Reseña a la obra de Joe Hill y Gabriel Rodríguez
El año 2008 revolucionó el cómic norteamericano, ahora nos llega el primer tomo en su edición chilena, bajo el ojo atento de uno de sus propios autores que, curiosamente, es un compatriota. Comentamos “Locke & Key: Bienvenidos a Lovecraft”, una pieza gráfica que maneja el lenguaje del mejor horror, y cómo no, si está escrita por el hijo de Stephen King, Joe Hill, y dibujada por Gabriel Rodríguez.
Aunque no siempre se aplique, hay una serie muy simple de elementos básicos que hacen funcionar el género del horror contemporáneo como reloj suizo. Imposible fallar. Adolescentes con graves traumas y extraña relación con su entorno, una tensión constante en el ambiente, ex losers de colegio convertidos en psicópatas despiadados, monstruos que nunca llegan a ser del todo comprensibles, la amenaza de morir en cualquier momento. Importantísimo es que los personajes sean niños o adolescentes, porque es en ese periodo de nuestras vidas en donde palpamos los miedos, las crisis existenciales, las dudas. Esa edad en donde el mundo es una vitrina de amenazas desconocidas y la familia, una burbuja llena de secretos. Claves que el cómic publicado en los Estados Unidos por IDW Publishing, “Locke & Key: Bienvenidos a Lovecraft”, de Joe Hill en guiones y Gabriel Rodríguez en los lápices, entiende demasiado bien. Enfrentándonos desde su mismo comienzo al peor de los horrores: el asesinato de un padre.
Tras el homicidio del señor Locke a manos de Sam, uno de los alumnos del instituto en el que trabajaba, el resto de la familia -devastada, traumada, en constante shock- debe reunir fuerzas para seguir adelante. Así es como se mudan a una antigua casona, herencia familiar, ubicada en el pueblo de Lovecraft. Pero por supuesto, nada sale como se esperaba: la familia está destruida y más que escapar del pasado solo termina rindiéndose a él una y otra vez.
Tyler, el mayor de los tres hermanos, a pesar de haber salvado al resto de su familia de la matanza, se siente culpable por la muerte de su progenitor; su hermana Kinsey no logra adaptarse a su nueva vida; el menor de ellos, Bode, descubre una serie de puertas, llaves, misterios y fantasmas que esconde la casona, secretos que solo son apreciables por los niños; y como si fuera poco, una amenaza latente bordea todo lo que hacen.
“Locke & Key: Bienvenidos a Lovecraft” es una historia de fantasmas, de muertos, de gente que se vuelve fantasma en vida, de familias que ya han dejado de serlo. Un relato sobre puertas que no se cierran del todo y que se abren en el peor momento. Porque quizá uno de los mayores méritos de la obra, es que logra mostrarnos lo que existe detrás de los monstruos, aquel espacio en que se esconde el verdadero horror: hijos que odian a sus padres, adolescentes que no logran expresar sus emociones, abandono y varias trancas más pertenecientes al campo doméstico.
Locke & Key: Bienvenidos a Lovecraft
Joe Hill y Gabriel Rodríguez
176 páginas
Arcano Cuarto
Valor referencial: 15.000
De cierto modo, el trabajo de Hill y Rodríguez -brillante, por cierto-, nos evoca los mejores tiempos de la editorial Vertigo pero en un lenguaje más acorde a nuestros días. En donde Hill demuestra toda su herencia genética en el manejo narrativo: suspenso, un esquema no lineal, dejando harto a la deducción, y Rodríguez resalta en cuanto a la minuciosidad a la hora de construir escenarios y situaciones de tensión, silencios y violencia.
Estamos, sin lugar a dudas, frente a un clásico prematuro, una joyita pop de nuestros tiempos, así lo demostraron las ventas apenas apareció la serie en inglés y sus seguidas nominaciones a los llamados “Oscar de los comics”, los premios Eisner, llevándose este año la categoría a mejor guión.
Cabe destacar la cuidada calidad de este primer tomo de la saga, una pieza que debiera estar en la biblioteca de cualquier fan de los comics y del género de horror en general, un verdadero lujo contar con un producto así en nuestras librerías.