En diciembre de 2013, Zach Condon, el hombre orquesta de Beirut, canceló una gira mundial desde un hospital australiano. Estaba por terminar un viaje musical de tres años y estaba sufriendo problemas de salud. Un inminente divorcio y el cansancio propio de la gira lo hicieron colapsar. «Estaba completamente quebrantado y mi cuerpo me estaba […]
En diciembre de 2013, Zach Condon, el hombre orquesta de Beirut, canceló una gira mundial desde un hospital australiano. Estaba por terminar un viaje musical de tres años y estaba sufriendo problemas de salud.
Un inminente divorcio y el cansancio propio de la gira lo hicieron colapsar. «Estaba completamente quebrantado y mi cuerpo me estaba haciendo pagar», dice Condon desde su casa en Williamsburg. «Por primera vez en mi vida, me enfrentaba a una duda extrema sobre mí mismo. Había tocado fondo».
El año pasado, a los 28 años, Condon era incapaz de escribir canciones. «No podía entender cómo un día era capaz de eso y al otro día ya no estaba».
Al regreso de un viaje a Turquía, su país de origen, encontró la solución musical al problema.
Ya de vuelta en Brooklyn, junto a dos compañeros de banda, Paul Collins (bajo) y Nick Petree (batería), comenzaron a trabajar diariamente durante meses completos, en medio del peor invierno en la historia de Nueva York, quizá el clima apropiado para los acontecimientos de los últimos cuatro años.
El impulso los obligó a cancelar sus presentaciones en Sudamérica, incluyendo su ruidoso debut en Chile en el Primavera Fauna de noviembre, en busca de resultados.
En sus trabajos anteriores, Zach Condon había compuesto la mayoría de los temas de Beirut de manera electrónica, con ProTools. Esta vez, las canciones se construyeron en vivo, con su banda y los instrumentos sonando al unísono, en un resultado que podrá ser escuchado a partir del 11 de septiembre de este año.
Ese día será el lanzamiento de las nueve canciones que componen No No No, el nuevo disco de Beirut, a cuatro años de The Rip Tide.