El equipo de avanzada

Un melómano de tomo y lomo —grupo en el cual me incluyo— vive siempre preocupado y a veces angustiado por el devenir de la música. No sé por qué, pero siempre esta preocupación tiene ribetes pesimistas, nihilistas y negativos. Es por esto que frases tales como: «Todo tiempo pasado fue mejor», «ya no es como antes» o «las bandas de ahora suenan como el…», se tornan irritantemente recurrentes.

Hace poco Mike Patton dijo que la culpa de que la música estuviese como está es de los músicos, ya que no corren riesgos y no experimentan. Y ¡caramba!, puede ser que este cabro tenga mucha razón.

De ahora en adelante, este texto se torna totalmente subjetivo. Espero compartamos criterios y si no, me chucheteas mientras continúas leyendo.

A mi modo de ver, hoy en día hay cinco mentes que están a la vanguardia de la música. Son los que con sus discos dictaminan al menos 5 años posteriores de bandas que los siguen en estilo de composición. Son los que se atreven, los que rompen, son la vanguardia: Radiohead, Mike Patton, Bjork, Trent Reznor y Portishead.

Los primeros, desde su disco Ok Computer (1997), que vienen apostando por sonidos rupturistas, códigos métricos complejos, letras surrealistas y en sus últimos trabajos queda en evidencia que —independiente a los gustos personales— Radiohead es la banda que lleva la batuta de la música contemporánea.

Además de su aporte musical evidente, cambiaron la industria con su apuesta de «pague lo que quiera por nuestro disco In Rainbows (2007)».

Patton es el más prolífico por excelencia. Faith No More, Tomahawk, Mondo Cane, Mr. Bungle, Peeping Tom, Fantomas, Lovage, son solo algunos de sus proyectos más conocidos, además de múltiples colaboraciones con otros artistas.

Es una máquina humana de sonidos. Lleva la voz a otro plano. Puede hacer un disco de hip hop y uno de música nativa americana. Un virtuoso. Patton es para mí, un deformador, un desarticulador, un fracturador de armonías.

Björk siempre ha estado en las líneas de avanzada, pero su último disco Biophilia (2011) es vanguardia por donde se mire. Me permitiré la licencia de apuntar un elemento sonoro que resume su apuesta. En la canción “Crystalline” de ese disco, suenan todo el tiempo dulces campanas y a los 4:15 entra una base de Drum&bass rompiendo todo, como las enfurecidas aguas de un tsunami en el borde costero. Brillante.

Además, grabó un disco solo con voces llamado Medúlla (2004). Colaboró Patton con ella. Eso sí que es atrevido.

Trent Reznor es oscuridad, introspección, sonido profundo, industrial. Pocos saben utilizar las máquinas y los sintetizadores como él. Se atreve con las letras y dispara frases como «I want to fuck you like an animal».

Hace poco está trabajando en bandas sonoras de películas como The Social Network (2010) y The Girl with the Dragon Tattoo (2011).

A Portishead los pongo, principalmente por su último trabajo Third (2008), en el cual se pueden apreciar estructuras musicales pocas veces hechas, armonías atrevidas, por momentos disonantes. Es grato escuchar a una banda que rompe sus propios lineamientos y se atreve.

Thom Yorke de Radiohead, “rayó la papa” con este disco. Eso explica todo.

Faltan músicos que disparen sin preguntar. Así y solo así podemos ir escuchando discos que suenen nuevos y frescos para continuar nuestra feligresía sonora.