José Alfredo Rangel, “Joselo”, es el guitarrista principal de los mexicanos Café Tacvba y esta es su última columna aparecida en el Excelsior de Ciudad de México. En 2002, su banda grabó el Ep Vale callampa con temas re-interpretados de Los Tres en clave Tacvba. El 31 de diciembre a media noche, o mejor dicho, […]
José Alfredo Rangel, “Joselo”, es el guitarrista principal de los mexicanos Café Tacvba y esta es su última columna aparecida en el Excelsior de Ciudad de México. En 2002, su banda grabó el Ep Vale callampa con temas re-interpretados de Los Tres en clave Tacvba.
El 31 de diciembre a media noche, o mejor dicho, en los primeros segundos de 2014, Los Tres estrenaron su nuevo sencillo “Hey Hey Hey!” con todo y video en su página oficial.
El nuevo single habla, como muchas otras composiciones en la historia de la música, de la traición de una mujer. El beat, la melodía, el riff de la guitarra de “Hey hey hey!” recuerda a otras canciones, pero al mismo tiempo es única.
Es, indudablemente, una rola compuesta por Álvaro Henríquez para el grupo del cual es líder. No tengo la información a la mano, pero seguramente Roberto Lindl comparte créditos de composición, como lo ha hecho en muchísimas canciones exitosas de la banda.
El video fue choqueante para algunos que lo vieron en Chile, México y España. Escenas de dos mujeres besándose es algo que mucha gente no puede soportar. Tampoco les gustó que en el video se trate el tema del femicidio. Algunos lo tomaron como una apología, así que tuvo que salir Álvaro Henríquez a explicarles lo que no se debería explicar: que en la cultura del blues (de donde surge esta canción) hay una tradición de letras que hablan de muerte, asesinato, desamor y, sí, femicidio.
Parecía que ya nada podía espantar al público en la segunda década del nuevo milenio, pero Los Tres lo lograron. ¡Felicidades! Que hablen de ti, aunque sea bien.
Lo que a mí me soprendió más fue enterarme que ahora Los Tres son dos.
Titae y Álvaro siempre fueron los pilares de Los Tres, y más ahora que son los dos únicos miembros originales que quedan en este grupo, cuyo nombre hace referencia al número de integrantes con que contaban allá en sus inicios, a principios de la década de los años 90. Pancho Molina estaba en la batería, y así, como trío, dejaron su natal Concepción para buscar mejores oportunidades en la capital.
Fue en Santiago donde se les unió Ángel Parra, un excelente guitarrista que, además, puede presumir que en las ramas de su árbol genealógico está la cantautora Violeta Parra y el gran poeta Nicanor Parra.
Gracias a que su cuarto material, Fome, era un gran disco y a que MTV Latino funcionaba de puente entre los distintos países latinoamericanos, Los Tres lograron traspasar fronteras, convirtiéndose en una de las bandas chilenas más conocidas, dentro y fuera de su país.
Los Tres se desbandaron en el año 2000, para volver a juntarse, ya sin Pancho en la batería, en 2006. Para ocupar el puesto vacante vino Manuel Basualto.
Ahora, después de 23 años en la banda, Ángel Parra es quien se sale. Según el periódico La Tercera de Chile, una de las causas de su renuncia es la reticencia del guitarrista a salir tanto de gira fuera de su país. Otra es su trabajo con otros artistas, como Manuel García, en donde quizá (y esto ya es pura especulación) se siente más libre y renovado que en Los Tres.
Como remplazo de Ángel Parra viene Sebastián Cabib. A él lo conozco, pues andaba tocando con Álvaro Henríquez cuando me fui a Santiago a trabajar mi segundo disco solista. A Sebastián le decían «El Chiporro», porque era el más chico de todos los que andaban por ahí (chiporro es como le llaman a los corderitos en Chile, cuya suave piel se utiliza para fabricar botas y chamarras).
Como yo me fui solito a Santiago a grabar mi disco Lejos, Álvaro me presentó a varios músicos, con los que terminé grabando. Sebastián tocó el bajo y Manuel Basualto la batería. Nos metíamos a la sala de grabación para hacer los arreglos de cada canción y no salíamos de ahí hasta que tuviéramos algo. Lo grabábamos inmediatamente, a la vieja usanza, en vivo, a una cinta que registraba nuestros aciertos y errores sin posibilidad de corregir nada, como se puede hacer en Protools.
Manuel Basualto también dejó a Los Tres y ahora quien toca la bataca es Boris Ramírez, integrante de Primavera de Praga, banda a quienes Álvaro produjo un disco.
¿Se tendrán que cambiar el nombre ya que nos son tres? No creo. Si cuando eran cuatro no se pusieron Los Cuatro, ahora que van mermando los integrantes originales no tienen por qué llamarse Los Dos.
Sólo espero que al rato no se salga Titae, y Álvaro Henríquez se tenga que poner Los Uno. Aunque como nombre no suena mal, para ser una banda siempre se necesitan más integrantes.
¡Larga vida a Los Tres!