La policía sueca cerró The Pirate Bay, el directorio de torrents más grande del mundo, pero el concepto de compartir contenido en Internet va a seguir en pie, tan vivo como siempre.
Esta semana la policía sueca cerró el motor de búsqueda y tracker de torrents The Pirate Bay (TPB), el más grande del mundo, pero sabemos, no servirá de nada.
El concepto de compartir contenido en Internet va a seguir en pie, tan vivo como siempre. Lo dice la historia. Desde 1999 que el ciclo se repite absurdamente: las grandes corporaciones a través de lobby cierran un sitio/aplicación de enlaces/p2p, la comunidad de usuarios/piratas llora la pérdida, los defensores del copyright se abrazan.
Al minuto siguiente todo vuelve a empezar con otro nombre y en otro servidor.
Le pasó a megaupload.com, torrent-finder.com, onsmash.com y cuevana.tv, pero también a los parásitos de Napster: KaZaA, EDonkey2000 y eMule, entre otros.
Y probablemente seguirá pasando.
Away from keyboard (2013), uno de los documentales que mejor registra estos procesos, muestra el juicio contra The Pirate Bay y las posturas enfrentadas. Según los acusados, TPB «democratiza y crea fantásticas condiciones para la libertad de expresión». Para los abogados que exigen US$ 13 millones como compensación para MGM, Columbia, 20th Century Fox y Warner Bros., TPB «ha operado como un negocio ilegal y han obtenido ganancias».
«El problema es que gente vieja está a cargo de esas empresas. Saben cómo se hacía dinero antes y no quieren ni van a cambiar (…) Espero que no tengamos un Internet monitoreado y limitado, porque el problema más grande ahora mismo es que la industria del derecho de autor está cavando una tumba para Internet. No considera los beneficios públicos de un Internet libre», dice uno de los colaboradores de TPB.
Acá puedes revisar el documental completo:
ACTUALIZACIÓN: Colaboradores del sitio IsoHunt.to revivieron Pirate Bay de manera no oficial, con un nuevo nombre y diseño: Old Pirate Bay.
