No te ama ni se ama a sí

No te ama, la segunda novela de Camila Gutiérrez, a estas alturas una especie de figura mentor para jóvenes gay y bisexuales después del fenómeno Joven & Alocada, trata del sufrimiento que uno es capaz de causar y es de esos libros que solo se pueden leer después de que te hayan roto el corazón.

Por Policía del Carmen

Es un lugar común que el segundo libro de un autor cuyo primer libro haya sido un éxito, no esté a la altura de este. Es inevitable, casi, empezar con una comparación, pero prefiero empezar con una historia. Camila Gutiérrez fue una adolescente que escribía blogs desde el encierro, que inspiró la película Joven & Alocada y escribió después una novela con el mismo nombre. Mentor para jóvenes gay y bisexuales, para quienes también fue un fenómeno al estilo de Harry Potter: «nunca había leído un libro entero y el tuyo lo leí en tres días,» le escribieron en el muro que tiene en Facebook desde el lanzamiento de la película. Me pareció muy lindo eso: decir con orgullo que se demoró tres días en leer un libro de menos de 100 páginas.

No todos los críticos estuvieron de acuerdo acerca de la calidad de la novela: memorablemente, Rodrigo Pinto declaró «No tiene un gran valor literario,» crítica que entraña una definición de literatura que aún intento entender. En fin, lo cierto es que Joven & Alocada, el libro, obtuvo el máximo galardón al que puede aspirar cualquier autor en Chile: múltiples ediciones, sí, pero sobre todo, ser pirateado.

La «muerte del autor» que anunció Barthes nos liberó como lectores: no dependemos de la intención autorial, leemos el texto nomás. Sin embargo, prefiero la idea de Paul Celan del poema como apretón de manos. Prefiero a Zadie Smith pensando la escritura como conversación entre autor y lector: por algo uno siente pena cuando se muere de verdad un escritor que ama, aunque no lo haya conocido en persona jamás. Me gustaría tomarme un té con Wilde y un whisky con Dylan Thomas y lo que quiera ella con Camila Gutiérrez. No te ama toca una fibra a la vez más acotada y más poderosa que su primera novela: los maravillosos juegos verbales, el humor, la intimidad y la fuerza se mantienen, pero ha ganado mucho más en síntesis y hondura (que, digan lo que digan, tampoco estaba ausente de su primera novela) y, sobre todo, en la capacidad de transmitir un dolor que va más allá de lo que se padece: también lo que se decide. No te ama se trata del sufrimiento que uno es capaz de causar.

John Irving dice en In One Person que hay libros que solo se pueden leer después de que te hayan roto el corazón: No te ama cae en esa categoría, pero también en la de libros que se comprenden solo después de romperle el corazón a alguien más, después de romperse el corazón propio a sabiendas. No te ama me deja sintiendo profunda compasión por cada uno de los tres personajes (Vietnam, Bolivia, Camila), por mí, por todos: son personajes imperfectos, que cometen errores, que traicionan intencionalmente, que saben lo que hacen pero no cuánto resuena. No son modelos: son espejos de cualquiera que se mire con medio gramo de honestidad. Dan ganas de llorar en partes (por amor a ellos tres, por ganas de decirle no, no lo hagas) y de reírse a carcajadas en otras (porque Camila Gutiérrez no ha perdido el humor de su primera novela). A diferencia de Joven & Alocada, acá la culpa no es de los padres, de la iglesia ni de Dios. La culpa es de cada uno: hay que vivir con ella, reírse un poco, saber que pasará de nuevo.