Es tiempo de preguntarse por el legado de Los Prisioneros.
¿Tienes rabia, hijo?
Acá.
Bótala acá, hijo.
Con esto.
Una serie muestra San Miguel con el filtro valencia de instagram, al tiempo que un guitarrista escribe y reclama algo que no sabemos, «sé que lo que cuento es una verdad incómoda», repite en diferentes canales de televisión, mientras rompe códigos, compara con Karadima y Pinochet1, pero más importante: cierra la puerta. Se niega a la opción de juntar otra vez a la banda local más importante de los ochenta y, de paso, se inmola públicamente atacando al único rockstar chileno.
Al otro lado del Atlántico, González suena como el silencio. Es el tipo que siempre aportó la dosis de claridad a toda una generación de adolescentes enfermos de nostalgia: por eso sus redes lo muestran hablando de canciones en videos grabados hace meses, porque González se hizo humo, como una especie de hombre sin tiempo que aparece a cuentagotas en escenarios y discos.
En los últimos cinco años Narea perdió su elección a diputado por la Izquierda Cristiana, publicó un disco junto a Miguel Tapia y dos libros donde ajusta cuentas personales con Jorge González y cuenta la historia de Los Prisioneros. En ese lapso de tiempo, González publicó Corazones en vivo y dos discos de estudio.
La tesis del libro de Narea es la obsesión de González con su persona y el drama de esconder su supuesta bisexualidad. No sabemos qué piensa González de Biografía de una amistad, pero sí sabemos que cuando apareció Mi vida como prisionero, en 2009, la voz de los 80 habló claro en su fotolog:
«Sí, leí el libro del Claudio en PDF. Tiene cosas muy emotivas de la niñez, tiene cosas muy penosas que le pasan a la gente cuando se casa a los veintipico años. Y tiene cualquier chamullo, invento y grupo, aunque extrañé las partes censuradas de la brujería y todo eso que le daban el toque Zeppelin al rollo (…) Me dejó una tristeza mi compadre tan amargado después de 20 años, sacando historias exponiendo a sus hijos y a la madre de ellos a que cualquier “Nelson” le apunte y diga “ha-ha” (…) Lo sabroso es que se pongan tan excitados con la idea de que puedo o no ser fleto. ¿Voy a insultar a mis queridos amigos y amigas que prefieren parejas de su mismo sexo ofendiéndome por esa “acusación”? Si hasta de Oscar Wilde dijeron que era coliza. Lo feíto es que vengan con que me compré los instrumentos con plata del fisco. Puta, soy más honrado que ocho».
Ahora que Narea promociona su libro, mientras Chilevisión emite Sudamerican Rockers, cuando González anuncia fechas en Chile; es tiempo de preguntarse por el legado de la banda que formaron junto a Miguel Tapia, los tres juntos, en esa comuna que ellos mismos se encargaron de poner en el mapa de Santiago y Latinoamérica.
1 «Jorge es el bacán, el ícono, es intocable como en algún momento lo fue Pinochet. Decían: todo lo que hizo fue bacán, todo estuvo bien, fue necesario matar gente», Claudio Narea en Mentiras Verdaderas de La Red (30 de septiembre de 2014).
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