Sus videoclips no son solo una forma de difusión, como para la mayoría de los músicos, sino el formato en que sus canciones cobran plena forma.
La música de Lavina Yelb es indisoluble de su visualidad: imagen y sonido no se pueden separar, y cuesta darle sentido a uno sin el otro. Sus videoclips no son solo una forma de difusión, como para la mayoría de los músicos, sino el formato en que sus canciones cobran plena forma, la manera en que exudan todo su potencial. Como si fueran la banda sonora de los videos que están por venir, los temas de Yelb, al escucharlos por sí solos, siempre parecen estar esperando el momento de ser videalizados.
Sus clips son animados en flash por Aníbal Bley, el nombre civil de este músico y artista visual que estará el 5 de diciembre presentándose en la primera versión de SónarSound Santiago. Y “Siniestro del Jefe”, el primer single de algo así como su cuarto álbum, que se estrenará en 2016, es su último trabajo.
