Una rodilla se roba la atención de oficinas, foros y tuiteros del país. ¿Vidal va al Mundial? ¿Hubo negligencia? ¿Se pudo haber evitado?
«La mala cueva del chileno». Eso es lo primero que escuché cuando se confirmó que Arturo Vidal iba a ser operado de la rodilla, lo que significa que puede quedar fuera del Mundial de Brasil. Esa frasecita nos ha acompañado por décadas, pero hay que empezar a dejarla de lado. La «buena» o «mala cueva» no existe, menos cuando se habla de fútbol.
En el caso de Arturo Vidal, más que mala fortuna, se está frente a un episodio con tintes de negligencia, el resultado de intereses que van más allá de una lesión y del juego de la pelota.
Hace dos meses que el jugador de la Juventus se quejaba por su dolor en la rodilla. Sin embargo, el cuerpo técnico turinés decidió que siguiera jugando. Incluso, a principios de abril, en el partido contra el Olympique de Lyon por la Europa League, el volante tuvo que ser sustituido debido a las fuertes dolencias que tenía.
Alarmada, la ANFP mandó gente a Italia para saber de primera fuente la situación de Vidal. Pero aunque en Juan Pinto Durán estuvieran nerviosos, e intentaran influir en el trato que debía recibir el jugador, lo cierto es que, en el momento de los quehubo, eso valió maní. En especial cuando estamos hablando de un deportista con piernas valoradas en millones de dólares. Eso lo dejó en claro el propio Antonio Conte, entrenador de la Juventus: cuando vio llegar a los médicos de La Roja, de una forma muy políticamente correcta señaló que valoraba su preocupación y presencia, pero «somos nosotros los que le pagamos el sueldo». Corta.
En otras palabras, aquí no valen las buenas intenciones o que el jugador en cuestión sea una pieza clave en la Selección de su país. Ni siquiera la responsabilidad que debiera tener el empleador (Juventus) con la integridad física de su empleado, algo que tendría que ser vital y muy importante en el fútbol, donde el futuro profesional de esos empleados está directamente relacionado con su salud.
Aquí lo único que manda son las lucas. Punto. Alguien podría decir que eso no es cierto y prueba de ello es la operación que el propio club le está costeando a Vidal. Pero, ¿por qué esperar a realizarla un mes antes del Mundial? ¿Por qué cuando ya no podía jugar del dolor le dieron sólo unos días de reposo, sabiendo que de todas formas el nivel de la lesión necesitaba cirugía? Fácil: porque en el fútbol, los jugadores, independiente de lo buenos o malos que sean, son objetos que se transan al mejor postor y, si se lesionan, no importa realmente su integridad física: importa que se disimule lo más posible la pifia para así venderlos al mejor precio.
Prueba de ello es lo ocurrido con Kaká en 2009, cuando el Milan lo traspasó al Real Madrid por €67 millones. Un gran fichaje. Poco tiempo después, eso sí, se especuló que el club italiano lo había vendido lesionado. Fue tal el revuelo que el propio vicepresidente rossonero, Adriano Galliani, debió salir a desmentirlo: «Kaká no tiene ninguna pubalgia crónica».
Cabe la posibilidad de que en la cabeza de Vidal ronde el «mala cueva», pero de seguro que en la ANFP resuena todavía el «somos nosotros los que le pagamos el sueldo» de Antonio Conte. Sergio Jadue tiene más que claro que aquí prevalecieron los intereses de la Juve por sobre los de la Selección. Y él sabe bastante de episodios en donde lo importante no es el nivel futbolístico, sino que los millones que están en juego.
Aquí no importó dejar a Chile sin una pieza clave en el esquema de Sampaoli. No importó mojarle la pólvora a un equipo que, aunque no es candidato a ganar la Copa, sí es un cuadro que puede complicar al actual campeón España y a su último finalista, Holanda. Lo que realmente valió es tener al jugador del millón de dólares listo y bañadito para cuando se abra la temporada de venta y compra de «piernas».
Claro, el Mundial es la vitrina ideal para mostrar a los jugadores, pero para la Juve eso no es necesario, porque sabe que hay varios clubes interesados en el chileno. Incluso, el mismo día en que a Vidal le están abriendo la rodilla, se habla de que el campeón italiano, para obtener un mejor precio, quiere comprar a Alexis Sánchez antes de que empiece Brasil 2014. Algo que calza perfectamente con los intereses del FC Barcelona, quienes quieren deshacerse del tocopillano y tener entre sus filas a la rodilla recauchada del santiaguino.
Alguien podría decir que este análisis está hecho por algún desquiciado amante de las teorías de la conspiración. Pero lamentablemente estamos frente a la Juventus, un club que es conocido por sus cochinadas. Aquí algunas papitas:
Terminada la temporada 2006-2007, la Juventus fue castigada con el descenso a la segunda división del fútbol italiano, al ser la principal responsable del “Calciopoli”: un escándalo donde el Milan, la Fiorentina, la Lazio, y la Reggina fueron acusados de conspirar, mediante árbitros pagados, para influir en los resultados de los partidos.
Su propio DT, Antonio Conte, fue suspendido 10 meses al ser encontrado cómplice de arreglar partidos en la temporada 2010-2011, cuando era técnico del Siena.
Por eso, lo de Vidal es todo menos «mala cueva». Es un ejemplo clarísimo que el fútbol es solo un mercado de piernas millonarias.
