Mario Parra y sus recursos para procrear

por · Febrero de 2011

Desde Talca, un nuevo debut en solitario

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Conversamos con uno de los nuevos cantautores locales que, si bien empezó sobre los escenarios alrededor de 2009, recién en enero de 2011 liberó su debut discográfico en la red. El Ep gratuito Recursos para procrear.

Recursos para procrear

“Una vez mandé un tema a Radio Uno y ni siquiera me respondieron el correo”, cuenta en esta entrevista consultado por la ley de la música chilena en radios, donde además conversa sobre su trabajo con Javier Barría, su natal Talca (“Hay mucha gente haciendo música en Talca, pero el terremoto mandó todo un poco a la cresta”), sus influencias y lo que viene en su carrera de solista independiente en 2011: “hay que tocar harto no más, en eso estamos”, adelanta.

// Fotos de Juan Pablo San Martín.

Un niño sostiene la manguera y un batallón de infantes espera por agua en una larga fila. Otros se deslizan por un volcán de concreto que en una de las escaleras dice “Te recordaremos en cada acto de rebeldía” y una niña llora frente a sus padres con cara de nada. Metros más allá, un grupo de cabros – en otra versión del verano interminable – están de guata al sol sobre el pasto y un par de borrachos se resisten al paso de las horas afirmados a una de litro. En el lado tranquilo, unos viejos matan felices el poco tiempo que les queda jugando ajedrez y un loquito vende flores de papel lustre a cien. Son las cuatro de la tarde de un sábado cualquiera en Plaza Brasil en verano.

Llego a la esquina acordada y ya me espera Mario Parra que está en una banca acompañado de su mochila con un tirante menos y su guitarra enfundada. Luego de los saludos y comentarios de rigor, cruzamos Huérfanos hasta la terraza del “Unión” para conversar sobre “Recursos para Procrear”, su primer Ep de cinco canciones que vio la luz los primeros días del nuevo año.

Entre el polvo y el barro

Mi trabajo, sobre todo en lo sonoro, no es folk a secas y tiene otras cosas

Talquino de nacimiento comenzó en el mundo de la música con esos intentos de bandas adolescentes que no llegaron a puerto, pero que sirvieron para asomarse a la formación autodidacta y a la creación de canciones. No pasó mucho tiempo en silencio y a mediados de 2009 debutó como solista en un escenario de su ciudad sin tener siquiera Myspace.

Llega la cerveza, Mario enciende un pucho y aprieto Rec.

¿Cómo nace la idea de iniciar tu carrera como solista, ahora que hay tantos, tuviste algún rollo con eso?
—Sí, igual está como de moda ahora, pero para mí se fue dando de manera espontánea, no pensé en toda la gente que está en lo mismo, se fue dando. Igual creo que mi trabajo, sobre todo en lo sonoro, no es folk a secas y tiene otras cosas. Me interesa mucho lo armónico e ir buscando nuevos recursos para la música que hago.

En lo práctico, ¿cómo es pasar de una banda a trabajar solo?
—Como solista me es mucho más cómodo, porque la experiencia que tuve con bandas obviamente fue ceñirse a lo que van diciendo todos. Ahora tengo libertad de hacer lo que quiero, aunque eso implica mucho más trabajo porque tengo que componer y tocar todos los instrumentos, hacer los arreglos, cantar y los agregados varios. A veces se vuelve muy desgastante.

En términos estilísticos, ¿cuáles son las referencias esenciales de tu música?
—Le debo harto a Django Reinhardt y al Modern Jazz Quartet, me quedé mucho rato escuchándolos y sus influencias se notan en el EP; las armonías y arreglos tienen su raíz en el jazz. También música popular porque tiene coritos bien pegotes. Beach House, Radiohead y muchos más.

Terminé chato, (…) lo grabé en el baño de mi casa, puse cajas de huevo por todos lados y quedó filete. Los últimos diez días no salí de ahí con la misión de terminarlo

Hablemos ahora de tu primer Ep, “Recursos para Procrear”, que lo liberaste los primeros días de enero, ¿cómo fue el proceso, dónde lo grabaste, etc.?
—Fue un proceso largo, terminé chato, como te contaba antes, grabar todos los instrumentos y hacer los arreglos es harto trabajo y a veces queda algo mal y tienes que rehacer todo. Lo grabé en el baño de mi casa, puse cajas de huevo por todos lados y quedó filete. Los últimos diez días no salí de ahí con la misión de terminarlo. Así que después de mezclarlo se lo mandé al Javier Barría que lo masterizó y me desligué.

