La última melodía de Yupisatam
Fue en 1997 que Yupisatam tomó forma como idea y, ya al año siguiente, el cuarteto compuesto por Carlos Vargas, Fabián Dávalos, Rodrigo Subiabre y Sergio Menéndez, cobraba vida con un demo disfrazado de Ep homónimo. Compartido mano a mano en caset, ese registro fundacional y lo-fi ya delineaba el sonido y la actitud de una banda que se repartía los escenarios alternando con Amongelatina o Jirafa Ardiendo, y que titulaba sus canciones como “Incendia un melón“, “Súper gorrión” o “Llamas a mí“.
Catorce años después, de la mano de su cantante y guitarrista, Carlos Vargas, nos enteramos que el próximo jueves 15 de diciembre Yupisatam vuelve a los escenarios con su formación original, a cuatro años de dejar de tocar, pero para despedir en vivo a la agrupación con un último show en la SCD de Plaza Vespucio.Rebobinemos: Hay dos etapas más o menos reconocibles en Yupisatam. Primero, cuando rebotaron en estudios como el Tesla o el de Balmaceda 1215 para registrar distintos epés, hasta antes de la salida del guitarrista Subiabre en 2000, y la incorporación del bajo Fender Squier lleno de calcomanías de Claudio Mujica un poco antes. La banda llamó la atención en el circuito con sus sencillos “Sandía” y “Llamas a mí“, hasta tocar en una recordada fecha con los argentinos Santos Inocentes en La Batuta o figurar en la Zona de Contacto de papel como “una de las 20 bandas a escuchar de este 2000“. Estaban las ganas, la atención, el embrión musical y, ya en sus puestos, los cuatro integrantes de la mejor etapa de la banda.
La segunda escena quizás sea la más recordada de Yupisatam: en 2003 lanzaron el impecable “Antena universal“, un trabajo grabado en los estudios Mix, con el ingeniero de Alberto Plaza, Miguel Foulon, y Roberto Zúñiga; con la banda registrando en vivo un sonido crudo y metiendo algunos doblajes de voz a posteriori. Paf. En una época de fotografías digitales pixeladas, el resultado fue un trabajo honesto, rabioso, de coros a dos y tres voces, con Mujica y Vargas alternando el micrófono en sencillos inmortales, aunque sea en esa estrecha escena subterránea del Santiago post 2000; “Duermo“, “Astroboy“, “Flor de pie“, “Gracias tú“. Y vinieron más tocatas, la expansión de sus melodías, pero su flamante incorporación a la recién inaugurada disquera GmbH fue un desastre.
—¿Cómo les fue con el “Antena Universal”? —le pregunté en 2005 a Carlos Vargas.
—En cuanto a ventas, mal. En plata salimos para atrás. Fue harta la inversión pero no fue devuelta. Aunque no fue plata que invertimos nosotros. —me contó en una entrevista que salió por paniko.cl.
La historia musical cuenta a Yupisatam como la segunda banda chilena en fichar por la división local de la compañía argentina DBN, conocida como GMBH discos, tras De Saloon. En ese limbo, entre el “Antena universal” (03) y el “Tarde o temprano” (06), llegamos hasta su sala de ensayo en calle Moneda, cuando volvían a la independencia, más libres que nunca, y cuando compartían el espacio con otros compañeros de subterráneo, los Jirafa Ardiendo.
Más que las guitarras afiladas de sus trabajos debutantes, ahora buscaban un sonido con más matices, y sobre todo con canciones mucho más melodiosas. Y por ahí fueron: Se encerraron en una cabaña en Horcón, en donde por un lado veían mar y hacia el otro bosque. Calcado, exacto: Tal y como suena el último registro que dejó Yupisatam, el disco “Tarde o temprano“.
—Yo creo que transmite tranquilidad más que una melancolía llorona. Lo siento como un relajo —me comentó Vargas con su Fender Telecaster de fondo negro colgada al hombro en ese tiempo.
Yupisatam nunca tuvo una despedida formal. Después de la edición de ese pulcro trabajo de diez canciones- con varios altos: “Sofía“, “Temprano“, “Hasta el mar“-, sus integrantes avanzaron en proyectos paralelos que, de a poco, los absorbieron: Inflamable, y los posteriores Benji y Corderolobo, terminaron por dejar en suspenso a la banda matriz.
—¿Y de dónde viene la idea de hacer este concierto, de hacer un último concierto, siendo que no tocaban hace varios años? —le pregunto al guitarrista.
—Pensamos que era necesario: invertimos harto tiempo de nuestras vidas en esto y es bueno tocar las canciones después de todo eso… como cierre formal. Cuando decidimos no seguir tocando, simplemente dejamos de tocar. No hicimos una tocata acorde a lo que había sido para nosotros. Hasta ahora. Y esa es la idea.
Los proyectos actuales de los distintos integrantes serán teloneros en el show de despedida de Yupisatam. Corderolobo, de Carlos Vargas, y Benji de Claudio Mujica y la Stratocaster de Felipe Christiansen.
Para el show del próximo 15 de diciembre estarán Mujica (bajo y voz), Christiansen (guitarra) y Fabián Dávalos (batería), además de Rodrigo Subiabre (guitarra) y Carlos Vargas (guitarra, teclados y voz):
—El concierto va a estar centrado en el “Antena universal“, pero también con algunas de los otros discos. El (único integrante) que nos faltó fue Ricardo Villavicencio, que fue el baterista de la época de “Tarde o temprano“. Ahora vive en Nueva York, él diseñó el librito del disco de Corderolobo. Pero quien sí va a tocar es Rodrigo Subiabre, que fue uno de los fundadores. Así que se viene tirado para el lado más de “Antena…“, más fundamental yo creo, bien rockero.