Medio Hermano: guitarras a mí

por · Noviembre de 2014

La Reina Morsa siempre insinuó más de lo que terminó ofreciendo. Y lo digo esto con el aprecio que se le puede tener a sus dos discos y las entrañables canciones que los componen, pero al escucharlos quedaba la permanente sensación de que el talento que chorreaba de sus integrantes —principalmente sus compositores, Vicky Cordero […]

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La Reina Morsa siempre insinuó más de lo que terminó ofreciendo. Y lo digo esto con el aprecio que se le puede tener a sus dos discos y las entrañables canciones que los componen, pero al escucharlos quedaba la permanente sensación de que el talento que chorreaba de sus integrantes —principalmente sus compositores, Vicky Cordero y JF Rubilar— nunca terminó de ser completamente cuajado. Que todo lo que hacían era sólo la preparación, la antesala del más grandioso disco de su generación. Hasta que se separaron.

El 20 de diciembre del año pasado, como el transbordador Challenger, el grupo se acabó cuando parecía que salía de la pista de despegue.

Ahora nos encontramos con esto. Medio Hermano se llama este trío, una especie de feliz reciclaje de La Reina Morsa, ya que sus tres integrantes alguna vez fueron parte de la banda. El mismo Rubilar encabeza el proyecto, junto a Leo Saavedra (Primavera de Praga y La Reina Morsa en su primera etapa) y Ricardo Herrera (último baterista de LRM), aunque las reminiscencias a ese pop orgánico y meticuloso son más bien pocas. Medio Hermano es guitarras, pero pronunciando la erre despacio. Es el serpenteo de arpegios y arreglos que tan bien hicieron progresar bandas como Real Estate, y que en Chile hoy emulan Protistas y, últimamente y en menor medida, Miss Garrison. Guitarras que prefieren la calma, que buscan emociones menos vinculadas a la ira y el desenfreno y más a la resignación y la desidia. «Yo no quiero morir / Solo y nervioso», canta Martin Courtney, con un temor seductoramente sincero, representando quizá las opciones que le van quedando al rock alternativo.

Medio Hermano sigue esa línea y en su primer EP consigue una contradicción para tantos escurridiza, la tensión necesaria entre letra y música. Las guitarras y el ritmo sugieren relajo, incluso alguna risa, pero el contenido de Rubilar va para otro lado. «Siempre estás aburrido / cansado y no sé bien por qué / cambiemos el mundo pero espera / estoy conectándome a internet». Lo mejor es que lo hace en primera persona, sin superioridad moral, contemplando un mundo triste y guitarreado del que sin duda forma parte.

Medio Hermano: guitarras a mí

Sobre el autor:

Patricio Corona

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