Nuevedoz, tensión y relajo

por · Agosto de 2012

Nuevedoz, tensión y relajo

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De a poco llega gente. El espacio parece más vacío que lleno. Hay que esperar. Mientras camina, José Eckholt, mira sutilmente a las personas que esperan el show. Es uno más del público, pasa desapercibido por las luces de color azul, verde, rojo y amarillo que iluminan La Batuta; pero las que están en el escenario tienen un objetivo claro: alumbrar a Nuevedoz, a Germán Merino y a DJ Shak.

// Fotos: Elisa Torres • Fotos portada: Montserrat Olave.

Se desplaza como calculando cada paso, con un gorro que le cubre toda la cabeza, una camisa verdosa y pantalones. Es sencillo y muy alto. Está en el escenario y ahora es otro. Ahora, José Eckholt es Nuevedoz.

Comienza el Hip hop. El bum del bajo hace mover las cabezas de a poco, como si golpeara el suelo; los brazos suben y se mueven de arriba abajo. Dj Shak hace vibrar. José canta y anima, canta y congrega, canta y lo pasa bien. Se le nota. Germán lo sigue y lo complementa. Todos observan y escuchan, atentos en lo que transmiten.

Hace 15 años que José hace música. En séptimo básico empezó y hoy tiene 26. Un día escribió un rap, sus compañeros se burlaron, pero no pescó. Siguió. “Siempre como a fondo, al toque empecé a buscar los programas para grabar, me juntaba con amigos que hacían lo mismo”, cuenta. “Dejé la música por un tiempo y me sentí mal; no puedo no hacer música. Me desahogo cuando escribo”.

Es simpático, amable y risueño. Se nota cuando bromea o cuando se pone serio, pero aun así es disperso e inquieto. Además, es piscis, un tema no menor. La suma de su creatividad, más seguir sus propias reglas y cuestionarse todo, dan como resultado sus canciones. “No me rijo por los hábitos de los demás, yo sólo vivo”.

Su mente gira en torno al Hip Hop. Si va en el metro, escribe en su celular cada frase que se le ocurre; o cuando se despierta, tiene que escribir y crear. Cualquiera que no lo conozca, creería que es una obsesión que tiene por el Hip Hop, pero es más que eso, es el motor de la vida de José Eckholt. Si Nuevedoz es la nueva voz, no puede dejar de ser nueva, debe reinventarse. “A medida que voy madurando un tema, voy escribiendo la canción. Es así, pura introspección”.

Ambos se mueven. Germán Merino, su mejor amigo y compañero –de vida y todo- lo sigue en el coro. José rima con fuerza, motivado, se mueve de un lado a otro, con ritmo; levanta un brazo y anima al público, que a la vez, lo sigue. Cada vez hay más y más personas, muchos ojos mirando y explorando, cabezas y brazos que se mueven. La canción que anima al público es ‘Winner’. Se trata de las mujeres arpías que, como todos sabemos, existen. Todos, hasta ellas, bailan. Además, canta ‘Armas’ con Jonás Sánchez, ‘Dosmildoce’ con 4to elemento; siempre con DJ shak y, con su ‘bro’, Germán.

Última canción. “Prefiero mostrar mi música y que queden ganas de más; además, el público de La Batuta es rockero, entonces no están acostumbrados al Hip Hop”, cuenta.

Todos siguen bailando otras canciones -las que están entre grupos musicales-, y conversan unos con otros. El escenario cambia, el siguiente es La Moral Distraída. En medio de todos, está Sebastián Lara que trabajó en la producción del nuevo video ‘La pirámide’ –del creador Diego Córdova-, junto a Dennis Da Menace, rapero alemán; y produjo el video ‘Armas’, ambos de NueveDoz.

“Duró como un mes el proceso del video, y así nos conocimos, compartimos y nos hicimos amigos”, explica. José dice que cantar con Dennis le sirve para darse a conocer en el mundo “porque lo que quiero es recorrer el mundo entero”.

Ambos se encuentran en medio de todas las personas, se saludan y conversan. José se saca el gorro, está transpirando; con la adrenalina a todo dar.

Sus mensajes son cuestionamientos internos y externos: a la sociedad, a las personas y sus comportamientos, al diario vivir y todo lo que abarca. El albúm ‘Parte por uno’ es una mirada crítica al egoísmo, a la inconsecuencia, la frivolidad que se vive hoy. Apela a la voluntad que tienen las personas de levantarse por sí solas, de tener conciencia de cómo viven y de ser responsable. Todo parte por uno para ser mejor persona. Ésta es su visión de mundo.

“Uno tiene que ser sincero siempre ante el mundo y a medida que el mundo te va dando la espalda, tienes que ir cerrando las puertas”, dice. “Creo que es mejor partir altiro con toda la confianza, con todo el cariño; creo que así se facilita la comunicación”.

Cada sonido, ritmo, matiz, color y olor, hasta el orden en que se estructuran, son fruto de su rigor, metodología y constancia. Nada se improvisa con él. Como futuro ingeniero civil mecánico “todo es matemática, porque tiene lógica y se aplica a todo eso, simplemente. En la música hay tensión y relajo, y esa estructura es lógica. Entonces cuando tengo una letra, veo la estructura y para mí es más fácil entenderla así”.

Euforia y adrenalina quedan después del escenario. Está serio sentado en una banca de la entrada de La Batuta, en ese pasillo rojo de recuerdo eterno. Quiere descansar, dormir, pero “voy a comer antes, su buen bajón y mañana seguir con todo”. Pensativo por su show, dice como para él: “Es una mezcla de sentimientos”. Luego se para y se acerca a ver a La Moral Distraída.

Nuevedoz, tensión y relajo

Sobre el autor:

Montserrat Olave De la Barrera (@montseolaved)

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