Habla Nicolás Copano a un mes de su programa “Demasiado tarde” en la señal del cable e Internet.
Nicolás Copano (25) lleva un mes en el cable con Demasiado tarde y diez años en los medios. ¿Por qué se retuitea todo el día? ¿Está más delgado? ¿Importa eso? “Esto no es gratis: cuando eres de clase media y te va bien, en general, haces algo muy pelotudo sin darte cuenta: ¡te comes el sueldo!”, dice acá.
Álvaro: Mira esta foto.
Nicolás: Chilena.
Á: No, española. Torbe.
N: Qué grande.
Á: Un tipo que todos rechazaban en España y ahora le da trabajo hasta a su familia que lo exilió.
N: Bueh, la vida es así, finalmente.
Á: ¿Y tú en qué estás, Copa? Te veo más flaco y comentando la actualidad en Publimetro; veo los comentarios que te llegan de la gente, sobre el bien y el mal.
N: A ver, en qué estamos hoy: primero, en lo público, estoy haciendo un nuevo ciclo de Demasiado tarde. Un nuevo ciclo ahora diario. De lunes a viernes en TV. Y también de lunes a viernes en Internet. Antes fueron periodos cortos de programa, semanales. Este año lo volvimos un noticiero. Eso por el lado de la pantalla. Detrás, el programa lo produzco yo y mi empresa de contenidos llamada El grupo donde trabajamos hoy ya 10 personas. Diseñamos podcast, ideas para marcas, todo en video. Soy el productor ejecutivo de mi programa, junto a Verónica Terán y Raúl Pereira. Además hago clases de convergencia digital en la Universidad del desarrollo.
Este año cumplo 10 años trabajando y recién ahora estoy haciendo el programa que quería hacer.
Á: Finalmente te convertiste en lo que querías o estás cerca.
N: Yo creo que me armé, de muy chico. Este año cumplo 10 años trabajando y recién ahora estoy haciendo el programa que quería hacer: un show de noticias todos los días. Al final, es una gran mezcla de todo lo que hice en CHV, Rock&pop, Via X… pero, con ese detalle que comentabas: ahora estoy delgado, más viejo, más tranquilo, menos gritón. Porque también la gente que me ve está así. Ya no le hablo a los escolares, sino a los universitarios, que este año entran al padrón electoral. Y por eso, esto es un programa de noticias. Ante todo. Con humor por supuesto y crítica de lo que pasa.
Á: ¿Te choca que ese espacio sea en el cable y no en la TV abierta, por ejemplo? No extrañas la capacidad de algún ejecutivo de la abierta, que haya sabido tomar toda experiencia y hacerlo aún más público de lo que es ahora en el cable?
N: Yo asumí, hace tiempo, que hago cosas de nicho. Yo no puedo competir contra, por ejemplo, un Karol Dance. Karol Dance hace lo que hace bien y tiene una conexión con lo popular muy interesante. Nosotros indudablemente hacemos otro tipo de producto. Nosotros salimos por cable e Internet. Internet a las 22:00, cable a las 01:00. En dtvtr.cl se repite el programa todo el día al que quiera verlo, es como la tele abierta. Es la tele abierta, de Internet, la que viene. En cable estamos bien porque nuestra competencia son Los Simpson y no 133. Me avergonzaría competir contra 133. Los ejecutivos de tele me conocen, yo los conozco y me caen bien, pero no sé si les sirvo. Yo creo que sirvo para hacer cosas innovadoras. La tele abierta no puede hacer eso por el tema de la masividad. Nosotros no somos masivos. De partida, tener opinión ya le molesta a la mitad de los que te ven. Pero nosotros tenemos un público inteligente, que consume información, que ya tiene lucas. Eso nos deja más tranquilos. Es otro camino. Igual el programa no es un ladrillazo en código para hipsters. Quizás parece en forma, pero finalmente queremos que cualquiera que no vea noticias se informe con nosotros. Es tele franca.
Como que el hipster es el nerd que no pudo ser millonario y se volvió un saco de huevas.
Á: Para hipster no es, como que al hipsterismo chileno (que en realidad no alcanza a compararse con el hipsterismo for real) no le acomodas. Quizás antes porque estabas más gordo, ahora no sé por qué razón podría ser.
