A/Z: Salir del nido

por · Octubre de 2010

Es cierto que uno en la vida necesita madurar y salir del nido a cierta edad, pero también es cierto que esto cuesta. Sobre todo cuando tu mamá y tu papá te tienen como hijo ejemplar. Como un niño brillante que está destinado a darles puras satisfacciones porque así fue educado. El hecho es que, […]

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Es cierto que uno en la vida necesita madurar y salir del nido a cierta edad, pero también es cierto que esto cuesta. Sobre todo cuando tu mamá y tu papá te tienen como hijo ejemplar. Como un niño brillante que está destinado a darles puras satisfacciones porque así fue educado. El hecho es que, independiente de las opiniones paternas y los lloriqueos de una madre sobreprotectora, tú tienes que irte y volar con tus “propias alas”, como dicen los siúticos.

Pero hay un gran problema cuando te vas de la casa sin cumplir la mayoría de edad y aún acostumbrado a que te aplaudan todo, aunque sea la reflexión más sonsa.

Esto es claramente lo que le pasó a Ignacio Franzani con el estreno de este nuevo “night show” llamado A/Z, en TVN, que vendría a ser una adaptación de lo que originalmente se llamaba De la A a la Z y que iba en horario diurno: al medio día, después del “Matinal de Chile”.

Por decir lo menos, un cambio ciertamente sospechoso.

Además, la nueva casa televisiva de Franzani no le ha dado la mejor de las bienvenidas, sino por el contrario, de inmediato le dieron el carácter de “rostro congelado”, para meses después permitirle lanzar el esperado programa, ahora, en un horario a la medianoche, que en nuestra televisión, al contrario de lo que pasa en la tele gringa, recién se está explotando por las dormidas mentes de los ejecutivos de los canales.

A/Z intenta ser un late show de esos que están de moda imitar acá en Chile, pero que sólo le salen bien a Letterman o Conan. Los monólogos de Franzani son más fomes que los que hacía en Cadena Nacional, sumado a que los panelistas que lo acompañan –Fernando Larraín y Natalia Valdedenito– no dan el ancho.

Quizás los momentos más tristes del programa son cuando Franzani intenta hacer preguntas hiperpensadas, como lo hacía en ViaX- el canal que transmitía Cadena Nacional, para los que no tienen cable-, y a diferencia de lo que sucedía en ese pequeña estación, los dos panelistas logran aportillar lo planteado por el animador al invitado, con bromas burdas, fáciles y bien tontas. En esos momentos el rostro de incomodidad del ex chico revelación y “neo periodista“ es claro, porque ya no es el hijito de papá al cual nadie le refutaba nada, si no que por el contrario es un número más en una empresa gigante que está en las antípodas del pequeño canal de cable en términos de programación y de lo que se quiere entregar al público.

¿Quién sabe si debiste o no irte del alero materno? Honestamente nadie. Sólo sabemos que quizás era el momento de darte cuenta de que no toda la vida se basa en el palmoteo en la espalda y el beso en la mejilla mojado y dulce. La vida es más que eso; es más que sentarte en una mesa alta y mirar a tus invitados desde esa especie de podio intelectual que muchas veces puede ser la televisión pagada, porque también está claro que siempre te encontrarás con los Larraín o los Valdebenito, esos que te aportillarán constantemente.

A/Z: Salir del nido

Sobre el autor:

Francisco Méndez

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