Primavera Sound Festival, a lo que vinimos: LCD Soundystem, Car Seat Headrest, Kamasi Washington,
1.
Un festival implica opciones. En cierto sentido, recuerda esos libros infantiles de Ana María Güiraldes y Jacqueline Balcells. Trece casos misteriosos. Querido fantasma. Si crees que Rodrigo debe entrar por la puerta prohibida, ve a la página 63. Si piensas que María está mintiendo, retrocede a la 18. Si prefieres ir por esa banda que no conoces pero que te recomendaron, camina al escenario x. Si decides ver esa banda que no te gusta tanto como dices, quédate en tu ubicación.
Al igual que en la Gran Capital y otros juegos de tablero, en la mesa —en el programa— ya están todas las opciones y dependerá de la voluntad (y el azar), sobre qué casilleros nos instalaremos.
Las casillas fueron las siguientes: Gang of Youths, Methyl Ethel, White Reaper, Car Seat Headrest, Kamasi Washington, Explosions in the Sky, Tame Impala, LCD Soundsystem y Battles.
La suerte a veces está de nuestro lado.
2.
Car Seat Headrest es el nombre que toma el proyecto de Will Toledo.
Will Toledo tiene 23 años —aparenta incluso menos—, ha publicado 13 discos y de él ya han hablado Rolling Stone, Pitchfork, The New Yorker y The Wall Street Journal.
Car Seat Headrest podría ser una farsa perfecta fruto del fenómeno DIY/Bandcamp, apoyada en el momento oportuno por los medios necesarios.
Will Toledo, en menos de 10 minutos sobre el escenario, ya ha demostrado que el futuro tiene 13 discos a su haber.
“Drunk Drivers / Killer Whales” es la primera emoción de la jornada.
3.
Kamasi Washington es como Michael Jordan.
Air (Jordan) logró que mi viejo y yo viéramos, aprendiéramos y disfrutáramos del básquetbol, un deporte ajeno a nuestra historia, y claro, terminamos conociendo a Malone, Barkley, Bryant y tantos otros.
Washington es (y será) una puerta de entrada al jazz; una inmersión en terrenos desconocidos con una sonrisa en la cara.
4.
«This is the second coming», me dijo Andrew, un amigo australiano, cuando James Murphy salió a uno de los escenarios principales.
Varias horas después, cuando era imposible tomar un taxi o buscar una manera de regresar a casa que tomara menos de dos horas, LCD Soundystem era un recuerdo que había llegado para quedarse.
Murphy & Cía., como pocos, hacen bailar. Murphy & Cía., como pocos, rockean. Y ahí está su gracia. Mientras otros descansan excesivante en lo accesorio, LCD Soundsystem se sostiene casi exclusivamente en la música, y qué lindo es eso.
Perfección en la ejecución, coros y voz impecables e iluminación y efectos que acompañan. No hay artificio. Rockstars vestidos como gente normal. Personas normales que son verdaderos rockstars.
5.
“All my friends” fue la última canción de LCD Soundsystem. La noche siguió, pero Andrew estaba en lo correcto: la segunda venida está en curso.