La presentación de The 1975 en el festival de Lollapalooza Chile 2017.
1975.
Me gustaría creer que la gente no olvidará ese número en mucho tiempo, pero no estoy tan segura de eso. La banda inglesa The 1975, que ganó este año dos premios Brit Awards, a Mejor álbum del año y Mejor banda británica, no logró conquistar como se esperaba –o merecía– al público que asistió la tarde del sábado al festival. Muy buena, mala o insípida. Se pudieron escuchar opiniones de todos los gustos.
En cuanto comenzó a sonar “Love me”, tema de su último disco I Like It When You Sleep, for You Are So Beautiful Yet So Unaware of It (ILWYSFYASBUOT), la masa que minutos antes escuchaba a Cage The Elephant en el otro escenario principal comenzó a correr hacia el Itaú Stage. El ritmo y la energía de la canción parecían contagiarlos a todos. Una buena elección para iniciar, sobre todo si se complementa con los movimientos y actitud del vocalista Matthew Healy, quien a sus 27 años, ya es todo un personaje. Bailó a lo Michael Jackson –incluso lució calcetines blancos bajo su elegante traje, tal como lo hacía MJ–, se fumó un par de cigarros mientras cantaba unos lentos, hasta se tomó una copa vino. Hizo lo que quiso porque cuando The 1975 se presenta, Matthew se apropia del escenario con frescura y atrevimiento, algo que sin duda ha conquistado a la prensa de su país y a los fanáticos que lo siguen desde el primer disco del cuarteto en 2014.
Sin embargo, y a pesar de ser uno de los platos fuerte del día sábado –junto a Metallica, The XX y Rancid– la gente comenzó a desaparecer antes de la mitad del show. The 1975 no logró enganchar al público más allá de su fanaticada. Incluso, al rato, se abrió una ruta accesible para llegar cerca del escenario, algo impensado con otros artistas internacionales de esta edición. Algunos temas como “Girls”, “Somebody Else” y “Chocolate” hicieron cantar y bailar a los fieles que se quedaron en el lugar, pero no mucho más. No porque el resto de los temas fueran desconocidos o malos, sino porque algo pasó entre la banda y el público. O mejor dicho, nada pasó.
Quizás es exagerada esta percepción, ya que pareciera como si nadie, absolutamente nadie, hubiese visto a la banda británica. Había gente, lógico. Todos juntos dejaban la locura en el Teatro La Cúpula, pero finalmente la sorpresa y lo extraño aquí es que siendo The 1975 una de las promesas del brit pop actual no haya provocado una recepción mayor con su presentación. Es un grupo que apuesta por el dinamismo. Capaz de mezclar el sonido pop con tonos de rock y electrónica, pero que también sabe jugar con instrumentos poco usuales en este tilo estilo como el saxo. Es un grupo que juega a atreverse y que en su presentación de Lollapalooza Chile no se quedó atrás. Al menos en términos artísticos, buen trabajo Matthew y compañía.