Bon Jovi llega al Monumental, pero como el mundo no es justo y los delfines no son amigables, los teloneros serán Nickelback.
El próximo 13 de septiembre Bon Jovi se presentará en el Estadio Monumental y muchos ya no aguantan la ansiedad. Pero como el mundo no es justo y los delfines no son amigables, lo anterior tiene una trampa: los teloneros serán Nickelback. ¿Por qué todo el mundo parece odiar a los canadienses? ¿Son realmente una mierda? A pesar de lo anterior, ¿por qué han vendido más de 55 millones de discos? ¿Es esto una conspiración del gobierno en contra de Nickelback y, obviamente, Marcel Claude? ¿Qué es la “Boda Real canadiense”? Acá, una investigación que busca generar aneurismas y que más compatriotas viajen a Canadá.
Porque realmente son pésimos (y les va bien)
Había una vez un tipo que se llamaba Kurt Cobain. Un día decidió morir porque le dolía mucho el estómago y, de paso, mató al Grunge y al rock en los noventas. Tal vez es exagerado y cliché, pero efectivamente tras el fin de Nirvana, y el alejamiento de Pearl Jam del género, quedó un espacio libre que muchas bandas vieron como una oportunidad de oro para brillar. Ese espacio se llamó post-grunge y es una mierda. Por eso surge Nickelback. Y el mundo comenzó a ser un lugar más oscuro.
Nickelback representaba un giro musical que adoptarían muchos: Hard Rock genérico, sin honestidad ni pasión. Sonaban bonito, pero sin ningún sentido de amenaza o emoción. Básicamente, la versión noventera del Hair Metal. Nickelback fue literalmente pasando de un álbum desastroso a otro, cada vez bajando más la calidad, cuando eso parecía imposible. Deben tener una de las colecciones de discos más desastrosas de la década pasada. Y aún así, cada LP que sacan es un éxito de ventas. Tienen cinco discos de platino y siguen llenando arenas y estadios. También un catálogo con varios hits comerciales, pero destrozado por la crítica. A pesar de sus leales fanáticos, hay una cantidad más o menos igual de gente que los odia y decide mostrarlo de la manera más pública y directa que encuentran: la Internet. Lo cual nos lleva al siguiente punto.
Porque existe la Internet (y la talla se nos fue de control)
Nickelback crece con la Internet y, por ende, con el trolleo. Su poca calidad musical los convirtió en un blanco fácil. Son de esas bandas que todo el mundo asume que son una mierda sin siquiera escucharlos. Y obviamente tienen razón. Y siempre será gracioso repetir eso hasta el hastío en Internet. Se dio un espacio perfecto para lanzar los dardos públicamente hacia la banda canadiense. Poco a poco fue más gente la que se unió en su odio hacia el grupo. Y de ahí, como todo lo bueno en la vida, se nos empezó a ir de las manos.
Y es que Internet si bien es una fuente graciosa de trolleo, también saca nuestro lado más ridículamente agresivo. Los trolls se empezaron a multiplicar. Basta que encontremos algo mínimamente fuera de orden o que nos desagrade y nuestra hermosa capacidad crítica se transforma en… bueno, puteadas. Y así el simple desdén hacia un grupo se transformó en odio exacerbado. Sin darnos cuenta, transformamos a Nickelback en la peor banda del planeta. Primero como broma. Luego nos lo empezamos a creer. Y luego terminamos apedreándolos. No, en serio: en Portugal una vez los sacaron a piedrazos del escenario.
La Boda Real canadiense
Realmente no me acuerdo cuándo fue la última vez que algo pasó en Canadá. Creo que fue cuando se independizaron y decidieron ser el hermano educado de EE.UU. Luego se pusieron a hacer música y muchas cosas buenas vinieron: Neil Young, Leonard Cohen, Crystal Castles, Fucked Up, Arcade Fire. Pero no, tenían que arruinarlo y engendrar a Justin fucking Bieber. Esa es razón suficiente para trollear a una nación entera que ama los alces y a los policías montados.
Pero los también canadienses de Nicklelback no estaban contentos con no ser el foco absoluto del trolleo. ¿Entonces qué pasó? Organizaron la Boda Real canadiense. El cantante (?) Chad Kroeger se comprometió con Avril Lavinge. En ese mismo instante, miles de gatitos murieron en todo el mundo y se extinguió la marmota crestada. Kroeger y Lavinge intercambiaron argollas el 1 de julio de este año. ¿Saben qué se celebra ese día? EL JODIDO DÍA DE CANADÁ. No, no es broma. Después de hacer algo así, Kroeger y compañía no pueden quejarse de invitar al trolleo y hundir a toda Canadá con ellos.
Porque se lo toman con humor
¿Has tratado de insultar a alguien y que se huevee a sí mismo? No, no es gracioso. No hay nada peor que tener la manera perfecta de insultar a alguien y que este te lo anule a través del auto-bullyng. Nickelback encarna de manera perfecta ese fenómeno. Saben que son odiados y, al parecer, se lo toman con bastante humor. Cuando el baterista de The Black Keys, Patrick Carney, declaró el año pasado que «el rock está muriendo porque dejamos que Nickelback se transformara en la banda más grande del planeta», el cuarteto canadiense simplemente respondió por Twitter «Gracias Patrick por considerarnos la banda más grande del planeta, je, je». Jaque Mate.
El año 2011 también, un no tan pequeño grupo de personas en Detroit inició una colecta de firmas online para que el grupo NO se presentara en el espectáculo de medio tiempo de un partido de fútbol americano. Nickelback no hizo más que reírse de la situación grabando un sketch para Funny or Die.
Por culpa de una negación colectiva
Queremos olvidar que alguna vez nos gustó Nickelback. Tal como lo hace la derecha chilena en relación a cierto dictador que murió feliz y casi haciendo surf en Bucalemu. Teníamos 11 años —supera eso, Evelyn— cuando los canadienses lanzaron su tercer álbum de estudio, el exitoso Silver Side Up. Y sí, en ese disco estaba ese hit de mierda llamado “How You Remind Me”. Y sí, también esa canción que sirvió para el soundtrack del Spider-Man de Sam Raimi. Éramos pendejos y estúpidos. No nos juzguen. Ahora queremos enmendar el error odiándolos.
Porque sí
Muchas bandas son iguales o más malas. ¿Entonces por qué pareciera que sólo Nickelback es víctima de tanto trolleo? No se ven campañas de odio hacia pares similares como Limp Bizkit, Linkin Park, Korn, Papa Roach, Creed (hueón, CREED), etc. Es verdad, Nickelback es una muy mala banda. Pésima. Tan mala que es casi de culto, algo así como pasa con las películas. Pero vivimos en un mundo donde grupos como Kings Of Leon y raperos como Macklemore pueden ser famosos y, no solo eso, alabados por sus trabajos. Nadie pide que se ame a Nickelback, pero ¿Cuesta tanto dejarlos ser? Sí, es gracioso el trolleo, pero lo mínimo que podríamos hacer es equipararlo con la actitud que tenemos hacia otras bandas de mierda. Finalmente, son como el Nicolas Cage de la música. Son tan extremadamente poco talentosos que es imposible no reírse ni enternecerse un poco con tanta inutilidad junta. Sí, probablemente seguiremos trolleando. Pero podríamos partir por no tirar piedras en sus conciertos.