Tatuajes, barbas espesas y una banda de veintitrés fieles años al sonido de los 70’s. Crónica desde Brooklyn.
Para Año nuevo fotografiar a la banda Clutch en el Music Hall de Williamsburg fue el escape perfecto de una aburrida fiesta en casa de mi cuñado. Sólo me costó una entrada para mi esposa y asunto resuelto.
Actualmente en la música Metal dominan bandas que tocan como máquinas sin alma, sumamente rápido y con vocalistas a los que no se les entiende, porque rugen. Muchos grupos Stoner abusan de la distorsión, con temas sin melodías ni ritmos para recordar. Hay muchas bandas que se preocupan más de su imagen en los medios que de su legado musical.
Clutch, una banda que no calza dentro de los trillados parámetros y formatos del momento, cultiva un estilo que deriva de las fuertes y profundas influencias rítmicas y melódicas de músicos como Jimi Hendrix, Led Zeppelin o Thin Lizzy, para ofrecer un sonido de rock lleno de tensión y energía en bruto que es muy potente.
La música de Clutch remonta, en parte, al clásico sonido de los 70’s, pero evidentemente actualizado.
Desde su formación en Germantown, Pennsylvania, el año 1990, Clutch ha sido integrada por Neil Fallon (voz, segunda guitarra y teclado), Tim Sult (guitarra líder y coros), Dan Maines (bajo y coros) y Jean-Paul Gaster (batería). En sus comienzos la banda ganó legiones de seguidores haciendo giras y tocando en vivo constantemente, hasta que captaron la atención de los sellos discográficos.
En 1993 debutaron con Transnational Speedway League en el sello East West Records. Y dos años mas tarde lanzaron su disco homónimo, con el que alcanzaron aún más reconocimiento en el ambiente y las radios.
Para 1998 lanzaron The Elephant Riders con el sello Columbia Records.
Así, luego de varios años publicando con grandes sellos, el 2010 la banda da un paso adelante al debutar el doble DVD Clutch Live at the 9:30 bajo su propio sello Weathermaker Music, así como Earth Rocker, la décima y más reciente producción de estudio de Clutch, lanzada en marzo de 2013 y que inmediatamente alcanzó la posición #15 de Billboard Top 200.
Esa noche todavía era temprano cuando noté que no sería un concierto común y corriente. La energía en el ambiente era palpable y al presentarse Lionize, los teloneros, inmediatamente se formó un mosh entre el público, al centro del auditorio.
La segunda parte del espectáculo la presentó la banda, Into Another, formada en 1990. Esta banda tiene una fuerte conexión con la escena local, y eso se notó claramente cuando varios fanáticos se acercaron al borde del escenario a cantar cara a cara con el vocalista.
Mientras Into Another brindaba con muchas ganas su repertorio, los rockeros en el mosh continuaron haciendo de las suyas y gracias a la cerveza vertida en el piso y los fuertes empujones varios de ellos terminaron a porrazos.
Pasadas las 23:00 horas, el lugar se había convertido en un verdadero set de Sons of Anarchy. Rockeros tatuados con chaquetas de cuero con insignias, botas y varios de ellos con el pelo rapado al cero, pero con gruesas barbas.
Los miembros de Clutch subieron tranquilamente y sin introducciones innecesarias e inmediatamente despegaron con “Earth Rocker”. Fue como subirse a un auto de carrera y salir de cero a ciento sesenta en cuestión de segundos, rápido y saturado de adrenalina. El público no se quedó atrás en ningún momento, todos estaban conectados directamente a las notas de los guitarristas y dispuestos a vibrar con su potencia, con los puños en alto, saltando, fumando yerba y por supuesto con un buen moshpit al centro.
Clutch seleccionó temas de varias de sus producciones anteriores y también de la más reciente Earth Rocker. Fue una presentación sencilla pero directa, sin falsedades ni pretensiones, demostraron que gracias a la perseverancia y dedicación de los últimos 23 años, el cuarteto ha evolucionado de una banda local a una que gira a nivel internacional.
De hecho, después de terminar su gira por EE.UU. su disco Earth Rocker los llevará a Australia y Europa.
