Los legendarios pasaron por Valpo.
El pasado viernes, el grupo Los Tres (1991) aterrizó en el mítico Teatro Municipal de Valparaíso -el mismo donde semanas atrás estuvieron Los Jaivas presentando el setlist que tocarían en Lollapalooza Chicago-. Los de Conce, dieron un show que rememoró aquella mágica actuación en los estudios de MTV en Miami, el famoso Unplugged. Un disco que marcó el posicionamiento internacional de Los Tres, el cual siempre estuvo marcado por la poca claridad en que estaban los penquistas y los objetivos individuales.
// Fotos: Jorge Severino.
El casi lleno recinto esperaba los clásicos de la banda y, a su vez, esta propuesta con aires a rememoración del disco que vendió más de 120 mil copias.
Efervescencia era lo que se respiraba en el ambiente. Un público cercano a los 30 años de edad y cientos de veinteañeros esperaban impacientemente la salida de la banda. A eso de las 21:20, salieron a la cancha Álvaro Henríquez, Titae Lindl, Ángel Parra y compañía. Una salida en falso con su primer track “Camino” del disco Hágalo usted mismo (2006) abrían las puertas al show que se ambienta y caracteriza una parte importante de la música popular chilena y al rescate de las obras de Roberto Parra. El setlist siguió solo para fanáticos: “No es cierto”, “Despídete con un beso” (cover de Buddy Richards) y la sólida “Lo que quieres” de La Sangre en el cuerpo (1999).
El resto del recital estuvo marcado por una mística entre músicos/público. Desde la galería se escuchaba el clásico grito del equipo local de fútbol “ese a ene: SAN (…) Santiago Guander de Valpara-í-so”. Estaba todo dicho. Aplausos por parte de Los Tres a sus fans. Este recital también contenía el set clásico de cuecas que incluyen en sus recitales desde su vuelta a los escenarios el 2006.
Sobre el escenario siguen sintiéndose a gusto. Existe la química. Hay onda. Los fanáticos más ortodoxos reclamaban actualizar los clásicos e incluir canciones de sus discos Fome y La Sangre en el cuerpo. Pero al resto eso no le importaba mucho. La mesa estaba servida y llevaron a sus fans a la melancolía con “Flores Secas”, “Me rompió el corazón” y sus caballitos de batalla: “He Barrido el sol”, “Amor violento” y la emocional “La Espada y la pared”.
El recital, y como decíamos, estuvo marcado por el homenaje a Roberto Parra: “En Capilla”, “País de Ilusión” y la ecléctica “Jazz Huachaca” sonaban con guitarras jaspeadas. El show que marcó la vigencia de Los Tres. Aunque muchos digan que están saturados, el llameo de la guitarra de Parra, la lucidez de Henríquez y el virtuosismo de Titae, los mantienen en un estatus que los ha tenido arriba por más de 20 años, a pesar de los resezos esporádicos. Uno de los grandes baluartes de la vuelta a la democracia siguen vivos y no dejados como otros. Eso se agradece.
