Un ensayo fotográfico del Maule, a la manera del poeta Óscar Orellana: «En un paisaje destruido veo toda la belleza del mundo».
Hace un par de días vi Junkopia de Chris Marker, a propósito de un libro de un amigo que llevará el mismo nombre. La película, que es una serie de planos fijos, filmados cerca de San Francisco, de extrañas esculturas construidas con madera, algunas flotando en el mar, otras varadas en la tierra, pero todas con un aire de destrucción y abandono; me hizo recordar el Maule, región llena de lugares en donde la memoria y el pasado son palpables material e inmaterialmente. Un pasado que se hace presente como herida y que se visibiliza como destrucción, un pasado que va más allá de lo «patrimonial» y que se presenta en los paisajes distópicos y monstruosos que me hacen pensar constantemente en un verso de Óscar Orellana: «En un paisaje destruido veo toda la belleza del mundo».
San Javier.
Curicó.
Huilquilemu.
Radal – 7 Tazas.
Lo Figueroa.
Molina.
Talca.