El trío de Belloto cree en la vida fuera del planeta.
Montezuma puede aludir a tres cosas: Emperadores aztecas. Un juego ochentero de Atari donde un monito recorre laberintos buscando joyas. Y también, como si fuera poco, es el nombre del segundo disco de Ojo Rojo, agrupación formada el 2010 en un día de sol. Montezuma es Miguel Florido en la guitarra y en la voz, Rodrigo González en el teclado y César Brito en la batería, uno de los platos fuertes en las múltiples tocatas que se llevan a cabo en la ciudad puerto. Y el trío, a días de tocar en el Teatro Municipal este sábado 31 de mayo como parte de los Temporales Musicales de Valparaíso, no consigue quedarse quieto: se presentó, junto a otros grupos locales, en Gallo Negro, un bar ubicado en Subida Ecuador, donde asistí para conversar con ellos.
LLegué con un amigo, súper adelantados. La cortina estaba abajo, así que nos fuimos a comprar unas papas fritas antes de terminar en otro bar de la misma calle, Desierto, también rockero, con el VH1 puesto, pero sin tocata. En las paredes había pinturas de Kurt, Ozzy, Eddie Vedder (con rostro de estitiquez), Rob Zombie y Robert Plant. Nos prometieron un karaoke de otro mundo que jamás vivimos.
Una hora más tarde, ahora el Gallo Negro sí estaba abierto. Había música de fondo y había gente expectante. Los cabros de Ojo Rojo estaban justo afuera, los tres juntos, como posicionados adrede en ese lugar por una maniobra divina. No fue necesario adentrarme en los rebaños musicales para ir en su búsqueda, así que nos saludamos cordialmente y nos pusimos a conversar cerca de una ventana que vibraba con las ondas de la prueba de sonido.
Me contaron sobre los días en los que empezaron a experimentar juntos, congeniándose de una forma que los llevó a la composición, y también de cómo se han ido dado cuenta con el paso del tiempo de que el público ha ido evolucionando, ya que no son solo los amigos de la banda van a las tocatas. Sobrepasando esa etapa, ahora reconocen a nueva audiencia que los admira gracias al material que se ha subido a la web, tanto en youtube como en su cuenta de bandcamp, donde se puede oír su discografía completa. Muchos de aquellos seguidores son tal vez los que se bambolean en la oscuridad con los primeros acordes de la guitarra de Miguel, al iniciar con “Delfín del fin” de su primer disco Serpo (2011). La canción, con vibra playera de los setentas, suena en el espacio mientras en el fondo del escenario se proyecta una película de unos cowboys que conversan sentados sobre una cerca. Pero eso pasó un poco después, ya que todavía, en este relato, estamos afuera del bar, en la ventana, conversando sobre sus influencias.
—¿De dónde proviene la inspiración para los nombres de los discos Serpo y Montezuma?
—Serpo y Montezuma vienen de rollos con civilizaciones de otras eras en distintos espacios y tiempos. Serpo fue un proyecto secreto del gobierno gringo para el intercambio de culturas con una civilización de Orión. El gobierno de Estados Unidos en los años 60 logró el intercambio de tecnologías a cambio de voluntarios para un viaje hasta las Pléyades. Por eso le hicimos una tapa al disco de un personaje humanoide. Todo tiene que ver con los EBE: Entidad biológica extraterrestre. Y usamos al mismo personaje para la tapa de Montezuma. Nos gustaba el sonido de la palabra. Lo encontramos potente. Pero la tapa en realidad es maya. Es conocido como un astronauta de Pakal. Montezuma es azteca, pero a la larga son la misma raza. Cambiamos al maya y pusimos al EBE como astronauta del tiempo. Es todo un rollo que tenemos con las civilizaciones en el cosmos y en la Tierra, información que la gente no sabe porque está oculta por los gobiernos. En India confirmé que la Tierra es más antigua de lo que datan, y siempre tuvo civilizaciones avanzadas en otras eras, conectadas a otras en distintos puntos del cosmos. Nosotros somos una civilización nueva y en pañales aún. Siempre estamos siendo supervisados por aquellas que ya pasaron por lo que nosotros pasamos en este momento. Un ejemplo: ¿por qué no hay un McDonalds en la luna, si llegaron en los 60’s? Porque los extraterrestres no tienen permiso para ocupar la luna allá arriba. Ya hay EBES desde otras eras, e incluso hay otros en el fondo del mar. Ese es el rollo. El cosmos está lleno de vida en sus distintas dimensiones.
La atmósfera un tanto estrambótica que genera “Rayos Gamma”, el primer track de Montezuma y la cuarta canción de su show en Gallo Negro, no aminora la acompasada potencia de su propuesta en vivo, una sólida calidad de interpretación por parte de los tres miembros de la banda, que entre pasajes de sus tonadas se lanzan miradas cómplices de entendimiento. Y a pesar de que podrían reconocerse influencias en su música, como de Pink Floyd o de The Beatles, Ojo Rojo logra establecer su sello y proponer al mismo tiempo un estilo original, una especie de fusión psicodélica inigualable, transgrediendo dimensiones, directamente desde la Tierra.