Álex Anwandter: cambiar las cosas

por · Abril de 2012

Álex Anwandter: cambiar las cosas

Publicidad

Estaba difícil, por cierto. Era el mediodía y Álex Anwandter subía al Alternative stage invitando a una fiesta casi matinal, con el sol pegado en la espalda y con las réplicas corporales del día anterior (algo así como despertar con caña y que la fiesta continuara). Era el inicio de alguna forma, así se entendía: la gente corría hacia el escenario, con sus mochilas a cuestas, y no alcanzaba a concretar la misión cuando comenzaba a bailar y desvestirse poco a poco, haciendo esos pequeños campamentos de polerones y bolsos. A pesar de la hora y el estado y el clima: no había excusa válida.

Menos coreográfico que en sus shows bajo su álter-ego anterior (Odisea, es proyecto que revisitaba la música negra colada por blancos), Anwandter tiene a su favor el haber acumulado, a pesar de su corta carrera, una batería de pequeños hits, lo que le permite poder armar un buen show, variado, panorámico, en donde no luce su histrionismo: una muy buena voz, pasos de baile prestados por las estrellas de Motown, es capaz de lanzarse al público y cantar mirándolos a la cara.

Con respecto a lo mismo, resulta interesante cómo hemos visto crecer a Andwanter como artista: desde esa onda media nerd, tras el piano, en el primer disco de Teleradio Donoso, a su propia liberación sexual que significó el segundo trabajo de la banda: una reivindicación de los ñoños, que curiosamente se titula “Bailar y Llorar”, algo así como una premisa de vida para el autor, cosa que no queda ajena en este show dividido esquizoidemente entre baladas de amor y groove bailable.

Todas las canciones están remozadas para ser tocadas en vivo, incluso las de su último disco, “Rebeldes”, dejando de lado lo sintético, para llenar de guitarras interpretadas por el propio cantautor, que, en serio, ha vuelto a poner de moda la chaqueta de mezclilla (así lo evidencian un par de clones que tiene entre el público).

En algún momento, como ya varios artistas lo han hecho, Anwandter dedica su show a Daniel Zamudio, y dice que no importa cuál era la canción favorita del chico, ni cómo castigar a sus asesinos, sino cambiar las cosas. Y es extraño, porque mientras Anwandter baila, no parecería extraño que el chico brutalmente asesinado, pudiera tener una de sus canciones entre las favoritas, de esas que no volverá a escuchar, pero que en este show todos escuchan por él.

// Fotos: Eleonora Aldea.

Álex Anwandter: cambiar las cosas

Sobre el autor:

Daniel Hidalgo (@dan_hidalgo). Publicó los libros Barrio Miseria 221 (2009) y Canciones punk para señoritas autodestructivas (2011).

Comentarios