A pesar de sus credenciales, el alemán Uwe Schmidt no logró entusiasmar a los adolescentes del Arena que buscaban romperse la cabeza con dubstep o electro house.
Parte así: «Atom TM // HD +», enfocándose y desenfocándose en la pantalla. Luego, sonidos: voces robóticas y ruidos elegantes que parecen errores, características no previstas. «Pop glitch», como lo han etiquetado los europeos.
El que está en el escenario del d-BOX VTR Stage es el alemán Uwe Schmidt bajo el seudónimo de Atom™. Lo ilumina solo un haz de luz; es tan solo una silueta. Como una figura de cera rodeada de máquinas. De fondo suena “Strom”, segundo track del impecable HD (2013).
El último trabajo editado por el alemán es, ante todo, un álbum pop. Rico en influencias y aportes, que pueden ir desde el elegante funk de “I love you (Like I love my drum machine)” hasta un remix de «My generation» de The Who. Esos sonidos, sumadas a las visuales cercanas al videoarte, son el centro de la presentación en vivo de HD.
Luego viene “Stop (Imperialist pop)” y la cabeza de Schmidt flotando en las visuales repite la frase: «Gaga, Gomez, Timberlake / give us a fucking break». Parte del público aplaude. La otra, los jovencitos flacos, llenos de acné, insaciables, insoportables, con cara de tener prueba de matemáticas al otro día comienzan a irse: saben que durante la hora que esté Atom™ en el escenario no tendrán dubstep o electro house. Tampoco un DJ sudado con el que puedan romperse la cabeza.
Aunque algo de eso insinúa «Empty» y el público del d-BOX VTR Stage vuelve a bailar y azotar la cabeza mientras de fondo, Atom™ aparece en la pantalla lanzando papeles como Bob Dylan en el video de «Subterranean Homesick Blues» pero en una calle de Providencia. «MP3/ killed the MTV/ I am thrilled/ ¡yeah!», dice la letra.
Luego pasan «My generation», «Interferenz I» y «Im rausch der gegenwart I», con el sonido que hacen los celulares al acercarse a un parlante repitiéndose en loop. Minutos después en las visuales se ven algunas detonaciones atómicas en cámara lenta. Demasiadas, tal vez. Mucha gente se va, se escuchan algunas pifias. Un pendejo atrás mío le grita a un amigo: «Ohhh, la hueá ordinaria. Anda a enseñarle cómo se hace».
Es tierna la actitud de los adolescentes ante Atom™. Destemplada, como el ambiente del Movistar Arena. Schmidt ha lanzado más de doscientos trabajos con incuantificables seudónimos desde 1990, es el responsable de esa maravillosa colección de cumbias, mambos y chachachás en El Gran Baile (1997) y de haber tocado a Kraftwerk en clave tropical en El Baile Alemán (2000). En resumen: Atom™ es uno de los músicos contemporáneos claves de la electrónica europea.
Por lo mismo, su presentación se hace compleja en el d-BOX VTR Stage. Parece sacado de otro país. Termina con “Ich bin meine maschine”. Elegante, Schmidt se mantiene en la misma posición solo con su brazo izquierdo extendido. Frío como témpano. Como enviando una postal desde el futuro.
Fotos: Eleonora Aldea © paniko.cl