¿Por qué elegiste a Javier Barría para la masterización?
—Al Javier lo invité a tocar a Talca una vez, después coincidimos en Valparaíso y desde ahí tenemos muy buena onda. Él lleva mucho tiempo en este cuento de hacer todo como solista y personalmente me gusta mucho el sonido que tienen sus trabajos, así que le pedí que me ayudara, me dijo que bueno e hizo un trabajo increíble. Es seco Barría.

¿Cuál fue el criterio para la selección de temas?, hay varias canciones que quedaron fuera.
—Esas quiero grabarlas en el disco que voy hacer durante el 2011, que espero sea un proceso mucho más expedito, debería ser así, ya que grabando el Ep aprendí un millón de cosas a la hora de grabar.

¿Y la selección de canciones?
—La idea del Ep era tener material disponible, en buena calidad, para que la gente lo pudiera descargar y también hacer como un mini resumen de lo que hago; tanto en lo temporal, como en las distintas facetas que tiene. “Punto y Coma” que es un instrumental, la hice cuando estaba terminando de grabar.

Tus letras son bien viscerales; como escritas desde la guata, temáticamente son medias dispersas, ¿cómo se da el proceso creativo en lo lírico?
—Sí, hay unas canciones bien odiosas, otras medias romanticonas, otras medias depresivas. No son sólo experiencias personales, también tomó cosas que pasan en mi entorno y las escribo. Y eso de lo disperso pasa porque están hechas por trozos, como estrofas independientes, por eso muchas veces no hay una coherencia en lo poético.

Al final de “Entre el Polvo y el Barrio” hay un piano bien chileno, ¿Te interesa el rescate de lo folclórico en tu música?
—Sí, está en seis octavos y desde que la compuse tuve la intención de darle un toque más folclórico. Hay todo un rollo con el folclor que me parece súper interesante, de mezclarlo con el jazz, pero tampoco chupar tanto de esa teta, hay muchos estilos que me interesan y que de seguro voy a ir agregando, pero no quedarme pegado en eso.

Hay mucha gente haciendo música en Talca, pero el terremoto mandó todo un poco a la cresta

¿Cómo anda la escena en Talca?, hay varios nombres que vienen sonando desde hace un tiempo, cuéntanos un poco sobre eso.
—Hay mucha gente haciendo música en Talca, muchos estilos. Cuando decidí lanzarme a mediados de 2009 me encontré con otros músicos que estaban en la misma. El Charro Núñez, la Evelyn Cornejo, los Tapiolla, los Poquita Cosa y en conjunto empezamos a invitar músicos de Santiago para que fueran a tocar y viceversa. De esa forma nos dimos a conocer harto, pero el terremoto mandó todo un poco a la cresta.

¿Muy brígido?
—Fue cuático ver la ciudad destruida, Talca se fue a la mierda. Ver las casas en el suelo; casas de tus amigos, conocidos. Después del terremoto quedaron como dos locales donde poder tocar, así que empezamos a tocar en plazas o donde fuera. Ahora ya está mejor la cosa, la ciudad ya funciona bien, pero están construyendo unas güeás horribles, puros rectángulos.

Imagino que al dedicarse a la música, el radicarse en Santiago es cosa de tiempo. ¿Cómo ves eso?
—Es como parte de dedicarse a esto, en mi caso sé que me tengo que venir. No me he puesto fecha, pero tengo que hacerlo porque acá hay más lugares donde tocar, más público. Es complicado porque son ciudades súper distintas, en Talca si quieres estar solo, agarraí la guitarra y te vay a un peladero y no ves a nadie. Acá eso es difícil.

Como músico nuevo e independiente, ¿qué opinión te merece la labor de la SCD?
—La verdad es que no estoy muy enterado, pero lo veo como un imperio, no se puede hacer mucho. Por eso no veo la necesidad de inscribirme tampoco, el EP lo registré por Creative Commons y listo. El otro día me metí a ver los requisitos del Sello Azul y es terrible como se apropian de tu trabajo. O sea, no sé como veré el tema en el futuro, pero ahora ni cagando.

Hay que tocar harto no más. En eso estamos

Y el tema del 20% en las parrillas de las radios.
—Una vez mandé un tema a Radio Uno y ni siquiera me respondieron el correo, no creo que una ley cambie eso. Es como lo mismo, además quedó súper ambiguo el tema, puede que el 20% lo coloquen a las cuatro de la mañana o que toquen a los mismos de siempre.

“Creo que con Internet no son necesarias estas cosas y si tengo claro que el valor de un músico hoy día está en sus presentaciones en vivo, si las radios o diarios pescan se tiene que dar solo, hay que tocar harto no más. En eso estamos”.

Mario Parra y sus recursos para procrear

Sobre el autor:

Andrés Fuentealba Canario borrow 1000 dollars today

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