El diario de Don Draper

por · Abril de 2015

En la cuarta temporada de Mad Men, Don Draper se ve envuelto en otra crisis personal. Como siempre, su respuesta es inventarse un nuevo comienzo, pero esta vez no lo hace desde la publicidad: se sienta a escribir una especie de diario que transcribimos completo.

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En la cuarta temporada de Mad Men, Don Draper se ve envuelto en otra crisis personal. Como siempre, su respuesta es inventarse un nuevo comienzo, pero esta vez no lo hace desde la publicidad: se sienta a escribir una especie de diario. Una manera desesperada de encauzar la idea de avanzar. Mantenerse en movimiento. Encontrarse en medio de divagaciones, catástrofes íntimas y vacío existencial. Acá, esos fragmentos escritos desde un departamento de soltero que se cae a pedazos.

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Dicen que en el momento en que dejas de beber te das cuenta de que tienes un problema con el alcohol. Mi cabeza es un caos. No puedo organizar mis ideas y siento que escribir en una máquina es trabajar. Nunca he escrito más de 250 palabras, ni siquiera en la secundaria. Cinco párrafos, cincuenta palabras cada uno. Dios, era un vago. Debería haber terminado la secundaria. Todo podría haber sido diferente.

Se acerca el verano. Puedo olerlo. Creía que tenía olor a maíz, pero eso es imposible. Ahí estaba otra vez: perfume.

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Todos los días escucho más y más sobre Vietnam. Espero que no sea otra Corea. Parezco una jovencita escribiendo lo que pasó en el día. El domingo es la fiesta de cumpleaños de Gene. Sé que no puedo ir. No puedo dejar de pensar en él. Fue concebido en un momento de desesperación y nació en medio del desastre.

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Una lista de cosas que me gustaría hacer:

1) Escalar el Kilimanjaro. Ir a cualquier parte de África, en realidad.
2) Tener un poco de control sobre lo que siento. Quiero despertar. No quiero ser ese hombre.

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Es una chica dulce. Quiere que la conozca pero yo ya la conozco. La gente te dice quiénes son, pero lo ignoramos porque queremos que sean como nosotros deseamos.

«Continuará», me dijo.

Apuesto a que estuvo pensando en esa frase toda la noche. Levanté la vista y miré hacia el Hotel Barbizon. Pensé en todas las mujeres que estaban ahí en cada pieza. Tocándose antes de dormir. Me gusta dormir solo. Estirarme como un paracaidista. Rodar a las partes frescas. Debería valorarlo más.

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Cuando un hombre entra en un habitación lleva toda su vida con él. Tiene millones de razones para estar en cualquier parte. Pregúntale. Si escuchas, te dirá cómo llegó allí, cómo olvidó dónde iba y luego despertó. Si escuchas, te contará sobre la época en que creía que era un ángel o soñaba con ser perfecto. Luego, sonreirá con sabiduría, satisfecho por haber entendido que el mundo no es perfecto.

Somos defectuosos porque siempre queremos mucho más. Estamos arruinados porque conseguimos esas cosas y luego queremos lo que teníamos.

Fuente: Mad Men. Temporada 4. Episodio 8. «The Summer Man».

El diario de Don Draper

Sobre el autor:

Javier Correa (@__javiercorrea) es periodista y coescribió «Nunca cumplimos 30. Una historia oral del Canal 2 Rock & Pop» (2018, @librosdementira).

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