Noche en la ciudad: la fiesta de Jorge González en Fauna
Jorge González se tomó realmente en serio la presentación de Corazones (1990) en Primavera Fauna. Acompañado por Cecilia Aguayo y Uwe Schmidt, el ex Los Prisioneros tocó los casi 45 minutos que dura el álbum de manera impecable.
// Reseña: Gonzalo Paredes • Fotos: Daniel Olivares.
Tres módulos de instrumentos: dos de teclados y otro con secuenciadores, esperan por los músicos. González, Aguayo y Schmidt aparecen en el escenario latino del Festival Primavera Fauna y los aplausos de los miles que nos encontramos ahí se multiplican. «Buenas noches, nos han invitado a tocar un disco que se hizo hace mucho tiempo, que se llama Corazones», dice González. Suena “Amiga mía”, track número dos del álbum, y comienza la histórica revisión en vivo a uno de los discos más importantes e influyentes de la música nacional. Un registro personal y desgarrador, compuesto en el ocaso de la banda de rock más importante de Chile, y plagado de hits y canciones incombustibles. Para muchos, el primer disco solista de Jorge González y no el último de la primera época de Los Prisioneros. Corazones es el inicio de un movimiento de pop desvergonzado, completamente ajeno a la tradición rock, lleno de clichés líricos y hecho, casi en su totalidad, para bailar. Piedra angular de lo que hoy hacen Javiera Mena, Álex Anwandter, Gepe, e incluso Manuel García en su último disco. Revolucionario en su época, pero pertinente al momento que vivía Chile. Corazones es un disco muy representativo de la transición, al menos en estética y propuesta, del paso dictadura – democracia.
El show sigue, continúa “Por amarte”, una declaración de intranquilidad y sinceridad en clave dance, acompañada por un repetitivo teclado que para estos efectos es interpretado por Cecilia Aguayo, tal como en 1990 cuando el disco se presentó en vivo para su promoción. Aguayo llevaba 15 años sin tocar profesionalmente, hasta el pasado sábado. Fue el propio González quien la convenció hace más de un año de volver a ensayar y tocar junto a su esposo y además integrante de esta presentación, Uwe Schmidt. El alemán, mejor conocido como Atom Heart o Señor Coconut, siempre estuvo en los planes de González para esta ocasión.
Continúan con “Estrechez de corazón”, el single más popular del álbum, incluso cantado y adaptado hasta por barras de fútbol, “Cuéntame una historia original”, “Noche en la ciudad (fiesta!)” y “Tren al sur”. La voz de González, salvo algunas nimiedades, es impecable. El en vivo suena tan bien como el disco grabado hace 22 años en Entourage y Mad Dog Studios, en Los Ángeles, California. Corazones es uno de los primeros proyectos de música nacional grabado con estándares internacionales de producción. Las 180 mil copias vendidas en Chile no fueron al azar. La fidelidad y calidad de su sonido, fuera de la genialidad de González, se le debe también a Gustavo Santaolalla. El productor argentino y ganador de dos Óscar, trabajó por encargo de EMI con González y nunca escatimó en elogios para hablar del chileno. «Jorge González es uno de los mejores cantautores del mundo», señaló en su momento el también productor de otras bandas como Café Tacuba, Julieta Venegas, Bersuit Vergarabat, Molotov y Jorge Drexler.
«La que viene es la mejor», apunta González antes de tocar “Con suavidad”, canción que hace bailar a los muchos que seguimos viendo el show, frente a los otros que comienzan a arrancar para ver de más cerca a Pulp, el plato fuerte de la noche. «Es primera vez que me invitan a tocar solo por mi música», dice González luego de tocar “Es demasiado triste” y poco antes de finalizar con “Corazones rojos”. Termina así una jornada histórica, una revisión pulcra del disco de la camisa ensangrentada, imagen en donde al igual que las letras del álbum González es el protagonista.
