Historia privada de la traición

Tratado sobre la infidelidad, de los mexicanos Julián Herbert y León Plascencia Ñol, es una colección de relatos con el retrato hablado de una especie contaminada de contradicciones: los infieles.

Qué es la infidelidad sino el acto premeditado de dañar y al mismo tiempo salvarse. Esa operación planificada del olvido. Ese viaje del que, suponemos desde el comienzo, no hay retorno posible.

En las noches acompañadas hay un pequeño recuerdo que quizá merezca la fama literaria de una Emma de Flaubert. La muchacha no es distinta del resto ni tampoco la chica ideal, sino, sobre todo, la que aparece en el momento menos indicado. Por sorpresa. Se trata de la chica que, sin saberlo, te atrapa desde conversaciones con la erección apretada contra el colchón y luego se despide prometiendo volver. Su mirada es bellísima, como si los días no fueran una sucesión del aburrimiento. Después, las escenas son confusas: pijamas abandonados, almohadas con pelos, el aire tan tibio. Así, más o menos, un conjunto de meses y semanas con las cosas claras y sencillas. Hasta que la muchacha desaparece y entonces el infierno. Pero tú decides no sufrir y entonces sales de cacería. Desde aquí mi personaje espanta el recuerdo con la mano. Podría, ciertamente, transformar su angustia en un amor desbocado, pero aquello que es su desesperación se transforma en otra cosa. Un paredón de fusilamiento donde el sexo y la muerte hasta se dan la mano. Así es el Tratado sobre la infidelidad, de los mexicanos Julián Herbert y León Plascencia Ñol, una colección de nueve relatos con el retrato hablado de una especie contaminada de contradicciones: los infieles.

Qué es la infidelidad sino un atado de contradicciones fundamentales. Una ventana abierta en el cielo de la comodidad. Para llegar a ser presencia, significa aceptar el riesgo de la ausencia, decía El principito. Ahora, ¿qué buscamos en un tratado sobre la infidelidad? «Hay por ahí soplos que nos van guiando», se aventura uno de los personajes del libro, filtrado tanto por el erotismo como por ciertas zonas de la masculinidad enfrentadas a la crisis de la mediana edad. Por todos lados se trata de un título felón: primero porque suponemos que un autor escribe solo y acá firman dos escritores instalados en el panorama mexicano actual. Y luego porque el registro es infiel en un sentido formal de los géneros literarios. Al comienzo, un tipo cifra el momento exacto en que dejó de ser joven mientras agita un caldero espeso de ingredientes que combinados pueden bullir algo parecido al deseo. Más adelante, los afectos son puestos al servicio de sujetos con la habilidad de una Anna Karenina: dobles opuestos en constante permanencia y movimiento, salud y enfermedad, sueño y realidad, con escenas de acoplamientos heroicos y la música de Miles Davis. Puede sonar como una reflexión seria y hasta aburrida del tema, pero Tratado sobre la infidelidad ilumina las vidas anodinas que aprenden desde el dolor, siempre con un humor aterciopelado que recuerda esas vulvas imborrables de las amantes que ya no están.