Dice que no es adicta al trabajo, pero que no tiene feriados ni fines de semana. Javiera Mena, desde el whatsapp, a días del inminente Otra Era.
Fotos: Eleonora Aldea.
Una nube de humo la descubre tocando sola, rodeada de sintetizadores y controladores para hablar con sus máquinas. Detrás de una espesa chasquilla y la chaqueta metálica abierta, Javiera Mena parece sacada de una película de ciencia ficción. Brillante y dueña de las miradas, sus canciones rápidas ahora empiezan lentas, hasta que repentinamente explotan y todo es movimiento. En algún momento de este concierto en el GAM, la gente deja sus butacas para irse a bailar. Es el efecto hipnótico de su música, a días de que lance su nuevo disco Otra Era.
Ahora que está de vuelta en Santiago, dice que no es adicta al trabajo, pero que le dedica todos los días («no hay feriados ni fines de semana»). Que, al igual que en sus otros discos, es ella la que sale en la tapa («como una estatua griega»). Que la trolean desde siempre, pero que es pro trolls («sin ellos ya no sería lo mismo»), y que le encantaría tocar en el Festival de Viña («utilizaría efectos especiales como Giolito y su combo»). Hace diez años sobras.com patentó las entrevistas con la urgencia de messenger, acá una por whatsapp.
Otra Era aparece este 28 de octubre, vía Unión del Sur, el sello de Javiera Mena y el productor Cristián Heyne.