Estuvimos en el único festival de cine clase A de Latinoamérica, entre actores famosos, viejas tomando sol, muchas películas chilenas (conversamos con un director) y algo más. Con esto nos quedamos.
Texto y fotos por Elizabeth Escobar.
No es menor el hecho que el país invitado de este año en el BAFICI, el Festival de Cine de Buenos Aires, haya sido Chile. Tampoco lo es que hayan elegido una película nacional para abrir el último Festival de Cine de Mar del Plata. ¿Será que el cine chileno está de moda en Argentina? Posiblemente sí. En Mar del Plata, donde se realiza el único festival de cine clase A de Latinoamérica —o sea, al nivel de Cannes, Venecia o Berlín— se contaron diez películas chilenas, más otras cinco en que nuestro país aparece como coproductor, como Las Niñas Quispe, El Verano de los Peces Voladores, o Fiesta falsa, por decir algunas.
Fiesta falsa es una película realizada en Valparaíso por Daniel Peralta, y protagonizada por Tomás Verdejo. Su director nos cuenta un poco sobre su forma de hacer cine —cine garage, según sus palabras y las de Fuguet, quien acuñó el término— y su experiencia en el festival.
—¿Qué es eso del cine garage?
—Para mí, el cine garage es un cine hecho entre amigos, como el ensayo de tu banda en el garage, pero todos sabiendo tocar muy bien sus guitarras. Es sólo una forma de filmar, que no condiciona ni tampoco menoscaba el resultado, sino todo lo contrario, ya que trabajo con grandes profesionales en cada área. El cine garage es un cine de bajo presupuesto y de alta calidad.
—¿Y los actores?
—Para mí los actores son lo más importante, son el pilar emotivo de una película, son la sangre y tripas. Si bien todos las labores de una película son importantes, los actores son los que le dan el cuerpo y voz a los personajes que escribo. En Fiesta falsa todos los personajes fueron escritos para actores específicos, ya definidos, como Tomas Verdejo, Fernando Mena, Cristóbal Valenzuela y María José Bello.
—¿Cómo les fue aquí, en Mar del Plata?
—Nos sentimos muy bien. Junto a Tomás Verdejo presentamos las dos exhibiciones de Fiesta falsa, en un cine muy bonito, con un look dicotómico, entre antiguo y moderno, como es Mar del Plata. Siempre es muy gratificante salir fuera de Chile a presentar tu película, y que la gente se acerque a felicitarte al terminar la muestra o a comentar pasajes que le gustaron. Es ahí, para mi, cuando se cierra la película.
Postales
Un festival cuyo principal glamour está fuera de las alfombras y las fiestas: en la playa y en la calle encontramos lo más interesante.
A la actriz Catalina Saavedra le enviaron, por ser una invitada especial, una invitación vía mail a un cóctel. Al final no había ni canapés para comer, y tuvo que comprarse la cerveza que tomó. La Cata se reía de que le pusieran tanto color con el festival clase A, el único de Latinoamérica. “Clase Anda a acostarte” decía ella, aunque los argentinos no la entendían.
A la salida de la proyección de The Strange Little Cat, el público, principalmente jubiladas, se acercó y casi acorraló al director, el suizo Ramon Zürcher, para que les explicara qué onda su película. «¿Y por qué tantos primeros planos?». «¿Y por qué en un solo lugar?». «No entiendo tu película».
Los viejos y los perros callejeros son los protagonistas de la ciudad y sin duda los más cool del festival, los perros no entran al cine pero los viejos sí: son los que llenan las salas y los que siempre levantan la mano en el foro para preguntar. En las tardes, y en cualquier parte de la costanera, tiran su toalla, sacan su mate y se tienden a tomar sol.
El único certamen de cine en el subcontinente clasificado en la categoría A, el Salón Cama de los festivales. Tuvo lugar entre el 16 y 24 de noviembre, en la ciudad costera de Mar del Plata. Entre los invitados más destacados estuvieron Ricardo Darín y John Landis, y de nuestros nacionales la Cata Saavedra y Roberto Cayuqueo.
