Cuando los Oscar los elige Donald Trump

por · Enero de 2016

Una de las mentiras más nefastas que he escuchado proviene de aquellos que afirman que en el siglo XXI ha desaparecido el racismo.

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Una de las mentiras más nefastas que he escuchado proviene de aquellos que afirman que en el siglo XXI ha desaparecido el racismo. Para desmontar tan vil quimera, no solo tenemos las peligrosas declaraciones xenofóbicas de Donald Trump, que muchos vaticinan podría llegar a la Casa Blanca, sino también podemos mirar el comportamiento de algunas de las instituciones más «seguidas» de Occidente. No, no hablaré de El Vaticano, que ya sabemos continúa dominado por ancianos blancos de aparente bondad en sus rostros, pero que defienden a «santos» pedófilos. Para nada tocaré ese tema, que aburre y del que es fácil denunciar sus imposturas. Prefiero, más bien, hablar de los Premios Oscar.

No sé por qué debería sorprendernos la noticia de que no habrá actores y actrices negros nominados este año en los premios de la Academia. ¿Cómo pueden estar nominados si ni siquiera hay diversidad en el jurado? De acuerdo con The Atlantic, 94% de los integrantes del jurado son blancos, 73% son hombres, y el promedio de edad ronda los 63 años. Vamos, parece un chiste; por un momento, uno creería que es el día de los inocentes. Pero no. Resulta ser que estos galardones los elige gente como Donald Trump, en su mayoría. Es posible argumentar que ese porcentaje dice poco, que a lo mejor esa hegemonía masculina, blanca y anciana está compuesta por puras almas de Dios. Sin embargo, si realmente lo fueran, muchos renunciarían para que hubiese representantes de otras razas, culturas, contextos. Sabemos muy bien que Estados Unidos es un país con un alto porcentaje de latinos y afroamericanos (por no mencionar muchas otras mal llamadas «minorías»), pero ¿qué voz tienen a la hora de elegir las mejores películas de cada año?

Por esto, mi mayor miedo consiste en que las películas que me gusten se lleven un premio Oscar. No, yo no quiero tener los mismos gustos que gente solo dispuesta a escuchar el eco de sus voces en una vacía sala de cine.

Imagino que de ganar Donald Trump la presidencia de los Estados Unidos, se legitimarían aún más instituciones clasistas, como la de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, dispuestas a desechar todo lo que no sea blanco o no esté blanqueado.

Sí, quizá exagero, quizá puedo aparentar una paranoia pynchoneana, quizá si los premios Oscar son tan vistos y respetados por millones de personas alrededor del mundo, puede que haya, más bien, algo dañado en la sociedad. Quizá más que exigirle a la autodenominada «Academia» una mayor heterogeneidad en el jurado, debemos exigirnos nosotros una mirada más crítica y cuestionadora hacia quienes se autoproclaman como los autorizados para elegir lo mejor de la cultura.

Cuando los Oscar los elige Donald Trump

Sobre el autor:

Alejandro Martínez ha colaborado para distintas revistas en América Latina y Estados Unidos.

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