La invasión pop de los Estados Unidos en Zambia
Zambia es un pequeño país al sur de África. Posee 17 millones de habitantes, de los cuales 8 de cada 10 viven con menos de un dólar diario. Es el sexto país con más portadores de SIDA en el mundo, y posee menos de una cama de hospital por cada 1000 ciudadanos. La mayor parte de sus habitantes vive en chosas alejadas de las ciudades principales y a grandes distancias de fuentes de agua y alimento.
No obstante, todos usan reebok y nike, poleras con el raton mikey y el logo de AC/DC y jockeys de los principales equipos de béisbol estadounidenses.
En 1992, por culpa de las deudas y por orden del Banco Mundial y el FMI, Zambia se vio forzada a abrir su mercado al resto del mundo. Esto permitió que con gran rapidez las empresas y minas estatales y privadas fueran compradas, desmanteladas y canibalizadas por extranjeros, dejando solo al 6% de la población con trabajo en el área industrial y desplomando a su paso la industria textil.
Ahora, los zambianos -que mayoritariamente se ganan la vida como agricultores- no tienen muchas alternativas a la hora de comprar vestimenta, y lo hacen mayoritariamente en mercados como los de Lusaka, donde se vende ropa que alguna vez fue donada en Estados Unidos. La llamada ropa de blancos muertos proviene del Ejército de Salvación norteamericano, que solo conserva el 5% de las donaciones, y el resto lo vende a unos 110 pesos chilenos por kilo. Esta ropa es transportada a África en fardos de 80 prendas (unos 30-50 kg) y es adquirida por minoristas africanos a aproximadamente 90 mil pesos, más de 20 veces su valor original.
Sin embargo, las prendas no importan tanto como su contenido. Zambia ha sido invadida por una cultura extraña y sus habitantes han sido obligados a aceptarla y absorberla. Cada estampado, cada logo y cada personaje representa el inevitable imperialismo norteamericano, esa cultura pop que ha arrasado –intencionalmente o no- a todo el mundo. Aquí ocurre lo curioso; los zambianos, 20 años después del inicio del intercambio libre, ya se sienten parte de esta cultura y se asocian con marcas y símbolos que creen que los representan, aunque no los entiendan ni conozcan su procedencia. The Simpsons, MTV, el fútbol americano, los uniformes de boyscout y algunos otros logotipos son más cotizados, porque son más relevantes. El choque cultural y la sustitución de las 85 industrias textiles de Zambia por la cultura yanqui han destruido el legado cultural Africano y lo ha sustituido por uno sintético e insípido, pero relevante y real.
Mientras empresarios norteamericanos y africanos ganan millonadas vendiendo ropa donada, los pocos zambianos con puestos en mercados de Lusaka y otras ciudades venden -o intercambian por víveres- esta ropa, obteniendo a duras penas lo necesario para sobrevivir. Tristemente, la deuda de más de 4 mil millones de dólares que aun tiene Zambia (a pesar de la contribución del Banco Mundial de 6 mil millones) en conjunto con la pobreza, falta de educación, droga, enfermedad y delincuencia cada vez alejan más a aquellos que visten el sueño americano, pero que jamás lograrán conseguirlo.
Conoce más de esto en el documental “The T-Shirt Travels”