Cura de soledad

por · Junio de 2011

El “relato” de Francisco González

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El ex Lucybell Francisco González promociona su cuarto álbum en solitario, sin apoyo de sellos y sin sentirse cercano a los referentes del pop actual. Eligió un ermitaño sendero que, asegura, le ha hecho bien.

La soledad –como palabra y estado de vida- conlleva una fuerte impronta negativa. A menudo se le asocia al abandono, a la ausencia, al desamor. Hay incluso quienes le temen. Por la otra vereda, grandes hombres han hecho de ella una fuente constante de inspiración: para Nietzsche era un caudal de fortaleza intelectual. Bécquer prefería urdir desde allí sus poemas. Qué decir de J.D. Salinger, que hizo del estar solo un alimento para su mito. La soledad, además, ha inspirado canciones memorables: la “Space Oddity” de Bowie y “Eleanor Rigby” de los Beatles son buena muestra.

Pancho González hoy está solo. Más que nunca, podría decirse.

Además de cumplir ya más de un lustro lejos del proyecto que más fama le regaló (Lucybell), el hoy multiinstrumentista por primera vez lanzó un álbum sin sello -o por las propias-, se considera algo ajeno a quienes llevan las banderas del pop (Dënver, Gepe, Javi Mena) y consolida su carrera de forma íntima, haciendo de la soledad parte de su “relato”.

La opción ha sido opción libre y, claro, bebe más de la segunda acepción. La soledad buena, la que le ha dado réditos y le ha ayudado a crecer como persona. “Hace algunos años, al partir, había algunos temores, cierto. Pero creo que aprendizaje es igual a experiencia. Este camino que emprendí en solitario ha traído, como en toda búsqueda, momentos de oscuridad y de mucha luz, algo que se ha equilibrado con este nuevo disco”, cuenta González.

Francisco González

Cosas nuevas

En diciembre Francisco González lanzó “Aquí, ahora”, su cuarto disco en solitario (tras “Óvalo”, “Mi propia luz” y “Laberinto”). Lo hizo bajo su propia casa –Haiku Records-, marcando distancia de las anteriores colaboraciones con Warner y Oveja Negra, y en formato digital. Hace algunos días, poquitos, comenzó a venderlo en formato físico, en disquerías de Santiago, Valparaíso y Concepción, entre otras. “Trabajar autoeditándome me ofrece una libertad sin límites, con esfuerzo propio y el de un equipo que hemos formado. La verdad es que no necesito de sello para seguir avanzando”, asegura.

Este cuarto álbum encuentra a un González más consolidado en la composición y los arreglos, afiatado en una propuesta pop-rock con la que sienta cabeza, luego de un largo paseo entre la electrónica, la power balada y el rock de inspiración británica en sus anteriores trabajos.

Me parece un disco diferente, lo siento más evolucionado. La idea fue plasmar nuevas inquietudes en los arreglos, las letras tomaron un color más metafórico. Me interesó, además, hacer más presente a la banda en el formato power-trío (…) Es un disco que pasa por diferentes momentos y estados de ánimo: por ejemplo el ‘Fuera del agua’ tiene un emoción muy melancólica anclada en un sentimiento de soledad. O ‘Paisaje inconciente’, que transita por lo experimental, lo psicodélico. Mi idea fue no repetir esquemas y desligarme de ideas usadas anteriormente”, explica.

“Aquí, ahora” sugiere la urgencia de la inmediatez. ¿Qué otros temas te inspiran a la hora de sentarte a escribir?
—Como ser humano, me es cada vez más importante tomar conciencia de este gran y enorme ‘Ahora’, centrarme en este presente eterno. No es un camino fácil, pero creo que ayuda mucho meditar. Por eso el título me pareció capital. Resume este sentimiento que atraviesa gran parte del disco. También detecté que se repite la idea del estrés, propio de nuestra vida en la cuidad, y yo reflexiono sobre esta obsesión en torno a la falta de tiempo y al absurdo que puede llegar a ser este sentido acelerado en la vida de todos.

La canción que da nombre a este disco es casi un manifiesto ecológico. ¿Pensabas al escribirla que el tema medioambiental hoy cobraría tanta vigencia en nuestro país?
—No, para nada. Pero me alegra mucho este sentido de conciencia que salió a la calle. Ahora falta que el gobierno y la gente a cargo de estos temas escuchen el sentir espontáneo de la gente, y que sintonicen con esta nueva conciencia, que por lo demás es simplemente sentido común. En el disco ‘Mi propia luz’ (2006) también había escrito otro tema con estas ideas, en la canción ‘Pienso en Dios’.

El primer single de este disco es “Amar es combatir”. Ahora lanzaste “Eléctrico deseo”. ¿Qué fuerza te es más relevante como musa: el sentimiento profundo o la experiencia erótica?
—Ambas fuerzas priman. Ambos son estados de ánimo, y son extremos por los cuales puedo atravesar dentro de un mismo día.

“Euforia” es un punto alto. Veo allí un elemento musical actual, muy en sintonía con el dance punk revival de grupos como Arctic Monkeys o Franz Ferdinand. ¿Lo crees?
—Ese tema surgió de una noche de buena borrachera primal (risas). Luego trabajamos como power trío con un tempo métrico que no había usado antes y quise retratar ese sentimiento de alto voltaje, holográfico.

¿De qué otras influencias hoy te vas alimentando?
—Siempre estoy escuchando nuevas cosas. Ahora me agarró fuerte lo nuevo de Cat Power, Stone Temple Pilots, Blonde Redhead. Pero siempre vuelvo a los clásicos como The Birds, Bowie o The Wings. Paso por periodos. Por ejemplo, en este momento escucho a Ravi Shankar.

Me cuesta vincular tu música a la nueva camada del pop chileno (Gepe, Dënver o Fran Valenzuela), pero no así al pop de los 90 (Solar, Canal Magdalena). ¿Ves elementos comunes con esta nueva generación?
—Tienes razón, hoy no me siento cómodo en ninguna corriente o hermanado con algún movimiento nacional. Más bien me veo avanzando en un sendero del río más personal. Me parece que los 90 son muy diferentes a lo que pasa hoy, y no veo mucha relación con los artistas que mencionas. Quizás lo que hicimos en los 90 se convirtió en algo bastante masivo, y lo de hoy lo percibo como más de nicho…aún.

Lo que viene

Hace una semana se dio a conocer el videoclip del segundo single, “Eléctrico deseo”, un corte que lo emparenta con el power pop de Gustavo Cerati. El disco y los singles pueden bajarse en Portaldisc, Musicachilena y en el sitio web de González. Por ahora, goza de favorable rotación radial, prepara salidas a regiones para julio y agosto, y en el tercer trimestre irá a promocionar su álbum a Argentina y México.

Cura de soledad

Sobre el autor:

Marcelo López Marchant

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