Menos es más

por · Febrero de 2013

Qué pasa si mezclamos el gusto por los arreglos musicales de alguien como Álex Anwandter y el trabajo en las letras de alguien como Gepe. El resultado podría ser Álex & Daniel, un cancionero bailable de texturas sintéticas que el dúo acaba de estrenar.

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Qué pasa si mezclamos el gusto por los arreglos musicales de alguien como Álex Anwandter y el trabajo en las letras de alguien como Gepe. El resultado podría ser Álex & Daniel, un cancionero bailable de texturas sintéticas que el dúo acaba de estrenar.

 

Una vez, hablando de la honestidad en la música, Álex Anwandter dijo que lo emocionaba una canción de Sade tanto como una de New Order. Que hay cuarenta años en ese camino, toda una historia de Kraftwerk en adelante.

Antes de todo eso, unos meses después que Teleradio Donoso publicara Bailar y llorar en 2008, Daniel Riveros (Gepe) se puso en contacto con el líder de la banda, Álex.

«Cuando escuché “Amar en el campo” creí de inmediato que la persona que había escrito la canción era un genio», le contó Gepe a La Tercera sobre la canción que escribió Anwandter para ese disco.

Ese fue el embrión del proyecto Álex & Daniel, pero está claro que con la admiración no basta.

Habla Anwandter: «Lo que más nos gustó —y más nos esforzamos por hacer— fue componer juntos, en la misma pieza, en el mismo momento. Eso era muy especial, tenía unos resultados de otro nivel, porque las otras combinaciones eran que yo llegaba con una idea y Daniel la completaba, o lo mismo con él. Pero lejos, las más bacanes son las que compusimos juntos, tocando y cantando al mismo tiempo».

Sigue: «Era una cosa bien rara, yo jamás lo había hecho. La primera canción que hicimos, la hicimos así y quedamos como… “¿ya?” Nos encantó la canción, y fue facilísimo trabajar entre los dos. Prácticamente no nos conocíamos, nos conocimos trabajando, y nos hicimos amigos y todo. Después de eso fue como: “ya, hagamos el disco”. Y (el resultado) tiene que ver mucho con una manera de trabajar que adoptamos, que fue, en el momento de trabajar, no juzgar, no pensar en adjetivos: qué ridículo, qué cliché, qué kitsch, qué chano, qué nada. Todo está bien, y después lo evaluamos».

Ese resultado es Álex & Daniel, un trabajo homónimo de ocho canciones que está en el límite preciso de lo bailable y lo netamente apreciable, en el fondo es un pop maduro, trabajado, que propone, que relee otras cosas.

Acá no hay solos, el entramado de estas canciones está en función de la concisión, además de dialogar con letras que juegan con las palabras como si estas tuvieran valores matemáticos: «Cuando tu cerebro deje de latir/ y el corazón no deje de pensar/ por el mismo precio puedes recibir todo lo que quieras/ Cuando tus oídos dejen de escuchar/ todas las palabras que no quiero decir/ en ese momento puedes recibir todo lo que quieras».

«Sé que escuchas como callas» parte diciendo Gepe en la primera canción que escribieron juntos y, también, en la primera que decidieron mostrar del proyecto, “Mundo real”.

Esta parece la más ideada como single radial. Es pegajosa y una buena carta de presentación. Gepe y Anwandter cantan a dúo, siendo también uno de los pocos temas en donde se aprecian los distintos timbres y personalidades de cada uno.

Tanto acá, como en “Una nueva aventura”, la voz de Álex parece un holograma sobre el pulso galopante de la canción. Es la tónica de este crossover donde ambos se potencian por separado. Primero, Anwandter como productor y arreglista; este disco parece ser la evolución lógica de Rebeldes, pero también una cruza menos experimental de Odisea: ningún tema sobrepasa los 4 minutos; y luego Gepe, sin tomar distancia de los moldes de la canción popular, sigue con su timbre que recuerda al fraseo de Violeta Parra, el que adoptó en los tiempos del disco Gepinto.

En “Segunda” y “Mejor que yo”, a continuación, la dupla se amalgama. Esta última es una balada con el aire de Santiago como fondo que mezcla los arreglos melódicos de Gepe junto al gusto por el soul blanco y ochentero que tiene medio obsesionado a Anwandter.

En “Cada vez que invento algo sobre ti” Gepe canta solo. Es lo más groovy del disco y recuerda en clave de pop electrónico a “I miss you” de los Rolling Stones, pero Teleradio Donoso ya lo había hecho de cierta forma en “Cama de clavos”. Es un tema coquetón, hasta con un solo de saxo al final, que retoma brevemente la fórmula del trance de Odisea.

Este último es el tema donde Álex imprime todo su sello. Daniel lo hace más adelante en “Japón”.

“Baby” tiene algo de Marvin Gaye. Anwandter, que es el productor musical de este trabajo, canta solo y por lo mismo parece un descarte de Rebeldes.

«Creo que lo que más importa es la melodía y la letra. Y el ritmo quizás, pero ni siquiera tanto» aconsejaba el ex-Teleradio en una entrevista sobre hacer canciones memorables, una pista quizá para entender por qué en este álbum las partes musicales sin voz, esas que tienen que ver con un interés por lucirse, casi no se advierten.

«Te pone ready pensar en mí» dice Gepe en “Japón”, continuando con su diccionario popular de Chile, como una prolongación del “Bacán tu casa” de su disco GP. Mientras “Miña” parece una apropiación del pronombre en portugués “minha” —que significa “mía”— donde la voz de Gepe flota perfecta sobre la muralla sónica de Anwandter.

Este particular proyecto discográfico es un compilado de buenas canciones, uno que nace de la amistad de dos músicos chilenos reconocidos y que no tiene mayores intensiones que esa: efectuar un diálogo creativo inédito en el panorama nacional.

Los argentinos saben más de eso. Ahí están: Spinetta y Páez, Cerati y Melero, Iorio y Flavio, Moura y Sergi.

Álex & Daniel es honesto, natural y poco ambicioso, en el sentido de que, a pesar de ser un muy buen disco, no busca superar los trabajos que estos músicos han realizado por separado.

 

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Sobre el autor:

Daniel Hidalgo y Alejandro Jofré

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