La primera persona en realizar una película de ficción fue una mujer, una con vínculos con Chile (pues sus padres vivían en Valparaíso). Sus memorias han sido traducidas en nuestro país por Banda Propia Editoras. Comenta la escritora y feminista canadiense afincada en Francia, Nancy Huston.
Por Nancy Huston.
Traducción: Patricio Tapia
Director. Una de esas profesiones que parecen indecibles en femenino. ¿Directriz?, ¿directora? Alice Guy habla del cine “que ayudé a traer al mundo”, y que, como todos los recién nacidos, tomó el nombre de su padre. Lumière / Meliès / Gaumont, aquellos que limpiaron el terreno en este país de las maravillas —pero no tanto para esta Alicia, Alice Guy, la pionera olvidada.
El séptimo arte nació cuando ella rodó La Fée aux Choux (“El hada de los repollos”) en 1896. La primera película de ficción de la historia. Luego ella gira, gira y gira, sin jamás mirar atrás para ver si era posible para una mujer ser directora de cine: por diecisiete años, la única directora de cine del mundo. Segura de sí misma, idealista, llena de humor, incluso cuando sus películas se atribuyen a hombres.
En Francia y Estados Unidos, ella hizo quinientas películas en total, escribiendo sus propios guiones —alegorías y melodramas— hasta el día en que se detuvo, abruptamente, en 1920.
¿Para no competir con su marido, Herbert Blaché? Silencio sobre eso: es su hija, Simone Blaché-Bolton, quien, al final del libro, en una carta, nos cuenta sobre la “cruel desilusión” del divorcio.
En Alice Guy no hay jamás la sombra de la amargura, y un gran pudor rodea su vida privada. ¿Cuáles fueron sus dolores, sus angustias y sus odios? Difícilmente los adivinaremos.
Pero, como una revancha, experimentaremos intensamente los colores, los olores y los sonidos que llenaron este reino de euforia, el mundo del cine no es siempre al estilo Belle Époque.
—Cuando esto no era obvio, que una realizadora se realizara.
* Artículo aparecido en la revista “Sorcières: les femmes vivent” 5 (1976).