que se dedican a recibir las réplicas de su show, palpando a los mismos afectados: el público que los sigue, el que llegó a hacer la hora, y los que los descubrieron esa misma tarde.

Juana Fe y el rosario del baile

Sobre el autor:

Daniel Hidalgo (@dan_hidalgo). Publicó los libros Barrio Miseria 221 (2009) y Canciones punk para señoritas autodestructivas (2011).

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