Mayo es un mes intenso para Vectores. El trío santiaguino será el encargado de telonear los conciertos de The Horrors y Pxndx, por eso quisimos saber en sus propias palabras de qué se va su propuesta.
Mayo es un mes intenso para los integrantes de la banda nacional Vectores. La agrupación santiaguina será la encargada de telonear en el Teatro Cariola los conciertos de The Horrors y Pxndx de este mes, por eso quisimos saber en sus propias palabras de qué se trata su propuesta.
Si bien el lanzamiento de su primer disco V de Vectores fue a fines del 2014, los muchachos parten su carrera en conjunto el 2012, cuando Camilo Erazo (voz y bajo) y Tomás González (voz y guitarra), compañeros de colegio, conocen a Ignacio Valeria (batería) y deciden crear una banda. Anteriormente, con raíces punk-rock habían armado por separado proyectos amateur de covers, incursión que les habría servido para llegar a componer sus primeros temas.
Un punto clave fue tener un norte en común, su vocación está con Vectores. «Ir a la universidad es nuestro hobby, los tres sabemos que si llega el momento de dejarlo, lo vamos a hacer, porque esta oportunidad no se les da a muchas bandas, tendríamos un karma terrible si la abandonamos, así que lo asumimos profesionalmente».
Según ellos, el refrescante sonido que consiguieron con su álbum debut no tiene una influencia clara o estática, pero sí intentan tomar elementos de Soda Stereo, Fito Páez y Los Prisioneros. Aunque también han asimilado un estilo garage propio de las bandas de habla inglesa que escuchan, no está dentro de sus planes seguir la pauta de los aires europeos, pues el concepto que persiguen alcanzar tiene que ver con lo terrenal y próximo de la música latinoamericana, conservando el contexto que está detrás de ella.
Si hay que hablar de la escena musical chilena, admiran la variedad y calidad de sus colegas. «Hay muchos exponentes: Gepe, Francisca Valenzuela, Jorge González, Ases Falsos. Obviamente quisiéramos conversar y entablar relación con todos, que nos cuenten de sus experiencias desde que partieron hasta llegar a donde están, pero musicalmente no creo que existan muchas bandas actuales que se acerquen a lo que nosotros estamos haciendo», dice Tomás.
¿Y qué están haciendo? La identidad de la banda se ha ido conformando a lo largo de sus tres años de vida. Con un mensaje adolescente y ligero hacen un collage de historias de amor y desamor que protagonizaron o supieron por terceros. «Es importante recalcar eso, porque no quisimos pretender algo que no somos, algo tan surrealista, nosotros somos más literales y concretos. Observar lo que pasa a nuestro alrededor es harto de lo que se hizo en este disco».
A esto le suman la intencional propuesta estética del blanco y negro que ya los caracteriza en sus redes sociales. «Se fue dando que todo lo que hacíamos terminaba siendo en blanco y negro y así quedó, nos gustó eso de que veas esos colores y te imagines música más sombría, pero se genera un contraste con nuestro sonido y se da un efecto interesante, un ritmo alegre y rápido con una imagen garage».
Ya estaba lista su imagen, el mensaje y el sonido, solo restaba el nombre. Tomás e Ignacio cuentan que «Vectores» surge en una conversación entre varias cervezas, donde les contaron la historia de un estudiante que estaba tan obsesionado con las matemáticas, que se creía vector; le decían «derívate» y se movía, caminaba solo en línea recta y salió en un diario. Rieron tanto de la anécdota, que se quedaron con el nombre.
Su primera entrega, V de Vectores agrupa diez canciones que tardaron un año en arreglar. La historia parte con la promesa de grabar un disco tras ser el primer lugar en un concurso organizado por la Municipalidad de Santiago. «Se veía súper bonito, no lo creíamos, uno nunca se espera ganar, pero al final no se dio la seriedad requerida para grabar un disco». Pero no tuvieron tanto tiempo para desmotivarse, ya que pronto los contactaron de Transistor, productora y sello con el que trabajan actualmente.
