Guerra matinal: un combate bastante parejo

por · Marzo de 2011

Columna a raíz de la aparición del matinal Bienvenidos

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Curiosamente gran parte de los medios escritos nacionales se han dedicado a dar espacios considerables en sus pautas informativas a la llamada Guerra de los Matinales. Esto, sobretodo, porque la semana pasada se sumó a la nefasta parrilla matinal el nuevo programa mañanero de Canal 13: Bienvenidos, a darle dura competencia a los matinales del Mega, Mucho Gusto y el histórico Buenos Días a Todos de TVN.

El nuevo matinal de Canal 13 -liderado por la bella y carismática Tonka Tomicic y el fome y recientemente levantado a la competencia ,Martín Cárcamo– ha removido un poco el parejo escenario de las mañanas en nuestra televisión. Sin ir más lejos, en el gran rival del nuevo programa del ex canal del angelito, el Buenos Días a Todos, se han puesto tan nerviosos que durante los primeros días de la aparición de su competencia, la rica Carolita de Moras, se confundió y dijo luego de una tanda comercial: “Estamos de vuelta aquí en el Bienvenidos… ¡Buenos días a Todos!”. Lo que se ha convertido, obviamente, un hit en Internet y en un dolor de cabeza para los ejecutivos del canal estatal, quienes no saben a quién meter de invitado tratar de hacer creer que están tranquilos.

Al revisar las imágenes, las risas forzadas de todos los canales, quienes quieren hacer creer que no hay ninguna guerra y que lo importante es la señora en la casa, se imagina tras cámara las caras consumidas por el insomnio, el aliento a cigarro trasnochado y las ojeras demacradas de los productores, directores y otros, quienes intentan pasar, punto tras punto, a la competencia para así lograr la soñada entretención de quien está al otro lado de la pantalla. Es como: sufrir para entretener. Ese podría ser el lema que ha estado marcando esta semana algo patética de editores que corren por pasillos y animadores que no saben muy bien qué decir para ser los ganadores.

Pero si uno va más allá, cabe hacerse la pregunta principal: ¿es acaso el programa matinal, el prototipo de televisión por el cual vale la pena pelearse o desatar una guerra? Al parecer no, porque uno no ve nada más que lo mismo: minas que se pelean por futbolistas y que luego son entrevistadas en estos programas de manera soterrada, tratando de hacer lo posible para que esto ¡¡no sea entendido como farándula!! Ese tipo de televisión que tanto dicen odiar los programas matinales pero que aman en silencio.

En estos programas no hay nada novedoso, nada que llame a un público un poco más inteligente, sino que al contrario -como toda guerra que se precie de tal- este conflicto se ha convertido en una estupidez en donde todos tratan de arriesgar todo, incluso la tan manoseada credibilidad, por llegar al Poder, el cual tontamente se traduce en algunos poquitos puntos de sintonía por sobre el contendor.

Se gastan presupuestos, se citan a especialistas en todos los ámbitos -aunque realmente son de dos o tres ámbitos- para pelear, codo a codo, con el canal vecino y ojalá taparlo con polvo. Uno piensa que con esto, se podría llevar a la perfección un producto por el sólo hecho de ponerlo a combatir y sacarse la chucha cada mañana, pero de perfección no hay nada, porque no son dos los programas de la mañana, sino cinco los que nos muestran a panelistas de espectáculos, que realmente no son más que un montón de viejas fachas que hablan de todo, con propiedad, como si estuvieran aún en sus gloriosos ochenta, con sus milicos en las puertas de los canales resguardando sus intereses. Y es cierto. Porque por más que se intente luchar o pelear en contenido con otros programas, mientras la estructura y la mentalidad de nuestra televisión en general siga siendo la de los ochenta y la mentalidad de quienes dirijan esta siga siendo mediocre, nunca se crecerá ni se podrá sacar de pantalla a esas señoras que opinan igual que las que celebran cada 11 de septiembre la caída de la UP.

Una de las grandes señales de que Chile aún no sea lo que esperamos que sea, es, precisamente estas guerras mediáticas de tan baja categoría, con ejecutivos que no saben qué poner en pantalla sin que esto destile un olorcillo a pasado, a poca inteligencia y a lo mismo que hemos ido viviendo desde que tenemos uso de razón: una televisión plana, poco jugada y que esconde lo que realmente sucede.

Guerra matinal: un combate bastante parejo

Sobre el autor:

Francisco Méndez

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