Brandon Flowers en Lollapalooza.
Cruzo un mar verde lleno de humo junto a miles de personas. Voy del VTR Stage, tras escuchar a Alabama Shakes, hasta el Itaú Stage, en donde en tan solo minutos subirá al escenario ese cantante que nos hace preguntarnos si somos humanos o bailarines: Brandon Flowers. El sol quema el lado derecho de mi rostro. El camino es una procesión. Cientos de personas chocan delante y detrás de mí. Imagino así se siente hacer el peregrinaje por el Camino de Santiago. Por suerte mi trayecto es más corto y tendrá como recompensa algo palpable y real: música.
Apenas llego, empiezan los primeros acordes del concierto, dándome por un segundo la idea de que los músicos están atentos a mis pasos. La verdad es que durante esa presentación, solo pudimos ver y pensar en Brandon Flowers. Impresionante la convocatoria que logró, a pesar de que hasta hace unas semanas ni siquiera era uno de los invitados, así como tampoco fue colocado en la hora «prime» del festival.
El concierto abre con “Human”, un himno metafísico. Flowers empezó por lo más alto, con una de las canciones que le dio visibilidad mundial al ser el vocalista y compositor de The Killers. Extrañamante, a pesar de que Flowers se presenta esta vez como solista —con sus álbumes Flamingo y The Desired Effect—, parte de su show en Chile tuvo varias canciones de su primera banda.
Siguió luego con piezas de sus discos como solista. “Can’t Deny My Love”, “Crossfire”, y “Magdalena”, fueron algunas de ellas. Aunque un sector del público cantaba y se mostraba alegre, se notaba también que otra parte del mismo no ha seguido de cerca el trabajo de este artista luego de The Killers. A Flowers le ocurre como al escritor alemán Goethe: por más que trató de alejarse de su primer libro escrito en la juventud (Werther), la mayoría solo lo recuerda por ese trabajo y menos por aquello que produjo después. Flowers es, en parte, un Di Caprio que se esfuerza lo más posible por distanciarse de su origen, pero sigue siendo recordado en el imaginario cultural, más que todo, por sus primeras obras.
De ahí que, por más que lo ha intentado, Brandon Flowers no puede distanciarse de The Killers. No solo porque cantó cuatro canciones de su antigua banda, sino que hizo falta la presencia de otras figuras fuertes sobre el escenario. Flowers por sí solo parece no tener suficiente carisma. En esta ocasión, los músicos que lo acompañaban parecían, más bien, un telón de fondo, una simple utilería, no porque no tuviesen el talento (que lo tienen, y de sobra), sino porque toda la atención giraba sobre el cantante. Nadie buscaba opacarlo, nadie le aportaba alguna dinámica memorable; el peso del concierto recaía, básicamente, en su voz.
Puede que uno de los momentos más divertidos de su presentación fue cuando Flowers dio las gracias a Snopp Dogg por haber cancelado. Debido a eso, es que el cantante de Las Vegas fue convocado a ser parte de Lollapalooza.
Luego de minutos escuchando parte de su trabajo como solista, la emoción volvió a estallar cuando sonó “Read My Mind”, de la cual Brandon Flowers dijo una vez que era la mejor canción del grupo. Acto seguido, cantó “Still Want You” y sorprendió con un par de versos pronunciados en español. «Terremotos y huracanes», «calentamiento global», fueron algunos de los que pudimos escuchar. ¿Por qué será que nos emociona tanto que un artista extranjero hable en nuestra lengua?
Flowers cerró el show con “Mr. Brightside”, que hizo temblar al parque en su totalidad. Así, el artista logró un círculo, abriendo y cerrando con dos canciones muy conocidas de The Killers. Se despidió con un beso cuya respuesta fue el ya clásico coro de «mijito rico», por parte de voces no solo femeninas.
Si bien Brandon Flowers propuso un concierto agradable, que atrajo a una multitud, no tuvo la misma energía que en sus anteriores presentaciones en Chile con su banda The Killers. El propio cantante pudo presenciar que la respuesta emocional del público subía cuando cantaba piezas de esas banda. En cambio, de sus canciones como solista, solamente “Only The Young” logró cautivar al público. Flowers necesita tanto a The Killers como nosotros necesitamos volver a escucharlo junto a sus compañeros Dave Keuning, Mark Stoermer y Ronnie Vannucci Jr.