El proceso de composición y grabación se desarrolló en la casa de Ignacio, donde prácticamente convivieron hasta terminar el material. En el camino surge la colaboración de Tim Picchetti, vocalista de Gufi, quien acabó siendo el productor del disco que posteriormente grabarían en San Antonio. «Era una carrera contra el tiempo, dormíamos en un colchón los tres, cagados de frío. Nos propusimos hacerlo de una y eso logramos… es raro pensar que el disco ya está ahí, que grabamos una etapa de nuestras vidas, que lo que grabamos nos gustó y lo haríamos diez veces más».
Con disco en mano, el siguiente paso fue filmar el video de su primer sencillo. Con un equipo encabezado por Bernardo Quesney (que dirigió videos de Andwanter, Gepe y todo el material de Dënver) los muchachos tienen los mejores recuerdos de los 02:46 minutos que conforman el clip de “No pienses”. «Ya sabíamos que (Quesney) hace buenos videos, freaks y llenos de información y nos gustaba esa estética. Fue un día y medio de grabación, alucinante y no queremos que se pierda la magia de sorprendernos con las experiencias, como si fuera la primera vez… claro que ésta sí fue la primera vez».
Pese a estar satisfechos con “No pienses” —canción que aseguran es su caballito de carreras— y “Luces Altas”, tema que esperan sea su segundo sencillo, hay otras canciones a las que les guardan más cariño. «Generalmente cuando se sacan singles se piensa que esa es la canción que representa al disco, pero no necesariamente». En tanto Tomás recuerda “Mejor que hoy”, Ignacio prefiere “Todo bien”, una de las entregas más rápidas del álbum, pero ambos concuerdan en que la mejor opción es descargar y escuchar el disco completo.
Actualmente, los muchachos comentan que están en una etapa de constante y creciente difusión por redes sociales, las cuales consideran más efectivas que llegar a las radios o MTV. Sin embargo, son cuidadosos con el carácter desechable del contenido en línea. «Antes las personas se camiseteaban con sus bandas. Ahora las bandas sacan un disco, aparecen con un nombre gigante en Lollapalooza y al segundo disco no tienes idea qué pasó con ellos. Lo mejor es tener un buen concepto por Internet, por eso hicimos un video cargado de imagen. Como primera impresión tenía que ser algo potente y rápido, intenso».
Además del apoyo por redes sociales, Vectores ha confirmado sus próximas fechas para hacer el trabajo en terreno y conseguir nuevos seguidores como teloneros de The Horrors (4 de mayo) y Pxndx (20 y 21 de mayo). Mientras los tres escuchan a la banda británica, están al tanto que musicalmente están más cerca de los mexicanos, por lo que, sin censura afirman que está en sus planes robar o —para que suene más bonito— conquistar a su público. Y no están tan lejos de lograrlo, si consideramos que el nombre «Vectores» en los afiches casi iguala en tamaño al de la banda titular. «De hecho, el manager de Pxndx se picó un poco por eso y dijo esto está un poco grande, pero ya estaba hecho».
Pero la historia de teloneros no comienza con estas presentaciones. La primera presentación con material propio fue una semana después de que lanzaran su disco, donde abrieron el show de los japoneses One Ok Rock en La Cúpula ante 2.000 personas. «Ese día pensamos ‘esto es lo que queremos lograr en algún momento de nuestras vidas’. La gente obvio pensaba quiénes son estos hueones, pero se llevaron una buena impresión y hoy la mayor parte de nuestros seguidores son los que fueron a ese concierto».
Por el momento, esta fórmula les acomoda y están esperando conformar una base de seguidores firme para lanzarse a los espectáculos en solitario y cumplir su máximo anhelo, viajar y tocar, conocer el norte y el sur, abriéndose paso a tocatas y festivales hasta provocar «eso en el pecho cuando uno escucha una banda que le gusta».
Como la composición nunca se detiene, en paralelo a la promoción de V de Vectores —y el futuro lanzamiento de nuevos singles y videoclips— esperan no tardar tanto en grabar un segundo disco. No obstante, esperan que esta entrega tenga un carácter más potente que su álbum debut. «Hemos pasado meses de ensayos donde todo lo hacíamos juntos, ya estamos compenetrados como banda y no tememos que nuestro sonido vaya evolucionando, queremos traspasar nuestros límites, queremos hacernos las cosas más difíciles».
