Vuelven los Santos Dumont

Me encuentro con Mauricio Melo y Julián Peña en la esquina de Condell con Rancagua. Prendemos un cigarro y caminamos juntos hacia el estudio de Algo Records, el lugar en donde los Santos Dumont graban intensamente Santosaurus, el EP que los traerá de vuelta a las pistas tras 14 años sin editar material nuevo como banda.

Se ven contentos y animados a pesar de las arduas sesiones que los han obligado a tocar todo el día y a estar fuera de sus casas.

Juntarlos es toda una odisea. Los Dumont ya no viven en Conce hace años, salvo Melo. Alberto vive en Calera, Iván en Valdivia y Julián en Pichilemu.

De fondo suenan las mezclas de lo que será el EP sucesor de Similia Similibus y Un día en el ático (y lo que encontramos ahí). Son casi las 5 de la tarde y los Dumont descansan un rato para comer y posar para las fotos de promoción.

«Sabías que la primera persona que nos sacó una foto fue Alberto, cuando aún no era de la banda, y terminó siendo bajista. Luego la segunda persona que nos fotografió fue Marcel Molina y terminó tocando teclados con nosotros. Bienvenido a la banda», le dice Melo al fotógrafo, quien parece no entender la talla.

Iván Molina es el baterista. El ex Matorral e integrante de la Big Rabia está feliz. A fines de mayo viajará a Barcelona junto a la Big Rabia, para ser parte del Primavera Sound Festival que este año incluye en su cartel a bandas como Blur, Phoenix, Nick Cave y The Breeders.

«Concursamos por medio de Algo Records y ganamos. Tocamos en un escenario más chico junto a Perrosky y ya tenemos agendada una fecha en Valencia», cuenta Molina, quien además es el nexo entre Santos Dumont y Algo Records. La discográfica de los hermanos Alejandro y Álvaro Gómez, la casa que aloja el estudio de grabación, fue en algún momento su hogar.

Pablo Giadach es el productor. El guitarrista de The Ganjas y creador de Casino cuenta que ya había trabajo con casi todos como solistas, pero nunca con la banda completa. Lo pasa bien, le gusta, se ríe pero además pone orden.

Se enoja cuando una guitarra electroacústica queda muy brillante o cuando Melo, toca, toca y toca y el solo —que intenta en una impecable Fender Jazzmaster— no sale.

¿Por qué Pablo Giadach como productor?

—Lo conocemos desde antes y es un gran productor. Tiene buen oído y tiene mucha paciencia que es lo más importante para los músicos. Aparte se da cuenta de detalles de todo tipo y tiene buen gusto y muy buena crítica. Eso es un buen productor, un tipo que a lo mejor haría otras cosas dado sus gustos musicales, pero Pablo es un tipo muy abierto a todos los estilos y te guía de muy buena manera.

Cuéntenme, ¿qué sonoridad tendrá Santosaurus?

—Son temas que ya estaban compuestos. De hecho, algunos los grabamos en radio Rock and pop hace unos buenos años atrás. Los reformulamos, cambiamos algunas estructuras y letras y elegimos cinco canciones que componen este EP. Prácticamente desarmamos y volvimos a hacer algunos temas. Además incluimos en la grabación a Nicolás Ferrada, tecladista de Mantarraya, que le da un sonido muy interesante a los teclados. Además es muy rápido para grabar.

Debíamos terminar y publicar estas canciones. Lo que viene a fin de año, que es la grabación de un nuevo disco, será otro tema.

¿Por qué reeditar estas canciones y no publicar material nuevo?

Julián: Es como cerrar un ciclo, creo yo. Debíamos terminar y publicar estas canciones. Lo que viene a fin de año, que es la grabación de un nuevo disco, será otro tema. No sabemos en qué terminarán.

Alberto: Estas canciones fueron lo último de Santos Dumont. Luego de empezar a grabar estas canciones, en 2001, nos separamos.

Ahora sí

Se iban todos a México y Alberto Rojas, no. Tenía un proyecto de vida (Rojas es traductor de inglés) y una familia. «Tras la separación estuve mal casi un año, hasta que nació mi hijo. Él lo cambió todo», cuenta el bajista quien mientras conversa sobre Santos Dumont en el estudio, termina urgente una traducción para hoy.

