La canción “Poder elegir” de Jorge González y parte del disco La cultura de la basura de 1987, llega en versión 2021 en la voz de Sergio Gómez, quien teloneó, junto a La Planta Baja, a Los Prisioneros antes de su primer disco La voz de los 80.
La cultura de la basura, el tercer disco de la banda de Jorge González, tuvo, al menos, tres problemas para no convertirse en uno de los más exitosos de su historia.
Caco Lyon, quien había estado detrás del sonido de La voz de los 80 y Pateando piedras desapareció a ratos de la grabación y dejó a su asistente Antonio Gildemeister a cargo, lo que contribuyó a que no quedara muy bien grabado ni mezclado.
En el libro, que justamente toma su nombre de una de las canciones de este disco, Maldito Sudaca, Conversaciones con Jorge González (2005), es el mismo compositor quien indica:
“Entonces, el tercer disco del grupo, que era el más importante en esos momentos, el sucesor de Pateando piedras, lo estaba grabando, poco menos, que un aprendiz (…) Esa dejación fue una verdadera lata, porque el disco tenía una serie de pretensiones con respecto a los samplers y tenía cualquier cantidad de electrónica nueva (…) Años más tarde, pensando precisamente en La cultura de la basura, me puse a estudiar Ingeniería en Sonido y cambió la cosa. De hecho, hay un proyecto para que me pasen las cintas y yo las mezcle de nuevo acá en la casa, y quedaría mucho mejor, porque no solo la mezcla, sino la grabación, quedaron mal hechas”.
El segundo problema, de alguna manera, fue la desconexión que amenazaba al trío, que se hace patente en la manera de enfrentar la grabación, algo más desordenada y con incorporación de tres canciones de los demás integrantes.
Así lo recuerda Jorge González:
“Pero Caco tiene razón, porque lo que él quería decir es que en el grupo ya no era yo, no más, el que roncaba, sino que también roncaban los demás, y el grupo siempre anduvo mejor cuando era yo el que roncaba, y no cuando nos repartíamos todo, aunque hay grupos que funcionaban así. Los Tres funcionaban así. Hay grupos que funcionan más con todos aportando lo mismo. Por ejemplo, Café Tacvba, donde todos componen, pero no era el caso de Los Prisioneros (…) ya Los Prisioneros eran como una marca registrada y estábamos hablando en códigos dentro de nosotros mismos, estábamos muy creídos, muy cachetones”.
Y el tercer problema fue la censura que la dictadura ejerció sobre la gira nacional que se había programado para presentar en vivo el disco, cancelando permisos de espacios públicos donde tocarían, como gimnasios municipales, en respuesta al llamado de Jorge González a votar No a Pinochet en el plebiscito de 1988. Sumemos a eso que también es un disco bastante político, con canciones directas, como “Jugar a la guerra” y “Usted y su ambición”, por ejemplo.
“Claro, no lo pudimos promocionar, no lo pudimos tocar en vivo”.
Pero aún hay una más filosa letra que nunca pierde vigencia, más aún en un año electoral como el que vive Chile. Se trata de la potente “Poder elegir”, donde escuchamos fuerte y no sin sentir un poco de pena y rabia: “Hay gente que está comiendo de tu no saber qué decir / Su fuerza es la ignorancia de todos nosotros / Vampiros que suponen que somos felices con sobrevivir / Y se aseguran que todo siga así”.
Y justamente estos días apareció en Spotify y YouTube un cover de la última canción del lado B de este disco de 1987, acompañado en gráfica de un colorido collage realizado nada menos que por Jacqueline Fresard, ex esposa del cantante y la misma diseñadora del arte del casete original.
Pero, la historia es aún más interesante. Cuando Los Prisioneros adelantan lo que sería el lanzamiento de su primer disco en el Teatro Cariola, aquel 16 de noviembre de 1984, sus teloneros son el grupo La Planta Baja, donde Sergio Gómez es su voz y guitarrista, quien justamente realizó esta versión 2021 de “Poder Elegir”.
“Es un regalo hacia Jorge, por toda su música y esta misma canción”
Aunque, Sergio Gómez, no siempre firma con su nombre, sino también como Boyarski, como aparece desde el lunes 13 de septiembre en redes sociales, nombre artístico que toma del apellido materno, una familia polaca que debió emigrar a Berlín y luego a Liverpool, para llegar por barco a Cabo de Hornos, luego a Talcahuano y desde ahí partir en carreta a Traiguén, donde se asentaron finalmente, en 1894. Todo en medio de la pobreza que da el arrancar de tu tierra por la persecución a los judíos, de esos días.
“Es mi homenaje, entonces, mi manera de mantener viva esa herencia, valentía y coraje para cruzar el mundo y llegar a un lugar desconocido”, me dice, comenzando la conversación.
-¿Cuándo conoces a Jorge?
-Lo conozco desde cuando él trabajaba en la disquería Fusión, antes del lanzamiento de La voz de los 80.
-La Planta Baja, tu grupo de esos días, telonea a Los Prisioneros, semanas antes del lanzamiento del disco.
-Claro, esta misma amistad ayudó en eso. Incluso, antes, ya habíamos grabado un tema junto a Jorge, que luego presentó Carlos Fonseca en su programa de radio Beethoven, cuando anunció ese mismo concierto.
-¡Wow!
-Sí, Jorge toca en “Una vez más”. En esta canción hay un break y allí Jorge toca el teclado al unísono con la guitarra. Eso lo grabamos en el estudio de Pancho Straub, el mismo en el que Jorge comenzó a grabar La Voz de los 80.
-¿Y eso estaba conversado?
-No sé si tan así, pero escuchó la canción, preguntó las notas, tocó inmediatamente y se grabó… Maestro!
