Siete Luna Park llenos solo este año son una medida que grafica el fenómeno de la nueva gran voz del folklore argentino, Abel Pintos, de visita en Chile en agosto.
Como a Spinetta, le dicen “El Flaco” y representa una cruza entre distintos mundos, porque si hay una palabra que pueda definir a Abel Pintos, probablemente esa sería: versatilidad. Y es que a sus 30 años, el argentino se ha posicionado como una de las voces más poderosas del folklore contemporáneo trasandino, justamente por su evolución y su capacidad de reinvención. Pero además, si pudiéramos romper desde ya esa regla de una sola palabra, probablemente, podríamos añadirle otra: desprejuicio. Porque desde sus tempranos inicios —a la edad de 13 años, de la mano de León Gieco, cuando produjo su debut Para cantar he nacido—, Pintos ha roto cualquier molde del artista folclórico tradicional, paseándose libremente por el pop, el rock, la bachata, la balada, la bailanta, la murga, de los charangos a las secuencias, del amarre de las zampoñas al pedal de distorsión de la guitarra, y de cuanto estilo o sonoridad le sirvan en la idea de articular un folk global.
Con una voz de múltiples matices, Pintos ha sido reconocido por músicos de tan variada tipología como su sonoridad. Además de Gieco, ha trabajado con Víctor Heredia, Pedro Aznar, Andrés Giménez (A.N.I.M.A.L, D-Mente, De La Tierra), Mercedes Sosa, La Oreja de Van Gogh o Rosana y ha sido avalado por la audiencia coterránea que lo llevó a llenar 7 Luna Parks este año, convirtiéndolo en uno de los artistas de mayor crecimiento en cuanto a la masividad y a la consagración tanto de su último trabajo, Abel, como de su carrera de compositor, la que inició en su quinto disco.
Quizá no muchos lo relacionen pero fue él quien ganó, con la canción y como mejor intérprete, el Festival de Viña en la competencia folklórica de ese ya lejano 2004, con Antonio Vodanovic y Myriam Hernández aún como animadores. En un certamen que habitualmente no genera mayor eco, Abel Pintos, guiado por el legendario Víctor Heredia, autor del tema, lograron hacer de “Bailando con tu sombra” un clásico instantáneo del folklore con tintes de balada pop.
Nueve producciones, vida moldeada en la música, escapando del riesgo de haberse convertido en un producto, y en la senda de una tradición folklórica ya desprejuiciada como la argentina, Abel Pintos es la continuación lógica de una larga tradición de intérpretes y compositores de la talla de los mismos Heredia y Gieco, pasando por la Sosa, y partiendo de su tributado Daniel Toro (autor de “Zamba para Olvidar” y “El Antigal”).
Abel Pintos se presentará en Santiago el próximo 7 de agosto en el Teatro Caupolicán. Las entradas oscilan entre los $18.000 y los $30.000 y están disponibles a través del sistema Ticketek.
[GANA ENTRADAS DOBLES] cortesía de La Oreja, regalamos entradas para su función entre todos quienes nos comenten en el apartado de Facebook, respondiendo a la pregunta: ¿Qué canción de Gustavo Cerati grabó Abel Pintos en su disco Sueño Dorado?
GANADORES:
-Hikari Tsukune
-Antonieta Fredes