Cuentos Se llaman hombres bravíos o salvajes a los que viven naturalmente libres e independientes de reglas, como algunas fieras que azotan con protestas y aquellos peces que se rehúsan a abrir sus paraguas cuando en Santiago cae el aguacero; domésticos los que pertenecen a especies que viven ordinariamente bajo la dependencia del sistema y […]
Cuentos
Se llaman hombres bravíos o salvajes a los que viven naturalmente libres e independientes de reglas, como algunas fieras que azotan con protestas y aquellos peces que se rehúsan a abrir sus paraguas cuando en Santiago cae el aguacero; domésticos los que pertenecen a especies que viven ordinariamente bajo la dependencia del sistema y el mercado, asumiendo así calidad de gallinas u ovejas; y domesticados los que sin embargo de ser bravíos por su naturaleza se han acostumbrado a la domesticidad y reconocen en cierto modo el imperio del hombre amanso.
Estos últimos se pueden reconocer por llorar en silencio en el metro y abrir el paraguas con desgano.