N: Es que no tengo el look de fallado ni lo soy. Les provoca desconfianza lo extrovertido. Como que el hipster es el nerd que no pudo ser millonario y se volvió un saco de huevas. Pero igual lo ven. Lo ven todos. Y nos dicen lo de siempre: los de izquierda dicen que somos de derecha. Los de derecha que somos de izquierda. Los hipsters, que no somos cool. Los que no son cool, que somos hipsters. Lo que pasa es que también somos chicos de clase media. No somos CQC. Somos meritócratas haciendo tele meritócrata. Con esfuerzo. Esto no es gratis. Es como una guerra desde los suburbios que ya toma forma. Ya podemos por fin decir cosas y vernos mejor. Eso pensábamos el otro día mirando capítulos de los ciclos anteriores: cuando eres de clase media y te va bien, en general, haces algo muy pelotudo sin darte cuenta: ¡te comes el sueldo! Entonces engordas y no te das cuenta y la gente te encuentra enfermo y te critica y te escupe y te baja, porque al final tienen miedo de verse. Eso es lo increíble en Chile. Este año la mayoría de críticas al programa son buenas no porque yo cambié el discurso, son porque estoy más delgado. Y en un país clasista, racista, superficial eso es importante. Miraba al pendejo pelotudo de Perla, Nicolás no sé cuanto. Un pobre cabro, que es divertido sin duda. Tiene algo y dijo en LUN: “quiero ser flaco y exitoso”. Dios: flaco y exitoso. Primero, ser flaco y, después, exitoso. ¡Qué mierda de sociedad tenemos!
Somos chicos de clase media. No somos CQC. Somos meritócratas haciendo tele meritócrata. Con esfuerzo. Esto no es gratis: cuando eres de clase media y te va bien, en general, haces algo muy pelotudo sin darte cuenta: ¡te comes el sueldo!
Á: ¿Cuánto de tu dinero te comías antes y cuánto te comes ahora?
N: Nunca lo tuve muy claro. La verdad, la ansiedad es el gran problema. El drama es que estás ansioso porque esta sociedad de mierda no te pisotee porque no eres hijo de nadie que te de garantías de un puesto de trabajo. Entonces el único placer para sobrellevar el miedo es comer. Y te angustias y vuelves a comer. Es una droga. Y me di cuenta que debía alimentarme, no comer. Es súper triste, también. Ahora, esto le importa a la gente acá, que se odia mutuamente mucho, porque afuera vez a (el periodista argentino Jorge) Lanata, a João de Brasil, a Jay Leno y no son adonises, ni Letterman. Acá les importa todo lo físico, es horrendo. Yo bajé sólo para comprobar eso. La realidad es terrible.
Á: ¿Qué tanto te afectó y qué tanto te costó bajar de peso? Lo pasaste un poco mal, parece.
N: O sea, mira, la historia es así: me fui a Nueva York y caminé ene y me relajé. Yo nunca había parado en 10 años que llevo trabajando. Paré un mes, un mes sin trabajar, volví y me sorprendí: todo estaba igual que antes y todo se veía muy pequeño también. Como que Chile es una pequeña villa. Y cuando supe que VTR quería una nueva temporada dije: “bueno, me tomaré estos meses para mi bienestar” e hice los cambios en dieta y esfuerzo necesarios.
Á: Y te fuiste a Nueva York un mes.
N: Y volví.
Á: Con la tranquilidad que te daba que lo que tenías construído, por irte un mes, no se iba a la cresta.
N: Estaba inquieto, igual. Pensé que todo se iba a caer. En Rock&pop me pasaba lo mismo, no faltaba, me ponía de mal genio faltar.
Á: ¿Y entonces por qué te fuiste?
N: Pensaba que, no sé, se iban a olvidar, qué se yo, una locura. Pura inseguridad. En este trabajo sólo hay inseguros. Y me fui para conocer: fui a Letterman, a The Daily Show, al show de Jimmy Fallon y a Sábado gigante en Miami.
Á: La raja, ¿invitado por don Francis?
N: O sea, le pedí si podía pasar a ver como era y fue muy amable conmigo en la grabación. Es increíble lo que hacen. Aprendí muchísimo, pero llegué con una conclusión que me sirvió para construir el programa: había que hacer un noticiero, no un late. Un late de noticias y humor, como el de Jon Stewart.
Á: En general, Don Francisco, ¿qué te ha dicho de tu estilo y de tu carrera?
N: Yo, básicamente, las veces en que me lo he podido topar he sido prudente. Yo creo que lo entrete es escuchar lo maestro que es y su visión de la tele. No sé si de mí haya algo que decir.
Chile necesita más opinión, más explicación que nunca. Menos eruditos que hablan desde una colina.
Á: Continuando con los lates gringos, ¿por qué te decidiste por Stewart y no Letterman?
N: Stewart es un sucesor de Letterman, muchas veces se especula sobre eso. Letterman es Dios. Stewart es político, tiene posición y vivimos en un mundo que las necesita y Chile necesita más opinión, más explicación que nunca. Menos eruditos que hablan desde una colina.
Á: ¿Qué te angustia de Chile?