-Participas, luego, también, en Los Niños Mutantes, banda más punk, a mediados de los ‘80.
-Sí, en un inicio musicalizábamos poesía de un gran poeta llamado Felipe Moya, de una manera bien post punk, la verdad. Aunque luego, hicimos algo más formal, con Claudio Gajardo en el bajo, Felipe en la voz y yo en la guitarra. Teníamos, además, la batería programable Casio RZ-1 que nos había vendido el propio Jorge.
-¿En 1988, en el divertido cortometraje “Lucho, un hombre violento”, eres “Checho”?
-Sí, incluso me conseguí los disfraces que parecen ahí, que me los prestó el papá de un amigo que tenía un espectáculo infantil en el anfiteatro del Parque O’Higgins, así que tenía máscaras de oso, el lobo feroz, el ratón Mickey y otros. Además, llevé material de cuando estudiaba veterinaria, como una hemostática que me afirma una tela verde con la que estaba amarrado. La calavera que muestra Jorge también era mía.
-Y esa pequeña locura, ¿cómo nace?
-De las ganas de hacer cosas, no más, reírnos y pasarlo bien. Por ejemplo, no tomamos nada, no fumamos nada y sí apenas comimos algo.
-En este cover que estás presentado estos días se escucha tu voz más pausada, menos rabiosa que la de Jorge. Más radial, quizás, que esa cruda versión original con un final bien abrupto y donde también haces un cambio, pues le das un cierre más en decrescendo. Es más, entiendo que Jorge nunca estuvo muy contento con la mezcla final del disco y ese tema, por supuesto.
-Sí, quise darle una versión más holística a esta especie de himno, que puede ser aplicado a cada momento de nuestras vidas. Lo veo como una forma de salir, de las presiones que nos encierran, que no sólo pueden ser políticas, sino también emocionales, externas e internas que nos encierran y no nos permiten sentir y tocar la libertad. Una cárcel que tiene la misma cerradura, pero con distintas llaves.
-También escuchamos una mujer en el coro…
-Sí, ahí está, en piano y coros, Carolina Holzapfel.
-Y para producir armas un equipo muy potente, lleno de amistad hacia Jorge. Está Jacqueline Fresard; Miguel Conejeros, ex Pinochet Boys y actual F600, en la producción; Leo Cáceres en la batería; Chalo González en la masterización y Gonzalo Donoso, en créditos fotográficos…
-Sí, todo el equipo está conectado afectivamente a Jorge. Por la amistad o por un ex matrimonio, como en el caso de Jacqueline… por la vida, la verdad. Es increíble, pero nunca nos hemos dejado de conectar con Jorge, todos los de acá, porque nos queremos mucho. Es volver a acompañarnos toda esta vida juntos. Incluso, está mi hermano por ahí, De Cierto Sonido, en la post producción vocal. Y todo eso hace que ocurra la magia, estar todos juntos y ser autónomos en cada uno de sus especialidades, sin tanto control del otro. Por ejemplo, la misma Jacqueline o Miguel, son personas que han aportado siempre con sus talentos a la obra de Jorge, con música y con pintura, si se necesita, porque se asume como un movimiento transformador de la cultura. Agregar, además, la generosidad de Cristián Freund de Zoo Films, también gran amigo.
-A Jorge nunca le gustó mucho el disco…
-Sí, claro, y esta canción tampoco. Pero, personalmente siento que es un tema precioso. Lo que faltó ahí, quizás, fue tiempo. Él estaba en un disco donde trabajó solo y debe haber estado súper agotado. Hay momentos en que uno sólo debe entregar, y eso parece que ocurrió. Liberó ciertas cosas.
-“Su poder es nuestra ignorancia”. Una letra de un disco de 1987, pero que siempre está vigente. ¿Cómo llegas a esta canción?
-Un día, pasé a ver a Jorge a su casa de Beauchef y sacó el casete de una repisa de su living y lo puso en la radio. Puso play, nos quedamos parados escuchándola y recuerdo que él no estaba muy contento, la verdad. Era como que estaba mostrando algo que sentí que era potente, pero que su terminación no le había gustado. Yo, al menos, quedé súper enganchado. Lo encontré precioso, a pesar de los problemas de masterización y la onda de la grabación que me comentó. Pero, yo sentí una valentía, una precisión, un afecto, absolutamente trascendente.
-Un privilegio escuchar ese material inédito hasta ahí, con Jorge como anfitrión…
-Claro, era Jorge, un amigo, que te hablaba de frente, sacudiéndote para que despiertes de una pesadilla. Desde ese momento, yo quedé absolutamente enganchado con la canción. Y, de alguna manera, siempre volvía a mí. Me gustaba la simpleza de los acordes, de un canto que se repetía y que te hablaba de lo que tú estabas viviendo esos años.
-¿Hay otras que te interesa versionar?
-Por el momento no, porque trabajamos solamente con este tema durante este año, porque el año pasado me diagnosticaron cáncer, entonces aproveché un momento en que me sentí mejor y pude cantar, por decirlo así, luego de los remedios, que te joden harto.
-¿Y la escuchó Jorge?
-Sí, y lo mejor es que le encantó. Y qué mejor, porque es un regalo hacia Jorge, por toda su música y esta misma canción, que tiene la capacidad de entrar a tu corazón. Es, también, para tributar la amistad de todos estos años. Es darse el espacio para reconocer, agradecer y celebrar.
-¿Estará en formato físico?
-Sí, estamos trabajando para eso, para tenerlo listo a fin de año. Estamos viendo la opción de un LP con varias canciones. Es un esfuerzo que vamos a hacer.
-¿Y este nuevo LP será de canciones tuyas u otros autores?
-Tendrá canciones de otros autores, pero también remixes de este cover. Y estamos preocupados porque suene increíble y sea un objeto memorable en el tiempo.