Impactantemente impresionante fue Miami Art Basel. De lo más high que he visto a nivel de producción y sofisticación. Imaginen una ciudad como Miami, llena de palmeras, carreteras futurísticas que cubren el cielo, esquinas que vieron morir a Versace, convertidas en un punto donde la cultura hispano-hablante encuentra su capital y durante cinco días al […]
Impactantemente impresionante fue Miami Art Basel. De lo más high que he visto a nivel de producción y sofisticación. Imaginen una ciudad como Miami, llena de palmeras, carreteras futurísticas que cubren el cielo, esquinas que vieron morir a Versace, convertidas en un punto donde la cultura hispano-hablante encuentra su capital y durante cinco días al año alberga a la cream de la cream alrededor del globo.
Por Marcia Juliá, desde Miami • Fotos: Elisa García de la Huerta
Color Aditivo, vista de intervención en la vía pública, por Carlos Cruz Diez, Sicardi gallery
El viernes pasado cambié mi bicicleta de paseo y arrendé con 3 amigas un Nissan deportivo, dos puertas, gris y con un increíble sistema de sonido que nos transportó al ritmo de la electrónica y el hip-hop por todo South Beach, Down Town Miami y Design District durante una odisea que parecía imposible de completar por mortales que cuentan con sólo 24 horas.
Una vez con las acreditaciones de prensa empezó lo que ha sido una de las experiencias más entretenidas de mi vida. En el Convention Center (centro de convenciones de Miami), un galpón de vigas de metales expuestos con unos cuantos metros de altura; las galerías más importantes del mundo estaban exhibiendo las obras maestras de sus artistas y los coleccionistas, interesados en el mundo del arte y muchos otros pretensiosos mirando con asombro todo lo que se estaba mostrando en esta estructura monumental de un área de más de 3 manzanas juntas.
Llegamos tarde por lo que pudimos estar sólo media hora. En el pequeño recorrido que hice me encontré con un Roberto Matta que estaba expuesto en la mitad de uno de los pasillos principales, unos cuadros gigantes del neo expresionista alemán Sigmar Polke y justo al frente las esculturas hechas con carcasas de autos de Chamberlain.
Ya me habían dateado desde Nueva York: “prepárate que la noche en Miami durante Basel es hardcore”. Por lo que no me molestó que el Convention Center cerrara para ir por algo de comida al Oceanfront, estructura de cables con forma de medusas, iluminada con luces reflectantes, con djs dando lo mejor y diferentes artistas haciendo performance como parte de todo este festival al borde de la playa. Esto sólo como aperitivo.
Oceanfront, instalación de Creative time en Miami Beach
El menú del viernes continuó en un strip club llamado como la reina del pop: Madonna. Y sí, las chicas de la noche que bailaban en turnos de 3 por cada una de las mesas tipo escenario y con un caño en el medio, eran unas diosas. Tan impresionantemente hot, que una de las tantas cosas que me pasaron por la cabeza fue reírme de mi misma y de las veces que pensé que había sido sexy. Esto era eróticamente sexy-art. Porque toda esta performance era parte de el show inaugural de la exposición de Ryan Mc Guiness: Women, the Blacklight Paintings.
Fue una de las escenas memorables de Basel: todas sus pinturas en los muros del cabaret, con luces de neón acentuando los colores de las figuras de mujeres desnudas y proyecciones con sus trabajos, además de que cada una de las bailarinas del club estaba pintada con colores reflectantes por toda la piel. Coleccionistas, galeristas y artistas- hasta Spencer Tunik se encontraba en el público disfrutando del espectáculo-, muchos de ellos con copas de champagne en una mano y con la otra derrochando billetes verdes en los cuerpos de las bailarinas. Otros, simplemente subían a un segundo piso tomados de la mano de las mujeres de compañía, dejaban sus tarjetas de crédito antes de pasar una puerta y voilà!
Sábado en la mañana y después de un piquerazo en South Beach, la idea era aprovechar cuanta actividad al aire libre se pudiera disfrutar. El destino fue Midtown Miami para ver los otros festivales que se realizan aprovechando las fechas de Basel.
Ya en el recorrido se podía sentir el ambiente de interacción lúdica. Toda la ciudad estaba intervenida y pasaba a ser parte de una gran obra. 45 caracoles rosados de unos 3 metros de altura, traídos desde Italia por el colectivo Cracking Art Group, estaban por los bandejones de las calles. En las paredes, graffiteros terminando sus trabajos, esculturas en las áreas verdes de la ciudad, todos los hoteles anunciando en carteles inmensos exhibiciones que se estaban realizando en sus instalaciones. Todo esto le daba a Miami el estatus de que no es sólo una ciudad con playas bonitas.
The cracking group, The snails, instalación de 45 caracoles gigantes en Miami Basel
El día estaba increíble y ya con las revoluciones a mil, se me ocurre parar a un grupo de chicos guapos para preguntares cuáles eran sus impresiones de todo lo que estaba pasando. Cuando ya había empezado a formular la pregunta y no había vuelta atrás, me di cuenta del que creía era sólo un chico guapo: era Adrien Brody, el ganador de un Óscar por The Pianist y el mismo que protagonizó The Darjeeling Limited de Wes Anderson. Su respuesta fue un absoluto no.
Más allá de la anécdota, todo el sector estaba rebalsando de cosas por ver y por hacer. A estas alturas ya todo motivaba a ser un ente activo en esto que estaba pasando. La imagen de un parque intervenido por el colectivo With Your Friends, con sus 14 esculturas inflables de gigantes hongos, torres y figuras totémicas, era como para escena de película de Tim Burton; inspiraba la buena onda y el espíritu explorador. El proyecto lleva por nombre The Rainbow City y tiene sus raíces en el ritual hindú Holi, en donde todos se lanzan agua teñida con tierra de colores brillantes.
Friends With You, The Rainbow City, instalación en el Desing District
Otra de las ferias de arte que estaba aprovechando el movimiento que genera Basel es Scope. En este show pude respirar el aire fresco de nuevos artistas jóvenes y emergentes. Mucha más utilización de otros soportes aparte de la tela para pintar o la escultura propiamente tal. A la entrada de la carpa en donde se realizaba el show, un descapotable cubierto de lanas extremadamente coloridas ya anunciaba esta frescura. Olek, la misma artista que vistió el auto, hizo de su espacio en Scope uno de los más visitados y fotografiados con la puesta en escena de un cuarto que estaba cubierto todo a croché.
Pasar por Basel antes que terminara el día era una parada obligada. En las cuatro horas de recorrido ni siquiera pude ver todo, pero con lo que pude disfrutar quedo tranquila. Dos piezas de Iván Navarro exhibidas por diferentes galerías se me vienen a la mente como para destacar. Pero la lista es interminable: Marina Abramovic (que fue una de las figuras en el MoMA en Nueva York este año con su show). Y las fotos de Marilyn Minter que fueron ocupadas por Madonna para hacer las proyecciones en su Tour 2009 “Sticky and Sweet”, entre muchísimos otros.
Fotos de Marina Abramovic
La noche terminó en el Downtown, con una fiesta de los djs, productores musicales, dueños de sellos y anfitriones de algunas de las mejores fiestas alrededor del mundo, el dúo de “Wolf and Lamb”. Noche épica para cerrar Basel 2010.