N: Nuestra incapacidad de compartir, en todo ámbito. No hay una industria cultural real, porque preferimos escribir columnas sobre el amiguismo de los músicos antes de alabar que estén dando una pelea juntos. Preferimos mirar afuera que ver que acá hay gente rompiéndose el culo por decir cosas en la calle, en el cine, en el arte. Siempre miserables. Los chilenos somos sumamente miserables con los otros. Por eso en el programa tenemos una sección solo dedicada a ONGs llamada La causa del día, donde la idea es no dar la lata y dedicar tiempo a que la gente se inspire y tome acción.
Á: El pago de Chile.
N: Chile es como es. Uno puede analizarlo, pero quedarse llorando es una mala noticia porque te empantana en la pena. Es como la película de Violeta, ¿no? Es un país asesino.
Preferimos escribir columnas sobre el amiguismo de los músicos antes de alabar que estén dando una pelea juntos. Preferimos mirar afuera que ver que acá hay gente rompiéndose el culo por decir cosas en la calle, en el cine, en el arte.
Á: Te siento con razón en muchos aspectos, pero al mismo tiempo, ¿cómo lidias para avanzar y hacer cosas en medio de la rabia?
N: Yo no tengo rabia. Me da más pena que rabia lo que pasa. La rabia conduce a la violencia y a no ser racional. La clave es ser racional. Pensar. Analizar. Leer. Tener perspectiva. Evitar la ambición. Controlar el ego. Y así. Y también no escuchar tanto a los otros. Los que te hablan como si supieran. Y no saben, no están dentro tuyo, no han hecho un tercio del camino. Yo tomé la opción del camino largo. No tengo muchos amigos en la tele. Soy súper sincero contigo: si me bajan mañana de VTR no tengo un amigo que me va a poner en otro lado. Lo que sí yo trato siempre de mostrar mi trabajo y los efectos que eso tiene en otros. Muchos me critican por retuitear lo que me comentan. Yo no lo haría si hubiese industria en Chile. Si hubiese industria tendríamos diarios cubriendo fenómenos.
Á: Puta, yo siempre le hago RT a lo que me comentan.
N: Es que es lógico. Nadie acá quiere decir que el otro es bueno.
Á: Si nadie destaca lo que uno hace, obligado hacerlo tú mismo.
N: ¿Qué opinión es más pura que la de un tipo en Internet? No trabaja en tu medio, no te compite: es súper honesta y limpia. Y las críticas, bueno, Internet está llena de críticas. Lo que a mí me gusta es la buena onda porque finalmente es la única bencina que permite que estemos peleando.
Á: Pero igual, finalmente, sin crítica no se avanza, el problema es el ensañamiento sin justificación.
N: Es que somos pocos y creemos que nos “quitan la pega”, la cual es una actitud muy penca y alimentada por creer que si vas a la universidad y te dan un título te tienen que dar todo lo demás. Esas son sólo herramientas. Herramientas, nada más. La acción es lo que cambia todo. Yo toda mi vida hice cosas y cuando pude estudié, hice tele, hice radio, hice prensa escrita, hice empresas, quebré, inventé cosas, experimenté con plataformas y recién hoy hago lo que quiero en tele, luego de 10 años. Este es el programa que yo quería hacer, quería explicarle las noticias a la gente y reírme y ser franco en un país que es cínico y preocupado por lo que diga el otro y no por ser uno mismo. De eso trata Demasiado tarde.
Á: Y hablando de acción, ¿qué le depara a Demasiado tarde? Recuerdo esos días en Viña del Mar, cuando empezó, era un programa que tenía todo y el terremoto lo frenó… después llegaste a VTR, empezó realizado en un estudio enano y ahora se ve que hay inversión detrás de esa escenografía.
N: Sí, VTR se preocupa de nuestra comodidad. Son nuestros socios en la aventura. Yo soy feliz en el cable. Mi sueño es hacer cable + Internet cómodamente.
Á: ¿Qué significa cómodamente?
N: Cómodamente es hacer todo en libertad y hoy la tenemos.
Á: ¿Pero aspiran hacer coberturas tipo CQC en 2007?
N: ¿Cómo eran? Yo vi las de Argentina, ya a esa altura no miraba el CQC de acá. Lo vi hasta que se fue Bianchi. Después era mucho desfile. El Proteste ya me gustaba. Yo trabajé el primer año ahí y te puedo decir todo lo que vi. Yo creo que nosotros queremos leer lo que pasa.
Á: Perfecto. Pero todavía hay mucho estudio, pienso. Si quieren ser tan ciudadanos…
N: Es que eso lo tienes en todos los canales 24 horas. Nosotros tenemos las imágenes de CNN Chile que nos permiten mirar afuera. Tenemos a Estefanía haciendo encuestas en la calle y a Stark.