Leap Year: cuando nos atrevemos a lo impensable

por · Febrero de 2016

Según una leyenda irlandesa, las mujeres pueden pedir la mano a sus novios cada cuatro años, un 29 de febrero, como en la película disponible en Netflix, Leap Year.

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Cada cuatro años, se suma un día más a la vida que construimos en nuestras agendas. Conocido como año bisiesto, o leap year, febrero pasa de 28 a 29 días para que nuestros calendarios coincidan, supuestamente, con el tiempo «real» de la duración del año solar.

Leap Year también es el nombre de una comedia romántica del 2010, disponible en Netflix, en la que se cuenta la historia de Anna Brady (Amy Adams), una joven de Boston que viajará hasta Irlanda para pedirle matrimonio a su chico, quien se encuentra allá por trabajo. Según una leyenda irlandesa, las mujeres podían pedirle la mano a sus novios los 29 de febrero. El viaje de Anna se complicará y terminará primero al sur de Irlanda, donde conocerá a Declan (Matthew Goode), un joven soltero no muy amigo de las convenciones sociales. Él ayudará a Anna a llegar a Dublin, pero en el trayecto irán conociéndose hasta enamorarse.

El filme no se contenta con ser solo un viaje de búsqueda o de lo «fácil» que resulta enamorarse bajo la impronta de los bellos paisajes irlandenses. Se trata, en realidad, de un autodescubrimiento que Anna y Declan van haciendo. Aquello que creían nunca les ocurriría, sucede, y aquello que daban por seguro, deja de serlo.

En situaciones límites, Anna hallará lo más importante al atreverse a vivir y no presionarse tanto. A su vez, Declan le demostrará que tal vez no sea el mejor de los hombres, pero sí el que superará sus temores con el fin de estar junto a ella.

En su rareza, el año bisiesto aparece para recordarnos que por más que planifiquemos las cosas, el tiempo nunca es preciso y tuerce nuestros propósitos. Cada vida tiene sus 29 de febrero, para equivocarnos, para superar el pasado, o para dejar el miedo y atrevernos a lo impensable.

Leap Year: cuando nos atrevemos a lo impensable

Sobre el autor:

Alejandro Martínez ha colaborado para distintas revistas en América Latina y Estados Unidos.

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