El encierro y la desesperación acaban violentamente con la cordura de un pueblo encapsulado, sacando lo peor de cada habitante. Así es Under the dome, serie de la CBS, basada en la novela de Stephen King y ya disponible en Netflix.
Temprano, antes del amanecer, un sicario entierra un cadáver en los bosques del pueblo Chester’s Mill. Siendo ya de día, el asesino trata de alejarse rápidamente montado en su vehículo, pero justo antes de abandonar los límites de la ciudad es interrumpido por unas vacas que se cruzan en la carretera y lo terminan por desviar hasta una granja.
De repente, mientras se baja a revisar los daños del vehículo, el suelo comienza a temblar y sorpresivamente algo parte por la mitad a uno de los animales de media tonelada.
Lo que parece un vidrio caído del cielo resulta ser un domo de origen desconocido. Un vaso al revés que dejó atrapados a los habitantes del pueblo por tiempo indefinido: encerrados, aislados y separados completamente del exterior.
Así arranca Under the dome, la serie de la CBS basada en la novela homónima de Stephen King, cuya segunda temporada ya está disponible en Netflix.
Lo que pasa en Chester’s Mill es un evento sobrenatural que nadie puede explicar. A la zona llegan periodistas y militares, quienes hacen pruebas para determinar el origen del misterioso campo de fuerza.
Dale Barbara (Mike Vogel), más conocido como “Barbie”, es el sicario ahora convertido en un héroe que enfrenta los saqueos y asesinatos que surgen a raíz del encierro. En una extraña jugada del destino, el personaje comienza una relación con Julia Shumway (Rachelle Lefevre), la esposa del hombre que mató.
En otro rincón, dos adolescentes se conocen en medio del evento. son Joe (Colin Ford) y Norrie (Mackenzie Lintz), y ambos se dan cuenta que convulsionan desde que el domo cayó en el pueblo. Los dos sueltan las mismas palabras en medio de sus ataques: «las estrellas rosas están cayendo». Los dos sienten que tienen una conexión con la cúpula, así como algunos personajes de Lost se comunicaban con la isla.
Así especulan con que la esfera esté viva y probablemente quiera algo.
Chester’s Mill, o lo que queda del poblado, tiene dos autoridades, la correcta oficial Linda Esquivel (Natalie Martinez), quien asume responsablemente el cargo de sheriff, y el concejal James “Big Jim” Rennie (Dean Norris), que trata de imponer orden a su manera, buscando beneficios con su posición, además de esconder bastantes secretos. Este personaje es interpretado por el carismático Hank de Breaking Bad, quien no es el único conocido: Frank Lapidus y la madre de Kate Austen (personajes de Lost) cambiaron el encierro en la isla por una estadía bajo el domo.
Otras señales aparecen en el encierro. James “Junior” Rennie, el hijo del concejal (Alexander Koch), es el primero en manifestar locura. Su novia Angie (Britt Robertson) lo deja y él está convencido de que el muro enfermó la mente de la mujer. Su solución para que vuelva es secuestrarla y encadenarla hasta que su “enfermedad” pase.
Under the dome fue creada por Brian K. Vaughan y el productor Steven Spielberg, y como ya se vio en La niebla de Stephen King —hecha película en 2007—, el encierro hace que las personas poco a poco comiencen a perder la compostura y también la cordura, sacando lo peor de cada quien. Bajo el domo, la razón va quedando de lado, sobre todo cuando la incertidumbre se mezcla con la gasolina de lo paranormal. Un tema recurrente en King, que ya mostró a Jack Nicholson completamente fuera de sí en ese clásico de la pantalla grande llamado El resplandor.