En septiembre de 2002 Santos Dumont ya no daba más. La banda que sonó hasta más no poder con su single “Ayer”, el único de alta rotación en radios, influenció a decenas de grupos en Chile y grabó Similia Similibus, uno de los discos más interesantes de la historia de la música popular chilena, no soportó la presión ni los problemas internos y se separó. El proyecto no funcionó.

Finalmente fue Mauricio Melo el único en emigrar a México.

Los años que vinieron fueron muy productivos para cada uno de los integrantes. Melo produjo en México, Iván Molina formó Matorral y el sello Discos Tue Tué y Julián Peña creó Casanova, hizo colaboraciones para Ángel Parra Trío y editó un disco solista. Alberto formó familia y (salvo creaciones propias y caseras) guardó silencio musical durante más de 10 años.

¿Cómo se convencieron de que debían volver a grabar y tocar nuevamente?

—Se dio todo muy normal. En 2008, cuando se reeditó Similia Similibus, hicimos dos fechas en Santiago y Concepción, pero no pudimos seguir tocando por proyectos personales. El año pasado y tras una lluvia de correos electrónicos por parte de todos, tocamos en el cierre de los Talleres Artistas del Acero, en Concepción, conversamos y decidimos volver de a poco a tocar en vivo y reeditar material que teníamos compuesto desde hace mucho tiempo.

La dupla Peña/Melo en composición sigue funcionando muy bien.

¿Cómo se toman el regreso?

—Con relajo. Ya no tenemos la carga ni la presión que teníamos antes. Que vamos a triunfar, que nos vamos a ir a México, que tenemos que ensayar todo el día. Hoy nos podemos poner de acuerdo para todo. Estamos más viejos y nos respetamos mucho más. Además la dupla Peña/Melo en composición sigue funcionando muy bien.

Gotas de Limón

Conversamos sobre el Aftermath de Rolling Stones, Spinal Tap, The Smiths y Alberto recuerda lo difícil que era acceder a escuchar y tocar música en la Concepción de los 80. «El otro día me bajé un compilado de The Smiths y escuché cosas que nunca había oído. Claro, los casetes eran tan malos y lo más probable es que mi copia debe haber sido la décima re grabada, que ni te cuento como sonaba», alega.

Mientras me cuenta, se queda callado un rato cuando escucha sonar las mezclas de la batería. «Está tocando muy bien este hueón», comenta sobre Molina.

¿Qué bandas les llaman la atención actualmente?

Mauricio: ¡Cantaremán! Nos gusta mucho. Julia Smith, Dënver, Gepe.

Alberto: Julia Smith es una banda increíble, de lo mejor que he escuchado últimamente. Me encanta la disposición que tienen sobre el escenario. Si es necesario que el bajista pase a la guitarra, lo hace, si el guitarrista pasa al bajo, también. Es una voluntariedad que no se ve a menudo en la música.

Cuando cantábamos en inglés nadie pescaba y éramos como raros. Cuando explotó el sonido brit pop en la música chilena nos separamos.

¿Cuál creen ustedes que es la influencia de Santos Dumont en la música chilena?

Julián: Me llena de orgullo que se nos nombre como influencia. Una vez en una entrevista el Álvaro Henríquez dijo que una de sus grandes influencias para Fome (de Los Tres) había sido Santos Dumont. Lo mismo con Los Búnkers. Melo les produjo su primer disco. No es para nada un peso. Es muy agradable saber que hiciste algo que motivó a otras personas.

Alberto: Nosotros como banda siempre llegamos tarde a todos a los lugares. Cuando cantábamos en inglés nadie pescaba y éramos como raros. Cuando explotó el sonido brit pop en la música chilena, con bandas como Glup! o Canal Magdalena, y que es el sonido al que más podíamos parecernos, nos separamos. Es raro. Como que nunca estuvimos ahí. En ese sentido como que a la banda que más nos podríamos parecer es a los Vidrios Quebrados.

El próximo 19 de abril, en Máscara de Valparaíso, Santos Dumont presentará su nuevo EP. Lo mismo hará el 20 en Bar Loreto de Santiago. Será la oportunidad para escuchar Santosaurus en su totalidad y otras canciones perdidas del vocabulario musical penquista.

El primer corte será “Gotas de Limón” que ya está disponible para su descarga y reproducción.

Por mientras, la banda se prepara para diciembre. Su reto final recién será a fin de año: un disco de larga duración con composiciones completamente nuevas.

Lo bueno es que, al parecer, hay Santos Dumont para rato.

[FOTOS] Pablo Schalscha.