Hienas: sobre la marginalidad y la ausencia

por · Junio de 2016

Los personajes de Hienas, el volumen de cuentos de Eduardo Plaza, van a contracorriente de una postmodernidad dominada por el escape permanente y frenético desde la periferia hacia el centro.

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En uno de los cuentos del libro Hienas, de Eduardo Plaza (La Serena, 1982), un anciano y su pequeña nieta le explican al protagonista por qué no debe impacientarse tras perder el autobús. Según la niña, a ella y a su abuelo «nunca se les va la micro» porque «la tierra es redonda. Y si la micro se nos arranca para allá —apuntó a su derecha—, tiene que dar toda la vuelta y aparecer por acá». El protagonista que narra la historia describe el gesto de la niña diciendo: «Y vi cómo su dedo trazaba un círculo invisible sobre su cabeza y terminaba apuntando en dirección opuesta». El paradero de micros, donde coinciden los tres personajes del cuento “Carolina Fellay”, actúa como territorio periférico desde el cual el protagonista, la niña y su abuelo ven pasar el mundo ante a sus ojos.

Los personajes de Hienas están así marcados por la marginalidad y la ausencia. Se trata de personajes atemporales —aunque el autor fija los años de su niñez y adolescencia (los 80 y 90) como punto de referencia— que van a contracorriente de una postmodernidad dominada por el escape permanente y frenético desde la periferia hacia el centro. Desde la oscuridad a la luz. Son personajes que parecieran no solo aceptar su condición sino que también reivindicarla. Es lo que ocurre con el protagonista del cuento que da nombre al libro quien prefiere mirar desde afuera a Beatriz (la viuda de su mejor amigo de infancia, Miguel Rodewald) siendo carcomida por la tristeza antes que intervenir en el proceso. «Pensé que solo Miguel podía abrazarla y entrar en el foso de esa pena», nos dice el protagonista para justificar su decisión. Los niños forman igualmente parte de esa marginalidad. “Hienas” y “A ti nadie te obliga” remiten a esa periferia poblada de niños solos, similar a la que describe Salinger en sus cuentos. «Los niños de la playa vivíamos siempre con ese destino precario: hacer amigos que desaparecían», nos dice el narrador de “Hienas” quien intenta proteger a su mejor amigo de los golpes de su padre. La adultez es percibida por el niño como una amenaza constante.

En cada cuento de Hienas la ausencia es un personaje más: se hace referencia a alguien que ya no está, pero cuyo recuerdo refiere a un pasado imposible de olvidar. Así acontece en “Federici cree ser emperador” donde el narrador relata un episodio vivido en la niñez con su tío Antonio. Este último reúne las dos características que marcan a Hienas: es un personaje marginal en el territorio familiar (el padre del protagonista lo deja quedarse en casa pues «era lo mínimo que se podía hacer por un tipo que había perdido el derecho a terminar cuarto básico simplemente por ser el primero de diez hermanos») y ausente tanto en el presente, que es desde donde nos cuenta la historia el narrador, como en el pasado donde el tío aparece de manera intermitente. El hombre está de paso; aparece como un fantasma en la vida del niño hasta que un episodio vivido entre ambos marca la vida del narrador y le hace recordar al tío en la adultez.

Lo mismo ocurre con Vicente, el hermano mayor del protagonista del cuento “Animales de compañía”, quien le roba una sábana a la mamá para utilizarla como lienzo publicitario para una campaña parlamentaria en la que él colabora a inicios de la transición. Al final del cuento no sabemos qué ocurrió con el hermano. Lo único que sabemos es que es una ausencia devenida en recuerdo. Y que «con el tiempo ese recuerdo se hizo recurrente (…). El largo de sus pasos sobre el piso de madera de la casa de la calle Ossandón. Y la sábana ondeando débilmente bajo el sol de noviembre». Desde el presente el narrador nos explica: «Yo era un niño y los niños son expertos en recordar. No volví a ver a Vicente».

Desde este punto de vista, Hienas está poblado de personajes desaparecidos que habitan épocas extinguidas. El tío Antonio remite a los estertores de la dictadura, Vicente a los inicios de la transición, el protagonista de “A ti nadie te obliga” a los juegos de niño de los años 80 y la exnovia de “Con Paula en la cocina, del tiempo junto a Isabel” a principios de los años 2000 cuando la tecnología comenzaba a adquirir preponderancia en las relaciones sentimentales (el nexo entre Paula y el narrador es de hecho un viejo email enviado por ella en 2002). En el cuento “Federici cree ser emperador” el autor contrapone modernidad y pasado refiriéndose, desde una mirada nostálgica, a la fiebre inmobiliaria que se apoderó del país en los años 90. El narrador cuenta que la casa de su niñez fue demolida y que «donde antes vivíamos seis, hoy viven doscientos cincuenta personas, una sobre otra, hasta el piso diecisiete».

Pero la marginalidad de la que nos habla las historias de Eduardo Plaza no está limitada a las relaciones interpersonales sino que refiere también a la marginalidad territorial. Hienas, finalista en 2014 del concurso de cuentos Paula, es tal vez el que mejor refleja la condición periférica de las regiones de Chile respecto de la capital, una cuestión que reflotó estos últimos días a propósito de las protestas de los pescadores en Chiloé. Con una prosa que prescinde de consignas regionalistas, pero que exuda resignación, el autor hace del intenso olor de las pesqueras de Coquimbo un símbolo del estigma que persigue a los nacidos en provincia. Recordando su niñez, el narrador cuenta que ese olor «lo llevábamos a todas partes, se quedaba con nosotros y nos abrazaba cuando queríamos dormir». Un estigma del cual era imposible escapar. «Vas a terminar acá, te gritaba ese olor, vas a terminar acá manejando estas máquinas, aprendiendo estas rutinas. Conviviendo conmigo. Como tus tíos y como todos tus primos. Vas a morir, pudrirte y continuar oliendo así. Más vale que te acostumbres en vida». Las historias de Eduardo Plaza remiten así, de tanto en tanto, a esa marginalidad forzosa a la que eran condenados los personajes de Baldomero Lillo y Nicomedes Guzmán.

Hienas

Hienas
Eduardo Plaza
Librosdementira, 2016
103 p. — Ref. $7.000

Hienas: sobre la marginalidad y la ausencia

Sobre el autor:

Juan Pablo Sáez

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