Llegó malhumorado y arrendó un automóvil con el que manejó sin licencia por las calles de Santiago. Se lamentó por el frío capitalino y tocó en Vamos a Ver y en Lunes Estelares, que se hacía desde el Teatro Teletón. Testigos cuentan la historia.
Llegó malhumorado y arrendó un automóvil con el que manejó sin licencia por las calles de Santiago. Se lamentó por el frío capitalino y tocó en Vamos a Ver y en Lunes Estelares, que se hacía desde el Teatro Teletón. Testigos cuentan la historia.
Nadie sabe si estimó que era una falta de respeto enviar a una encargada de prensa a recibirlo o si derechamente no entendió un carajo lo que ella trató de decir. Lo único cierto es que poco después de haber arribado a Santiago, la tarde del viernes 7 de noviembre de 1980, Chuck Berry gritoneó a la sorprendida productora de Televisión Nacional y se largó guitarra en mano a conseguir un auto por su cuenta. Conversó con unos tipos en la terminal de Pudahuel, se metió la mano al bolsillo y arrendó un Toyota rojo con el que recorrió sin licencia las calles de la ciudad. La producción de Vamos A Ver, programa que conducía el fallecido Raúl Matas, no lo podía creer: a un par de horas de que comenzara la grabación del espacio (en su edición número 80), la estrella de la noche no aparecía por ningún lado hasta que cerca de las 20 horas, el bendito Toyota rojo ingresó a los estacionamientos de ChileFilms en Las Condes con Berry a bordo.
La historia la acredita Camilo Fernández, productor del espacio que dirigía Felipe Pavez, quien tuvo la delicada tarea de recibirlo con su mejor cara y con una sutileza: saludándolo en francés. «Le encantó», comenta Fernández sobre uno de los detalles inéditos de la olvidada visita a Chile de Chuck Berry, la fallecida figura fundacional del género del rock & roll. «Investigué algo sobre su vida antes de recibirlo», dice el veterano productor. «Y supe que era un tipo muy arrogante y que tenía cierta predilección por lo francés. Le agradecí su visita, le invité a pasar y le sugerí que había un grupo de muy buenos músicos chilenos que estarían encantados de tocar con él». Berry, tipo de genio ligero y estatura generosa, aceptó y empezó a repasar sus temas más conocidos con el público ya instalado en el set, que justo esa semana había sido montado de emergencia en ChileFilms, porque el recinto original (un restaurante llamado Camino Real) había sido consumido por un incendio un par de días antes.
Berry, más preocupado del frío que de los apuros de la producción (no se alejó de una estufa y vistió dos camisetas bajo su camisa amarilla), protagonizó un show memorable secundado por los hermanos Juan y Patricio Salazar en piano y batería, respectivamente.
Cantó “Roll Over Beethoven”, “School Days”, “Maybellene”, “Rock & Roll Music” y “Johnny B. Goode”, respondió preguntas sobre The Beatles y la música disco, bromeó con que debería haber traído un abrigo y hasta accedió a mencionar el nombre de la marca auspiciante (Banco Santiago).
Patricio Salazar lo recuerda como «un grande, pero de ideas fijas», perfil que exhibió en su segundo compromiso televisivo la noche del 10 de noviembre desde el Teatro Casino Las Vegas, hoy Teletón. Anticipada como «La Gran Noche de los Favoritos de la TV», la cita se realizó en el contexto del espacio Lunes Estelares, dirigido por Sergio Riesenberg, y con la presencia de Don Francisco, Coco Legrand y Enrique Maluenda, entre otros. Berry salió después del Ballet Tamuré y antes del «Pollo» Fuentes y no tuvo la gentileza de tocar ninguna de sus canciones más conocidas, tal como había hecho en Vamos A Ver. Riesenberg, otro de genio ligero, envió la señal a comerciales mientras Berry, apoyado por el mismo elenco de músicos locales, seguía inmerso en una improvisación en clave blusera.
A Fernández lo llamaron a su casa para ver si podía llegar hasta el teatro y convencer al rocanrolero de que tocara «algo más conocido», pero no hubo caso: el hombre nacido en St. Louis como Charles Edward Anderson Berry dejó de tocar cuando quiso y se largó. Fue la primera vez que visitó Sudamérica.
Chuck Berry y Raúl Matas
«La música disco es monótona, el rock cuenta historias con pocas palabras». El músico respondió cordial el básico cuestionario de Raúl Matas. Alcanzó a decir que se topó dos veces con The Beatles.
Aparecido en La Tercera en octubre de 2006.